El nuevo Instituto Aranzadi destinar¨¢ sus beneficios a la creaci¨®n de becas
La Sociedad de Ciencias Aranzadi ha constituido el Instituto Aranzadi, una figura que permitir¨¢ a los investigadores desarrollar los proyectos remunerados de una forma m¨¢s profesional y bajo par¨¢metros empresariales, al tiempo que servir¨¢ de veh¨ªculo para divulgar estos trabajos. Los beneficios que se obtengan se destinar¨¢n a crear becas y sacar adelante proyectos que resultar¨ªan deficitarios para la entidad cient¨ªfica, pero que son "interesantes" para la sociedad, seg¨²n explic¨® ayer el gerente del nuevo organismo, Mikel Etxagibel.
La actividad de Aranzadi se repartir¨¢ as¨ª entre el nuevo instituto, que asumir¨¢ los proyectos m¨¢s profesionalizados, y la sociedad, que se reserva los trabajos no pagados, en los que la participaci¨®n ciudadana es muy importante. Con esta reestructuraci¨®n, Aranzadi, que el pasado a?o desarroll¨® 204 proyectos remunerados, pretende encarar los retos de la sociedad del conocimiento del siglo XXI y adaptarse a la realidad de la investigaci¨®n en Europa, seg¨²n subray¨® su secretario general, Juantxo Agirre.
Desde el pasado marzo, Agirre y el presidente de Aranzadi, Jos¨¦ Miguel Larra?aga, encabezan por segundo mandato el equipo de gobierno de la entidad, que tiene tambi¨¦n entre sus objetivos de futuro renovar y ampliar sus infraestructuras. Para ello, ya ha encargado un proyecto de reforma de su sede principal, situada en Zorroaga, que se completa con una de las torres de Arbide, cedida desde hace 25 a?os por Kutxa y ubicada en Miram¨®n. En cualquier caso, Aranzadi, sociedad fundada en 1947 que cuenta con once secciones y m¨¢s de 1.600 socios, no descarta hacerse con alg¨²n edificio m¨¢s. Necesita 4.500 metros cuadrados m¨¢s para dar cabida a toda su actividad, fondos y colecciones.
El presidente de Aranzadi conf¨ªa en las subvenciones de las instituciones para hacer realidad sus planes. Sin embargo, tambi¨¦n inst¨® a las empresas y particulares que obtienen beneficios a que dediquen una parte de ellos al mecenazgo, un gesto que es respondido por la Hacienda vasca con importantes exenciones fiscales.
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