G¨®mez de Lia?o recuerda a Dal¨ª como "un artista de la vida"

"Dal¨ª entend¨ªa la vida como un juego est¨¦tico, era un artista de la vida", afirm¨® ayer el escritor Ignacio G¨®mez de Lia?o (Madrid, 1946) en la presentaci¨®n de su libro El camino de Dal¨ª. Diario personal, 1978-1989 (Ediciones Siruela, www.siruela.com), celebrada en el C¨ªrculo de Bellas Artes. Hoy, a las 20.00, en el mismo lugar, el autor conversar¨¢ con el historiador de arte Francisco Calvo Serraller.

Una fotograf¨ªa de G¨®mez de Lia?o con Salvador Dal¨ª en el teatro-museo de Figueres en 1978 aparece en la portada del libro que recoge, por primera vez, las conversaciones con el artista, los personajes y circunstancias de sus visitas desde 1979 hasta su fallecimiento en 1989, el tiempo del "desmoronamiento" del pintor y la muerte de Gala en 1982. "El diario respond¨ªa a una necesidad interior de escribir, sin intenci¨®n de publicar. Hablo de m¨ª mismo en funci¨®n de los dem¨¢s. Cuento las cosas como las vivo con la figura de Dal¨ª en el centro y su entorno. Han pasado 25 a?os y creo que aporta luz sobre la figura de Dal¨ª y el momento hist¨®rico-cultural".

G¨®mez de Lia?o describe a Dal¨ª como "una figura compleja y un ser eminentemente poli¨¦drica", con sus facetas como pintor, escen¨®grafo y escritor. "Llev¨® su vida de forma libre, conforme a sus necesidades interiores, muy independiente de las circunstancias, metido en el mundo de la fantas¨ªa".

Gala como realidad

El diario personal de G¨®mez de Lia?o recoge las conversaciones "de ¨ªndole muy intelectual hecho vida" con Dal¨ª y sus intereses por los mitos, la literatura y el arte. "Gala escuchaba, sin intervenir, aunque hab¨ªa una gran compenetraci¨®n entre Dal¨ª, como un principio de fantas¨ªa, y Gala, como un principio de realidad. En el trato m¨¢s personal desaparec¨ªa el espect¨¢culo que Dal¨ª preparaba en sus apariciones p¨²blicas, como representaci¨®n y haciendo teatro. Ten¨ªa una curiosidad insaciable de tipo intelectual".

Las conversaciones se centran tambi¨¦n en aspectos de los ¨²ltimos cuadros que realiz¨® el pintor, que G¨®mez de Lia?o considera de tanto inter¨¦s como los de su primera ¨¦poca. "Las condiciones f¨ªsicas no eran las mismas, no tiene el preciosismo de otras etapas, pero muestra una gran coherencia cuando dialoga con Vel¨¢zquez y Miguel ?ngel o se plantea el tema de los bufones".

G¨®mez de Lia?o es partidario de mantener como est¨¢ el reparto del Estado sobre la herencia del pintor ("Dal¨ª evit¨® la manipulaci¨®n de la peque?a pol¨ªtica de campanario") y tiene dudas sobre la tumba del pintor junto a Gala en lugar del museo-teatro, "el propio Dal¨ª convertido en teatro". El libro tiene como ep¨ªlogo una conferencia sobre el mundo como deseo ("Dal¨ª cree que en el fondo de la realidad humana hay deseo, pasi¨®n, fuego") y como ap¨¦ndices se incluyen nueve art¨ªculos, uno de ellos in¨¦dito, sobre el retrato que hizo del Rey.