La poeta Pilar Paz Pasamar retorna a la narrativa con los relatos reunidos en 'Historias b¨¦licas'
La poeta Pilar Paz Pasamar, jerezana y airosa superviviente de la Generaci¨®n del 50, es de sobras conocida por el p¨²blico iniciado. La narradora que esta misma mujer encarna, promete todav¨ªa dar muchas sorpresas. La ¨²ltima de ellas es el volumen de relatos Historias b¨¦licas, que acaba de ver la luz en Algaida. El libro supone una reedici¨®n de las Historias balnearias que vieran la luz en la colecci¨®n Calemb¨¦, con el a?adido de dos piezas reunidas como Historias del mar de C¨¢diz.
La autora justifica el t¨ªtulo con estas palabras: "Alguien va a decir que hay algo de fraude -inofensivo, por otro lado- en el t¨ªtulo. El lector que busque batallitas, me temo, no las va a encontrar. La guerra del libro es la que se libra en la conciencia de cada persona, aunque tambi¨¦n hay un conflicto b¨¦lico latente en la memoria de uno de los personajes, una ni?a como fui yo, ya que la guerra me toc¨® muy peque?a", comenta.
"En un principio iba a llamarlas Historias beligerantes, puesto que hay beligerancia en muchos de estos relatos: la emigraci¨®n, la defensa de la mujer, el atraso y la servidumbre que hemos sufrido, pero todo ello muy tierno y suave", asegura Pilar Paz. Mon¨®logos, cartas, t¨¦cnicas discursivas variadas, son las que emplea la escritora para dibujar su personal universo narrativo. Un universo que, dicho sea de paso, se le revel¨® despu¨¦s de una larga y reconocida trayectoria en el ¨¢mbito del verso. "Soy tan optimista que espero ir con el ritmo de estos ¨²ltimos a?os, irme metiendo poco a poco en el mundo literario", ironiza.
"He llegado tarde a la narrativa, pero con much¨ªsima ilusi¨®n. Me rejuvenece pensar que me he iniciado en esta disciplina con los que yo llamo los Calemb¨¦: Garc¨ªa Arg¨¹ez, C¨®zar, Ram¨ªrez Escoto, F¨¦lix J. Palma, con todos ellos codo con codo", explica. Esta tard¨ªa vocaci¨®n narradora lleg¨®, seg¨²n Pilar Paz, como necesidad. "Ten¨ªa una carencia, como el que ha crecido y tiene un miembro que no se ha desarrollado. Hasta que un d¨ªa ese brazo llega a la altura del otro y viene la armon¨ªa", afirma la autora. Pilar Paz niega tajantemente que la prosa amenace apartarla de la dedicaci¨®n po¨¦tica, la misma que cultiva desde su primer uso de raz¨®n.
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