El goleador, en el div¨¢n
Luis Fabiano, delantero del S?o Paulo seguido por el Bar?a, doma su explosivo car¨¢cter con la ayuda de su pareja y una psic¨®loga
Luis Fabiano marc¨® el jueves dos de los cuatro goles con los que el S?o Paulo derrot¨® al T¨¢chira, venezolano, y pas¨® a las semifinales de la Copa Libertadores. El delantero brasile?o se situ¨®, adem¨¢s, como m¨¢ximo goleador del torneo: 8 tantos. Casi al final, tras un choque, un rival coloc¨® su cara a un cent¨ªmetro de la suya con ganas de pelea. El duelo de miradas no fue a mayores. Luis Fabiano se retir¨® esbozando una sonrisa. Hace seis meses habr¨ªa perdido los nervios por en¨¦sima vez y respondido violentamente a la provocaci¨®n. No en vano en 2003 fue expulsado en seis ocasiones y coleccion¨® tantas amonestaciones como el m¨¢s rudo defensa. Pero su car¨¢cter, anta?o explosivo, ha experimentado una mutaci¨®n mientras su oficio goleador sigue progresando.
Dotado de un gran nivel t¨¦cnico con el bal¨®n, imprimiendo una veloz verticalidad a sus escapadas y conquistando los rincones m¨¢s escondidos de las porter¨ªas ajenas con frecuencia, frialdad y precisi¨®n envidiables, Luis Fabiano (Campinas, 1980) se ha convertido en la referencia ofensiva del f¨²tbol brasile?o. Vive del gol, pero, por a?adidura, sabe jugar bien de espaldas, busca la pared y se desmarca de manera sigilosa. Con s¨®lo 23 a?os, ya suma 113 tantos en 150 partidos con el S?o Paulo, superando las cifras de hist¨®ricos como Careca y amenazando las de Ra¨ª o el m¨ªtico Le¨®nidas.
Pero a menudo los arrebatos nerviosos le empa?aban. Como cuando fue expulsado por dar un cabezazo a un jugador del Corinthians para dedicar despu¨¦s un insulto machista a Silvia Regina, la ¨¢rbitra. Ahora, eso s¨ª, parece haber recuperado la cordura con el apoyo de otras dos mujeres. Una es Juliana, estudiante de Derecho, con la que est¨¢ a punto de tener una hija. Otra, Regina Brand?o, reputada psic¨®loga, recomendada por la Confederaci¨®n Brasile?a de F¨²tbol (CBF), que trabaja su aspecto emocional con sesiones terap¨¦uticas para fomentar el autocontrol y que opina que su inminente paternidad le ayudar¨¢ a estabilizar su temperamento. "Me explic¨® que el costado derecho del cerebro es el de la calma y el izquierdo el del nerviosismo. Antes, el izquierdo deb¨ªa de estar enorme, pero ahora se tranquiliz¨®", comenta con humor. Claro que el tratamiento no impide las reca¨ªdas: en marzo fue expulsado por una tremenda entrada a un oponente y dedic¨® un corte de mangas a la hinchada contraria.
Muchos buscan en su infancia los or¨ªgenes de su fogosa personalidad. Se cri¨® con su madre en Campinas, cerca de la capital paulista, y con su abuelo, antiguo futbolista, como figura paterna. Su padre se desentendi¨® de la familia antes de su nacimiento. Fue un menino amable, mal estudiante, travieso, pero no violento, seg¨²n sus profesores y que casi no hizo trabajo futbol¨ªstico de base hasta los 17 a?os, en el Ponte Preta, tras una mala experiencia en el Guaran¨ª.
Los ojeadores del Rennes segu¨ªan su evoluci¨®n y se lo llevaron a Francia en 2000. Con 19 a?os, no se adapt¨®, apenas jug¨® y tuvo roces con los t¨¦cnicos. Se hab¨ªa saltado las fases de aprendizaje naturales. As¨ª, fue cedido al S?o Paulo en 2001. Al lado de figuras emergentes, como Kak¨¢, sus 30 goles certificaron entonces que es algo serio ante la porter¨ªa rival. El Rennes lo recuper¨® a comienzos de 2002, pero s¨®lo tard¨® seis meses en devolv¨¦rselo al S?o Paulo, esta vez traspasado, con un contrato hasta 2008 y una cl¨¢usula de rescisi¨®n de 20 millones de d¨®lares que los directivos paulistas est¨¢n dispuestos a defender ante el inter¨¦s de varios equipos europeos, entre ellos el Barcelona. En 2002 fue el m¨¢ximo goleador del campeonato brasile?o, junto a Rodrigo Fabri, ambos con 19 goles, y en 2003 marc¨® 46 en 56 encuentros, los cuales le llevaron incluso a disputar tres con la selecci¨®n nacional. Pero, tras ser expulsado en diciembre despu¨¦s de una tangana con el River Plate en la Supercopa suramericana, el seleccionador, Luis Alberto Parreira, le dio un toque de atenci¨®n: "Actitudes como ¨¦sa no tienen cabida. Tiene que mejorar su autocontrol".
?se pudo ser el punto de inflexi¨®n para la nueva versi¨®n de Luis Fabiano. Ya sea por la terapia o por los consejos de los t¨¦cnicos y su entorno familiar, ahora parece dispuesto a no tirar su prometedora carrera por la borda: anot¨® dos goles en el amistoso que Brasil jug¨® contra Hungr¨ªa en abril y despert¨® los elogios de Parreira: "Se ha convertido en un excelente dolor de cabeza".
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