Algunas cifras para el debate

En Barcelona se construyeron 13.894 viviendas entre 1996, cuando el PP lleg¨® al Gobierno central, y 1999. De ellas, el 21,2% fueron de protecci¨®n oficial. Entre 2000 y 2003, ambas cifras aumentaron. El total se situ¨® en 18.638, el 22,1% de ellas eran protegidas. En ninguna otra parte hubo un aumento porcentual de la vivienda de protecci¨®n. En Madrid, donde el PP gobierna en el municipio y la comunidad, la VPO est¨¢ bajo m¨ªnimos. En Catalu?a anda algo mejor, pero muy lejos de las cifras de barcelonesas. El 22% del capital cae al 8,6% en el conjunto de Catalu?a. Y ello pese a que el Gobierno catal¨¢n sosten¨ªa que su pol¨ªtica inversora destinaba m¨¢s a las zonas menos pobladas en aras del reequilibrio.

El aumento de la construcci¨®n de viviendas de protecci¨®n oficial en Barcelona -mientras que disminu¨ªan en cualquier otra parte (incluida el ¨¢rea metropolitana, donde, sin embargo, se manten¨ªa a¨²n en el 14,5%)- es uno de los argumentos del equipo de Gobierno para aducir que su pol¨ªtica de vivienda no es tan nociva como la que se hace en otras partes. Reconocen los responsables municipales que el alquiler va a la baja. En 1960 m¨¢s del 80% de los barceloneses viv¨ªa de alquiler, ahora apenas lo hace el 30%. Y en esto, opina la oposici¨®n, algo tendr¨¢ que ver el que fue ministro socialista, Miguel Boyer, que promovi¨® un cambio legislativo que, supuestamente, inclinar¨ªa a la gente a alquilar.