Un mercante procedente de Costa de Marfil llega a Canarias con cinco polizones muertos

Agentes del grupo de homicidios del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa desembarcaron ayer en el Puerto de la Luz y de Las Palmas los cad¨¢veres de cinco inmigrantes subsaharianos que fueron hallados en las escaleras interiores de acceso a la cuarta bodega del carguero liberiano Nathalie Bolten, a los tres d¨ªas de haber zarpado del puerto de San Pedro, en Costa de Marfil. El mercante, de 120 metros de eslora, propiedad de armadores alemanes, hab¨ªa recalado en distintos puertos del golfo de Guinea para llenar sus bodegas con maderas tropicales (caoba, iroko, sipo, obeche y makore).

El Nathalie Bolten lleg¨® a Las Palmas para hacer una escala de avituallamiento de combustible. La ¨²ltima escala del carguero liberiano hab¨ªa sido San Pedro, el segundo puerto marfile?o en importancia tras Abidj¨¢n, donde se concentra todo el tr¨¢fico maderero y que actualmente registra un movimiento de mercanc¨ªas superior a los 13,4 millones de metros c¨²bicos anuales, con una l¨ªnea de ferrocarril directa hasta Mali, en el norte.

El hallazgo de los cad¨¢veres ocurri¨® tres d¨ªas despu¨¦s de iniciar la navegaci¨®n desde San Pedro, cuando uno de los tripulantes limpiaba la cubierta y se sorprendi¨® por el mal olor que sal¨ªa de la cuarta bodega. Cuando el capit¨¢n y algunos tripulantes, ataviados con mascarillas y guantes, abrieron una de las escotillas del compartimento sellado herm¨¦ticamente encontraron los cad¨¢veres de dos subsaharianos en el primer escal¨®n y de otros tres a mitad de la escalera interior. "Hicimos lo posible por reanimarlos, pero ya llevaban muertos por lo menos cinco d¨ªas", relataron los marineros que encontraron los cad¨¢veres.

En ese momento, el capit¨¢n comunic¨® a la consignataria Ortiz el suceso, para que ¨¦stos alertaran a la Autoridad Portuaria de Las Palmas y al Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. El mercante permanece retenido en el muelle Elder Sur de Las Palmas, hasta aclarar las circunstancias de la muerte, tras una investigaci¨®n ocular y a la espera de los datos aportados por la autopsia en el Instituto Anat¨®mico Forense.

Seg¨²n ha ocurrido en ocasiones anteriores, los polizones aprovechan para subir al barco el momento en que las bodegas a¨²n est¨¢n vac¨ªas. Cuando se completa la carga de madera o algod¨®n, el espacio queda herm¨¦ticamente cerrado. La madera o algod¨®n que se encuentra en el interior sigue su natural proceso de captaci¨®n de ox¨ªgeno y expulsi¨®n de di¨®xido de carbono, con lo que el aire es cada vez m¨¢s escaso.

"Un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n aparecen polizones en nuestros barcos", reconoce Jos¨¦ Mar¨ªa Ortiz, director de la consignataria en Las Palmas, con la que operan m¨¢s de quinientos buques cada a?o. "La polic¨ªa y los jefes de cada uno de estos puertos los dejan subir a los barcos, sin que nos enteremos; nadie sabe a cambio de cu¨¢nto dinero". Ortiz a?adi¨®: "Los capitanes de cada uno de los barcos que operan con nosotros saben perfectamente que les tenemos absolutamente prohibido este tipo de actividades, y que se arriesgan a ser detenidos y procesados".