Las mujeres con t¨ªtulo universitario son m¨¢s que los hombres por primera vez

Por primera vez en la historia de Espa?a hay m¨¢s mujeres que hombres con estudios universitarios. Los tiene el 13,9% de las mujeres y el 13,2% de los hombres a partir de 16 a?os, seg¨²n el an¨¢lisis del censo de 2001 publicado por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Este predominio obedece a que las mujeres pisan fuerte y r¨¢pido en la ense?anza superior: en la ¨²ltima d¨¦cada se ha duplicado la proporci¨®n de universitarias (en 1991 lo era el 6,8 de las mujeres y el 8,3% de los hombres). Y ello pese a tener un punto de partida peor: el 40,9 % de las mujeres carece de estudios o s¨®lo ha cursado los primarios, frente al 36% de los varones. Seis de cada 10 nuevos titulados universitarios son tituladas.

La mayor proporci¨®n de mujeres que de hombres con estudios superiores es una de las novedades que ha tra¨ªdo el censo de 2001. El INE acaba de recogerla en su estudio Espa?a al comienzo del siglo XXI. El trabajo contabiliza el porcentaje de poblaci¨®n de 16 o m¨¢s a?os que ha aprobado al menos tres a?os de universidad. Ahora el 13,5% ha alcanzado ese nivel: 2.437.443 mujeres (el 13,9% de la poblaci¨®n femenina) y 2.198.858 hombres (13,2%).

A la secretaria general para las Pol¨ªticas de Igualdad, Soledad Murillo, no le sorprenden los datos del INE. "Las mujeres son mejores alumnas y tienen menor fracaso escolar. Adem¨¢s, prolongan su itinerario formativo. Se ha acabado eso de que la carrera s¨®lo es para los hijos varones. Las madres, muchas sin estudios o amas de casa, son las primeras que animan a las hijas. Ellas quieren tener autonom¨ªa y una profesi¨®n", afirma.

- Evoluci¨®n r¨¢pida. En 1981 s¨®lo ten¨ªa al menos tres cursos universitarios aprobados el 4,5% de las mujeres y el 6,4% de los hombres. Una d¨¦cada despu¨¦s se acortaba la distancia al tiempo que aumentaba el nivel educativo de la poblaci¨®n general (ver gr¨¢fico). Seg¨²n el censo de 1991, el 6,8% de las mujeres y el 8,3% de los hombres alcanzaban ese nivel de estudios superiores. En el siguiente decenio la poblaci¨®n femenina duplic¨® con creces su proporci¨®n de universitarias hasta adelantar a los varones. "La aceleraci¨®n ha sido muy fuerte. Resulta muy llamativo que la proporci¨®n de mujeres universitarias supere a la de los hombres si se tiene en cuenta, por ejemplo, la escasa presencia femenina en la ense?anza superior hace 30 o 40 a?os", afirma el rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa.

- El doble de analfabetas. Pese al sorpasso femenino en los estudios superiores, persisten diferencias por sexos en el nivel educativo general. La proporci¨®n de analfabetas (el 3,5% de las mujeres) supera a la de iletrados (1,6%). Tambi¨¦n hay m¨¢s mujeres que hombres sin estudios (14% frente a 11,6%). Mientras en el nivel de primaria hay casi una equiparaci¨®n, a partir de ah¨ª predominan los hombres hasta llegar a la universidad.

- Diplomadas y licenciados. Las mujeres predominan en las carreras de ciclo corto: el 7,4% de la poblaci¨®n femenina ha aprobado tres cursos universitarios frente al 5,9% de los hombres. En el nivel de licenciatura destacan los hombres. Son licenciados el 6,7% y licenciadas, el 6,1%. En el doctorado se mantiene esa t¨®nica : el 0,7% de los varones y 0,4% de las mujeres.

- Seis de cada diez titulados. El INE se?ala que casi seis de cada diez alumnos que se grad¨²an son mujeres. En 2001 finalizaron la carrera 208.216 estudiantes (el 59,1%, eran mujeres). Ese curso 2001-02 estaban matriculados en las universidades espa?olas 1.526.907 estudiantes. M¨¢s de la mitad eran alumnas (819.616, el 53,6%). En el alumnado inscrito por primera vez, la proporci¨®n femenina aumenta un punto, hasta el 54,6%. Seg¨²n los ¨²ltimos datos de selectividad, de 2003, casi seis de cada 10 aspirantes a universitarios son mujeres (58,3% de los matriculados en las pruebas de acceso ). Aprueban en una proporci¨®n algo mayor que los chicos: el 79,6% frente al 78,7%.

- Menos ingenieras. Alumnos y alumnas muestran distintas inclinaciones. Los hombres optan por estudios cient¨ªfico-t¨¦cnicos (un 46% se matricul¨® en estas carreras en 2003). Las mujeres se inclinan m¨¢s hacia las ciencias sociales (el 30% se inscribi¨® en ellas) y las ciencias de la salud (29,2%). Si se tiene en cuenta el total de titulados, la menor presencia femenina se da en las ingenier¨ªas: el 15,8% de los ingenieros son mujeres (ver gr¨¢fico). "Esta menor presencia de mujeres en las ingenier¨ªas puede deberse en buena medida a que llevan a puestos de decisi¨®n y las mujeres perciben un techo de cristal m¨¢s bajo en esas profesiones, o sea mayores dificultades para hacer carrera", se?ala Murillo.

- Pocas catedr¨¢ticas. La mayor presencia femenina en la universidad no se refleja en el profesorado. En el curso 2000-01 las universidades espa?olas ten¨ªan 104.076 docentes de los que 36.385 eran mujeres (34,9%). Ellas ocupan el 12,7% de las c¨¢tedras.

- El doble de activas en 20 a?os. En 1981, el 22,4% de las mujeres en edad de trabajar eran activas (trabajaban o buscaban empleo). En 2001, esta proporci¨®n pr¨¢cticamente se hab¨ªa duplicado: el 43,7% de las mujeres eran activas, seg¨²n el trabajo del INE. En el mismo periodo la tasa de actividad masculina descendi¨® del 73,1% al 68,2%.

- M¨¢s paro femenino. Las trabajadoras sufren una tasa de paro mayor. En 1981 el desempleo femenino era del 20,8%. En 1991, sub¨ªa al 26,8% para descender al 18,7% en 2001. En cambio el desempleo entre los varones, apenas vari¨® entre 1981 y 1991 (pas¨® del 14,7% al 14,9%). A partir de entonces se redujo hasta el 11,1% de 2001. "No hay ninguna justificaci¨®n para que el paro femenino sea tan alto", sostiene Murillo. A su juicio, el mercado laboral debe dejar de penalizar a las mujeres. Para ello, la conciliaci¨®n de la vida familiar y laboral deber¨ªa ser "cosa de todos". "La doble jornada es un gran inconveniente para la carrera de las mujeres", asegura Berzosa.