?Qu¨¦ fue de Covisint?
?Y qui¨¦n o qu¨¦ era Covisint? En febrero de 2000, algunos de los grandes fabricantes de autom¨®viles creaban una plataforma que estaba, seg¨²n sus promotores, destinada a convertirse en una de las grandes del sector negocio a negocio (business-to-business o B2B, seg¨²n los acr¨®nimos al uso) en el entonces naciente y prometedor comercio electr¨®nico.
Covisint surg¨ªa de un acuerdo entre Ford, General Motors y Daimler-Chrysler que pretend¨ªan convertirlo en el mercado electr¨®nico donde acudieran fabricantes de autom¨®viles e industria auxiliar del sector, de modo que se pudieran seleccionar las mejores ofertas presentadas por los proveedores de componentes, servicios e informaci¨®n. En el proyecto estaban tambi¨¦n implicadas empresas tecnol¨®gicas del relieve de Oracle y Commerce One, por lo que la plataforma estaba destinada a convertirse en una de las m¨¢s importantes de todo el mundo ya que los requerimientos anuales de s¨®lo las tres empresas mencionadas ascend¨ªan a 250.000 millones de d¨®lares. De esta manera, las empresas fabricantes pretend¨ªan ahorrar enormes cantidades en las compras a proveedores por lo que el ¨¦xito se auguraba de tal calibre que para 2003 se proyectaban cifras de negocio en este tipo de plataformas del orden de los 400.000 millones de d¨®lares anuales.
Pues bien, cuatro a?os despu¨¦s de su creaci¨®n y sin que casi se hubiera vuelto a hablar de ella, la empresa de tecnolog¨ªa Compuware compraba Covisint por una cantidad que, aunque no se ha hecho p¨²blica, parece ser que est¨¢ muy lejos de los 500 millones de d¨®lares que se invirtieron en ella. Lo mejor de esta noticia es que nos recuerda que, a pesar de todo, sigue habiendo vida en el sector, aunque todo lo que en ¨¦l ocurre sea de dimensiones mucho m¨¢s modestas que lo que inicialmente se preve¨ªa. En algunos casos, el fracaso de este tipo de iniciativas estuvo provocado no s¨®lo por lo megal¨®mano de los proyectos, sino por la inexistencia de una tecnolog¨ªa que estuviera a la altura de esas ambiciones.
La historia de Covisint ilustra lo que fueron las ambiciones del sector tecnol¨®gico en el albor del nuevo siglo y c¨®mo la pasi¨®n por quemar etapas termin¨® por darse de bruces con una realidad mucho m¨¢s lenta y prosaica, provocando una enorme destrucci¨®n de capital que est¨¢ perfectamente reflejada por la evoluci¨®n del ¨ªndice Nasdaq Composite que perdi¨® en dos a?os y medio un 78%. Ahora, y tras una r¨¢pida recuperaci¨®n entre marzo de 2003 y marzo de 2004, este ¨ªndice parece haberse estancado, incapaz de superar el 100% de revalorizaci¨®n desde sus m¨ªnimos en el entorno de 1.100.
Ni siquiera la salida a Bolsa de Google ha conseguido animar la cotizaci¨®n de valores similares, como Yahoo!, algo que en circunstancias de mercados m¨¢s animosos se habr¨ªa dado por hecho que iba a suceder. De ah¨ª que, en lo que va de a?o, la rentabilidad media en euros de los fondos tecnol¨®gicos que se distribuyen en Espa?a se sit¨²e ligeramente por encima de cero.
Juan Ignacio Crespo es director de An¨¢lisis de Lipper.
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