Mucho (o todo) por hacer
Medio a?o despu¨¦s de que la Copa del Am¨¦rica recayese en Valencia seguimos sin saber claramente c¨®mo vamos a aprovechar el evento para consolidar una estrategia a largo plazo que aproveche su impulso y avanzar en los cuatro vectores de futuro que tiene nuestro territorio: el medio ambiente, las nuevas tecnolog¨ªas, la log¨ªstica y el turismo. Por lo que respecta a este ¨²ltimo, es absolutamente prioritario desarrollar un plan con escenarios multiescalares (en tiempo y espacio) que permitan definir los aspectos estructurales de la actividad. Pero parece bastar la gen¨¦rica (y resbaladiza) apelaci¨®n a la "calidad" para conjurar toda necesidad de explicarse y nada se sabe sobre los asuntos esenciales del modelo: las tipolog¨ªas de clientela deseables y posibles, el modelo y cuant¨ªa del alojamiento, el modo de empleo del tiempo y del espacio, las caracter¨ªsticas del producto y los sistemas promocionales a largo plazo. No s¨¦ si existe ese Plan. Me temo que no, pero si existiera (y deber¨ªa existir) convendr¨ªa que los ciudadanos pudi¨¦ramos consultarlo y enjuiciarlo para proponer mejoras, pr¨¢ctica democr¨¢tica tan elemental como inusual, como si a una sociedad tan din¨¢mica y vital como la valenciana no le concerniera su futuro.
Adem¨¢s de ofertas arquitect¨®nicas se requieren contenidos, ofertas de tiempo para atraer al turismo
Amplia experiencia tenemos sobre el particular, especialmente porque la tendencia general hacia la pol¨ªtica-espect¨¢culo ha sido en Valencia el fundamento de la acci¨®n pol¨ªtica. Ninguna autonom¨ªa como la nuestra ha impulsado intervenciones p¨²blicas tan destacadas en la materia. La recurrencia a la arquitectura-espect¨¢culo (nefasta e incondicional aliada de la pol¨ªtica-espect¨¢culo) ha tenido, sin embargo, resultados muy poco satisfactorios. Hab¨ªa una extendida convicci¨®n de que las dispendiosas obras de los arquitectos-estrella bastar¨ªan para convocar flujos tur¨ªsticos intensos y permanentes de "elevada calidad" y toda oposici¨®n a estas tesis se percib¨ªa como una felon¨ªa interesada que escond¨ªa prop¨®sitos bastardos. Pero la realidad ha sido otra (incluso el efecto Guggenheim se desvanece), pues, adem¨¢s de piezas arquitect¨®nicas, se requieren contenidos, ofertas de tiempo.
Valencia no va tur¨ªsticamente bien. Pese a la reciente construcci¨®n de hoteles sigue siendo, junto a Bilbao, la capital espa?ola de m¨¢s de 300.000 habitantes con menor tasa de plazas hoteleras por habitante (75 por cada 10.000, lejos de las 91 de Barcelona, las 110 de Madrid o Sevilla y las 120 de Granada). Y eso que lidera la segunda autonom¨ªa en producci¨®n industrial y exportaciones, y que es una ciudad costera con una buena provisi¨®n de playas, condici¨®n que comparte s¨®lo con Barcelona.
Los pocos hoteles no est¨¢n recompensados con una ocupaci¨®n decente. Las cifras de 2002, ¨²ltimas publicadas por el INE, refieren una frecuentaci¨®n anual media del 45,80% (a casi 10 puntos porcentuales de la de Madrid y a 17 puntos de la de Barcelona), a la cola de las 10 capitales espa?olas con mayor n¨²mero de camas, salvo Santiago de Compostela.
Las inversiones de la Generalitat en materia de pol¨ªtica-espect¨¢culo han vaciado sus arcas y aumentado la deuda de manera alarmante. Siendo nuestro margen de error muy limitado, la inversi¨®n p¨²blica deber¨ªa centrarse exclusivamente en aquellas cuestiones estructurales que procuren avances estrat¨¦gicos a largo plazo.
Consecuentemente, el camino no es la pol¨ªtica-espect¨¢culo. No estoy solo en esta tesis: el viernes 21 The Economist (un medio circunspecto y conservador) ped¨ªa que Londres desistiera de la nominaci¨®n ol¨ªmpica de 2012 arguyendo que los Juegos no aportar¨ªan nada a la ciudad y saldr¨ªan muy caros a los ciudadanos. Pero, frente al escepticismo de los pa¨ªses ricos del Norte de Europa, los pa¨ªses meridionales siguen empe?ados en impulsar macroproyectos finalistas. La Eurocopa de Portugal y los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas son poca cosa en comparaci¨®n con los proyectos espa?oles: Barcelona (Forum), Valencia (Copa del Am¨¦rica), Zaragoza (Expo) y Madrid (Juegos Ol¨ªmpicos). Una muestra apabullante de la propensi¨®n de nuestros pol¨ªticos (todos) a la alegre facundia derrochadora.
Estuve el d¨ªa 15 en el Forum. Para ser el primer s¨¢bado desde su apertura oficial aquello era desolador. Y eso que dejaban ya entrar comida. Carencias de contenido real, prisas en la ejecuci¨®n de las obras, contradicciones e incoherencias (?tanto despilfarro de energ¨ªa para predicar el ahorro de energ¨ªa!). Y un gran vac¨ªo de p¨²blico. Una muestra contundente de la neotendencia de la sociedad catalana a la banalidad tecnoverborreica. No servir¨¢ de escarmiento.
Mientras seguimos la senda de la pol¨ªtica-arquitectura-espect¨¢culo, languidecen presas del olvido las playas. Pese a que en el ?rea Metropolitana dispongamos del 8% de las playas urbanas cualificadas de Espa?a y podamos tener otro tanto si activamos el litoral Norte, carecemos de un Plan que las ponga en valor y las proyecte al mercado, que defina y concrete un producto tur¨ªstico susceptible de atraer flujos, quiz¨¢ porque han demonizado de la manera m¨¢s fr¨ªvola el turismo de sol y playa (aunque supera el 90% de los flujos tur¨ªsticos reales). Y sin reflexi¨®n ni rumbo, vamos como pollos sin cabeza, girando aceleradamente sobre nuestra nimiedad (tur¨ªstica).
Jos¨¦ Miguel Iribas es soci¨®logo.
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