'Life in a day', de Simple Minds
Life in a day es el debut en disco largo de los Simple Minds, grupo escoc¨¦s capitaneado por el cantante Jim Kerr y el guitarrista Charlie Burchill, autores del principal repertorio del quinteto, que a partir de ma?ana ofrece EL PA?S por 5,95 euros. Se trata del primer paso de un grupo que, en la segunda mitad de los a?os ochenta, seguir¨¢ la senda de los irlandeses de U2, dando el salto a los estadios con un rock apto para entusiasmar a grandes multitudes.
Las ra¨ªces de los Simple Minds est¨¢n en un grupo de nombre provocador. Johnny and the Self Abusers, una de tantas respuestas locales a la estela de furia y subversi¨®n dejada por los Sex Pistols. En Glasgow, su ¨¢spera ciudad de origen, los aspirantes a revolucionarios con imperdibles no son demasiados y en Juanito y los Masturbadores se juntan temperamentos muy dispares y poco compatibles: la banda llega a tener tres guitarristas con vocaci¨®n de solistas.
El sello londinense Chiswick publica el primer single de Johnny and the Self Abusers, Saints and
sinners. Para entonces, la banda se ha partido en dos. Uno de los grupos, los Cuban Heels, coincide con las querencias retro de parte de la new wave y consigue inmediatamente un contrato de grabaci¨®n, aunque su vida profesional resulte corta. La otra escisi¨®n se bautiza como los Simple Minds y opta por un sonido m¨¢s estilizado, con gran presencia de los teclados, y cierta voluntad experimental. Son el cantante Jim Kerr, el guitarrista Charlie Burchill, el teclista Mike McNeil, el bajista Derek Forbes y el baterista Brian McGee, todos naturales de Glasgow.
Su propuesta tiene algo del aroma europeo de lo que algunos empiezan a llamar pos-punk. Y eso es suficiente para que encuentren aliados. En el semanario New Musical Express llaman la atenci¨®n de Ian Cranna, un periodista que pronto se convertir¨¢ en representante de grupos. En Edimburgo se entusiasma Brian Findlay, propietario de una tienda de discos especializada, que monta una independiente, Zoom Records. El dinero lo pone la filial londinense de la compa?¨ªa neoyorquina Arista. Findlay ficha a los Simple Minds. Todos se sienten muy ilusionados y ninguno se toma el trabajo de estudiar la letra peque?a del contrato que les une con Arista.
Life in a day se graba con un productor en ascenso, John Leckie: los escoceses se han fijado en su trabajo con otra ambiciosa banda de Manchester, Magazine. El LP se publica en 1979, recibe grandes cr¨ªticas -hasta se les compara con Roxy Music- y entra en las listas brit¨¢nicas en el n¨²mero 30, aunque luego baja, se?al inequ¨ªvoca de que no han logrado trascender de su principal zona de trabajo, Escocia.
Los siguientes LP, Real to real cacophony y Empires and
dance, tienen ventas menores. Es entonces cuando descubren la importancia de la letra peque?a de los contratos: Arista deja que muera la independiente Zoom y se queda con los derechos de los Simple Minds. El fundador de la compa?¨ªa, Findlay, no se rinde: se une a un abogado, Robert White, para establecer Schoolhouse Management, que gestionar¨¢ los asuntos de los Simple Minds.
White y Findlay inician tortuosas negociaciones con Arista. La compa?¨ªa finalmente acepta darles la carta de libertad de los Simple Minds, a cambio de que renuncien a una cantidad que se les adeuda. En cuesti¨®n de semanas han encontrado un nuevo hogar, Virgin Records. Y un buen padrino, Peter Gabriel, que se los lleva de gira por Europa; de hecho, los Simple Minds aparecer¨¢n en la primera edici¨®n de WOMAD, el festival "¨¦tnico" de Gabriel. Otro amigo, Bono, les presentar¨¢ a Steve Lillywhite, el productor que sabr¨¢ dar grandiosidad a sus canciones. Y Jim Kerr conocer¨¢ a una de sus hero¨ªnas, Chrissie Hynde, la estadounidense que canta al frente de los Pretenders, y que se convertir¨¢ en su esposa.
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