"Los inversores siguen siendo demasiado optimistas sobre el futuro de las bolsas"
Es marzo de 2000. Los mercados burs¨¢tiles siguen en estado de ebullici¨®n. Las librer¨ªas del mundo se encuentran repletas de libros-f¨®rmula sobre c¨®mo hacerse millonario vendiendo y comprando acciones en el mismo d¨ªa. Entre todo el bullicio, aparece una voz solitaria. Se trata de Robert J. Shiller (Michigan, 1946), un economista de la Universidad de Yale que p¨²blica Exuberancia irracional (Editorial Turner), en la que da el toque de alarma sobre la peligrosa volatilidad del mercado y el riesgo de la adicci¨®n a las bolsas por parte de EE UU. Shiller acaba de publicar en espa?ol El nuevo orden financiero (tambi¨¦n en Editorial Turner), en la que traza una hoja de ruta para el desarrollo de instrumentos financieros que sirvan para resolver problemas tan complejos como el desequilibrio en las pensiones o el peligro de las burbujas inmobiliarias.
Pregunta. El t¨¦rmino "exuberancia irracional" pasar¨¢ a la historia como la definici¨®n de lo que pasaba en los mercados burs¨¢tiles a finales de los noventa. ?Por qu¨¦ funcion¨® tan bien?
Respuesta. Es una conjugaci¨®n de palabras muy original y su efecto en los mercados, cuando Greenspan las dijo en un corto discurso televisado durante una cena en 1996, fue terrible. El mercado japon¨¦s era el ¨²nico que estaba abierto en esos momentos y empez¨® a caer inmediatamente. En la ma?ana siguiente todas las bolsas despertaron a la baja. Nadie pod¨ªa creer que esas dos simples palabras afectaran tanto a los inversores. Sirvieron para demostrar que el empuje de los mercados se sustentaba en la psicolog¨ªa.
P. ?La burbuja de los noventa pudo haber sido evitada?
R. En 1996, Alan Greenspan dijo estar preocupado por la exuberancia irracional de los mercados. En 1997, sin embargo, parece que se retract¨® al decir que la econom¨ªa estadounidense hab¨ªa entrado en una "nueva era". Si se hubiera mantenido fijo en su idea de 1996 habr¨ªa moderado el desplome.
P. ?La psicolog¨ªa de los inversores decide la marcha de las bolsas?
R. El mercado de acciones, en general, depende de la conducta de los inversores, que es regida por decisiones que son b¨¢sicamente psicol¨®gicas. Comprar o vender una acci¨®n, al fin y al cabo, es una decisi¨®n psicol¨®gica. Los resultados empresariales influyen, pero la evoluci¨®n del mercado se debe a la psicolog¨ªa de los inversores.
P. ?C¨®mo han cambiado las percepciones de los inversores tras la brusca ca¨ªda de la Bolsa?
R. No han cambiado tanto. Despu¨¦s de pasar por una fase de pesimismo a corto plazo muy acusada, los inversores siguen siendo demasiado optimistas sobre el futuro de las bolsas. No han aprendido de sus errores a finales de los noventa. Muchos inversores que se cre¨ªan genios de las finanzas en la bonanza de los noventa tienen ahora un poco m¨¢s de humildad, pero la mayor¨ªa sigue siendo demasiado optimista.
P. En su ¨²ltimo libro propone nuevos instrumentos financieros para controlar tipos de riesgo que van m¨¢s all¨¢ de las finanzas. ?Todo riesgo pude ser controlado?
R. Muchos riesgos, que afectan a nuestra vida cotidiana, pueden ser controlados y todav¨ªa no lo son. El alcance de control de riesgo en los pr¨®ximos a?os ir¨¢ m¨¢s all¨¢ del ¨¢mbito de las finanzas. Es la democratizaci¨®n de los mercados. No se trata de que m¨¢s personas puedan invertir en Bolsa. M¨¢s bien el objetivo debe ser crear instrumentos que incorporen nuevos conceptos fuera de las finanzas. En el mercado burs¨¢til lo que se cotiza y negocia son los ingresos de las empresas, pero las empresas en EE UU s¨®lo representan el 10% del PIB. Estamos dejando afuera una gran parte de la econom¨ªa. Hoy en d¨ªa hay ¨ªndices para indicadores econ¨®micos que antes no exist¨ªan. Esto nos permite un nuevo abanico de posibilidades.
P. ?Qu¨¦ se podr¨ªa hacer sobre el sistema de pensiones?
R. Es necesario diversificar el riesgo. En los sistemas de pensiones la diversificaci¨®n no es un factor que se toma en cuenta. A los j¨®venes les toca asumir todo el riesgo, mientras los pensionistas tienen una seguridad total. La idea es que el pensionista cobre de acuerdo con el nivel general de los salarios de la naci¨®n, y no de manera independiente, como ahora.
P. ?Qu¨¦ otro instrumento podr¨ªa ser ¨²til ahora mismo?
R. Estamos tratando de crear un instrumento financiero que permita vender y comprar acciones relacionadas con un ¨ªndice de precios de vivienda. Esto permitir¨ªa, por ejemplo, que si el precio de una vivienda baja, el riesgo del comprador est¨¢ controlado porque el valor de ese instrumento financiero aumentar¨ªa en relaci¨®n directa. En Europa, donde muchas ciudades est¨¢n sufriendo de una burbuja inmobiliaria, esto ser¨ªa muy ¨²til. La gente que compra una casa en Madrid o en cualquier parte de Espa?a se est¨¢ arriesgando porque pide un pr¨¦stamo, y si los precios caen, sus inversiones sufrir¨¢n mucho.
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