Una gota de agua para sembrar

Hac¨ªa semanas que el Teatro de Benic¨¤ssim hab¨ªa colgado el "no hay localidades". La oferta, bastante alejada de los vistosos y comerciales espect¨¢culos dirigidos al gran p¨²blico. La obra, una pieza de teatro para beb¨¦s de seis meses a tres a?os. La respuesta, desbordante. Hasta el punto de que, en una reacci¨®n r¨¢pida, la ¨²nica funci¨®n prevista fue ampliada a tres debido a la demanda recibida en los ¨²ltimos d¨ªas.

El espacio blanco de la nada fue el origen de Pupila de agua, una obra estrenada aproximadamente hace un a?o y que, por primera vez, se represent¨® ayer en la Comunidad Valenciana. La pieza no es una historia simple, pero tampoco compleja y s¨ª muy cercana. Cargada de simbolismos y met¨¢foras para los adultos, cuenta la historia de una emoci¨®n, personificada en una ni?a sola, incapacitada para el llanto porque no tiene l¨¢grimas. La imaginaci¨®n sobre el origen de una gota de roc¨ªo provoca la emoci¨®n que le permite el llanto real y la expresi¨®n de sus sentimientos que, adem¨¢s, pone en marcha el ciclo de la vida.

Hecha para un p¨²blico sin prejuicios, el mayor problema al que se enfrent¨® la compa?¨ªa La casa incierta en la concepci¨®n de la obra fue el lenguaje, la comunicaci¨®n entre el creador, las actrices, adultas, y los ni?os. Con un elemento central y tan "universal" para todas las edades como es el agua, la narraci¨®n se realiza, fundamentalmente, a trav¨¦s de lenguaje no verbal, a trav¨¦s de los sentidos tan desarrollados en los m¨¢s peque?os: con la traducci¨®n del texto a la m¨²sica, al sonido (tambi¨¦n el gutural), al movimiento, al gesto, a la poes¨ªa, a un ambiente o un color.

Todos ellos recibieron ayer, tambi¨¦n realmente, una gota de agua con la que empezar a sembrar.