La pol¨ªtica catalana se debate en el foro de la diversidad ling¨¹¨ªstica

Un debate sobre la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica en Catalu?a se esboz¨® ayer en el di¨¢logo del F¨®rum Diversidad ling¨¹¨ªstica, sostenibilidad y paz. Un grupo reducido de participantes ha intentado introducirlo desde el primer d¨ªa, tras las ponencias sobre la marcaci¨®n pronominal en una lengua hawaiana, la escolarizaci¨®n quechua en los Andes y la situaci¨®n de los inuitl en Canad¨¢. El hecho provocaba la perplejidad del conferenciante extranjero y la divisi¨®n de opiniones, discretos aplausos y discretos abucheos, en la sala. Ayer, despu¨¦s de la ponencia del catedr¨¢tico Albert Bastardas, se apunt¨® la pol¨¦mica.

En su conferencia, Bastardas plante¨® la necesidad de armonizar el mantenimiento de las lenguas locales y regionales con la "globofagia" de las grandes. La necesidad que tiene el ciudadano de ser pol¨ªglota no ha de comportar el abandono de su propia lengua. "El pensamiento dicot¨®mico que plantea o una lengua o la otra ha de ser sustituido por un pensamiento complejo en t¨¦rminos de una lengua y la otra". En este sentido, aludi¨® a la fijaci¨®n te¨®rica de algunos socioling¨¹istas catalanes que creen que el biling¨¹ismo conduce, sin remedio, a la sustituci¨®n de la lengua menos fuerte. "No es forzoso que una situaci¨®n de biling¨¹ismo conduzca al abandono del c¨®digo m¨¢s d¨¦bil". Para ello, sin embargo, deben darse circunstancias que es preciso analizar en cada contexto porque las lenguas, insisti¨®, deben observarse dentro de un ecosistema cultural y econ¨®mico que puede ser muy distinto en cada caso. Tras defender la aplicaci¨®n del principio de subsidariedad a las lenguas ("que lo que puede hacer una lengua local no lo haga la lengua global de la zona"), enumer¨® cinco principios para conseguir la sostenibilidad de las lenguas minoritarias: frenar usos abusivos de las lenguas dominantes; dignificar la autoimagen de los grupos ling¨¹¨ªsticos minoritarios para evitar su migraci¨®n hacia lenguas dominantes; que los grupos ling¨¹¨ªsticos puedan tomar decisiones en su espacio; dar funciones exclusivas a los c¨®digos subordinados y fomentar la conciencia pol¨ªtica sobre la sostenibilidad ling¨¹¨ªstica.

Al abrirse el debate al p¨²blico, una de las primeras palabras la tom¨® un joven que dijo ser vasco, quien, en catal¨¢n, se?al¨® que muchas de estas pol¨ªticas concretas estaban en manos de Estados que pod¨ªan ser contrarias a ellas, y destac¨® la necesidad de la autoestima cultural de los grupos ling¨¹¨ªsticos demogr¨¢ficamente peque?os. Otro congresista, que se identific¨® como profesor de catal¨¢n, critic¨® que la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica de la Generalitat promueve "la lengua que llama propia" ignorando el entorno ling¨¹¨ªstico biling¨¹e. Lament¨® que se haga una sospechosa ingenier¨ªa social con la lengua y pregunt¨® al ponente si "se puede considerar abusiva esta pol¨ªtica y si la impugnar¨ªa". En la respuesta, Bastardas, explic¨® que una realidad socioling¨¹¨ªstica compleja puede ser interpretada de maneras diferentes, todas leg¨ªtimas. Constat¨® que en Catalu?a hay desacuerdos sobre la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica que, como tal pol¨ªtica, es perfectible y debe irse evaluando. "La pol¨ªtica es una hip¨®tesis y es preciso analizar sus efectos". Bastardas record¨® la prohibici¨®n sufrida por el catal¨¢n y que Catalu?a es el territorio europeo que ha recibido m¨¢s inmigraci¨®n por razones no b¨¦licas. Para responder a otra participante que defini¨® el castellano como la "lengua d¨¦bil" en Catalu?a y critic¨® el "desequilibrio ling¨¹¨ªstico" promovido por las autoridades catalanas, Bastardas record¨® que la Administraci¨®n central no asume la pluralidad ling¨¹¨ªstica del territorio y funciona s¨®lo con un ¨²nico c¨®digo. Ello conduce, prosigui¨®, a que las administraciones auton¨®micas enfaticen una pol¨ªtica compensatoria para contrarrestar el desequilibrio. La ¨²ltima intervenci¨®n del p¨²blico fue de un congresista extranjero que aplaudi¨® la revitalizaci¨®n del catal¨¢n tras la represi¨®n padecida. "El mejor ejemplo, despu¨¦s del hebreo", concluy¨®. En el debate no hubo intervenci¨®n de ning¨²n representante del Gobierno catal¨¢n ni nadie del nutrido p¨²blico replic¨® las dos intervenciones citadas.