Una comparaci¨®n imposible

Por todos es sabido que las comparaciones son odiosas. Pero es que, adem¨¢s, a veces son imposibles. "Amnist¨ªa Internacional jam¨¢s hace comparaciones por pa¨ªses", declar¨® el director de la secci¨®n espa?ola de la organizaci¨®n, Esteban Beltr¨¢n, a petici¨®n de este peri¨®dico. "Nunca comparamos pa¨ªses. Es, sobre todo, injusto para las v¨ªctimas, y adem¨¢s es injusto porque necesitar¨ªa tantos matices que es imposible hacerlos", prosigui¨® Beltr¨¢n. "Si tuviera que dar una respuesta, pues no, obviamente no se vive mejor en t¨¦rminos de derechos humanos ni en Guinea, ni en Cuba, que en Espa?a. Claro que no", explic¨® contundente el director de AI-Espa?a. "Publicar el gr¨¢fico que se public¨®, sin m¨¢s explicaciones que encuadrar a pa¨ªses bajo ep¨ªgrafes, sin ning¨²n otro tipo de matiz, lleva a la gente a comparar de forma simplista", relat¨® Beltr¨¢n.

Cuestionar el informe anual de Amnist¨ªa es algo "leg¨ªtimo, v¨¢lido y ocurre en todas partes", en opini¨®n de Beltr¨¢n. "Todo el mundo piensa que Amnist¨ªa es estupenda hasta que habla de su pa¨ªs. No es f¨¢cil reconocer que en un pa¨ªs democr¨¢tico como Espa?a hay malos tratos y torturas, hay homicidios ileg¨ªtimos, hay menores expulsados ilegalmente... Claro que no es f¨¢cil reconocer esto, y adem¨¢s es emnos f¨¢cil si piensas que en Cuba, que en Colombia, tambi¨¦n lo hay, la diferencia fundamental es que en algunos pa¨ªses esa pr¨¢ctica es una pol¨ªtica de Gobierno y en Espa?a no lo es".

Pero hay otra diferencia que marca muchas distancias. Lo que Amnist¨ªa Internacional no puede contar. Y no puede contar no porque se lo calle, sino porque sencillamente hay pa¨ªses blindados al escrutinio de las organizaciones de derechos humanos. Arabia Saud¨ª, China, Corea del Norte, Cuba... Todos ellos son pa¨ªses cerrados. Pa¨ªses sellados a la informaci¨®n. Pa¨ªses tan opacos que a vuela pluma har¨ªan imaginar una vida en ellos calcada de la declaraci¨®n de derechos del hombre.

"No podemos decir que en Cuba no haya torturas y malos tratos. En Cuba tenemos much¨ªsimas dificultades para comprobar esto sobre el terreno", explica y explica Beltr¨¢n. "Desde el a?o 1978, a Amnist¨ªa Internacional no se le permite hacer una misi¨®n de investigaci¨®n en Cuba pese a que cada a?o la pide", apunta el responsable de AI. "Pero s¨ª denunciamos que hay un incremento de la represi¨®n a la disidencia, que se est¨¢n produciendo oleadas masivas de detenciones y que s¨®lo hemos tenido acceso a 73 de los 75 sumarios oficiales de los, para nosotros, presos de conciencia que ahora est¨¢n en la c¨¢rcel".

"Los Gobiernos que se cierran son los Gobiernos que tienen algo que ocultar", asegura. Denunciar que en Alemania, Francia o Austria hay "homicidios ileg¨ªtimos" es un acto de salud democr¨¢tica. "Podemos denunciar porque podemos investigar, tanto en Alemania como en Austria ha muerto gente bajo custodia policial; en Francia ha habido muertes durante procesos de expulsi¨®n", comenta Beltr¨¢n, quien considera que el debate -o en este caso la pol¨¦mica- "es sano".

Pero el representante de Amnist¨ªa no quiere dejar de mencionar que hay otros peligros adem¨¢s de las dictaduras: la ruptura de la reglas por parte de las democracias consolidadas. "?se es el mayor peligro, cuando se produce la tortura sistem¨¢tica en una parte del mundo por las fuerzas de ocupaci¨®n de un pa¨ªs como EE UU. Cuando la democracia m¨¢s antigua del mundo, cuando el Reino Unido, en virtud de su ley antiterrorista, detiene a la gente con pruebas secretas. Es entonces cuando se debilita el sistema", explica. "Cuando se invade Irak sin ning¨²n tipo de respeto a las normas internacionales se debilita el sistema. Guant¨¢namo cuestiona toda la legislaci¨®n internacional. Nadie ha reconocido nunca, excepto EE UU, que mantenga a 600 personas sin ninguna garant¨ªa. La gente lo oculta, cuando lo reconocen es un atentado brutal contra las reglas. El ataque m¨¢s brutal contra los derechos humanos".