Chalabi inform¨® a Ir¨¢n de que EE UU hab¨ªa descifrado sus c¨®digos secretos
Los ultraconservadores de Washington defienden al l¨ªder iraqu¨ª ex aliado del Pent¨¢gono
La guerra particular entre el Gobierno estadounidense y Ahmed Chalabi, el dirigente chi¨ª que fue durante a?os el mejor amigo del Pent¨¢gono, se convierte en una gran escalada. Fuentes de los servicios de informaci¨®n han revelado a varios medios de comunicaci¨®n que Chalabi dijo a Ir¨¢n que EE UU hab¨ªa conseguido penetrar sus c¨®digos de inteligencia y que ten¨ªa acceso a las comunicaciones secretas que sal¨ªan de Teher¨¢n. En Washington, el ala m¨¢s dura del neoconservadurismo trata de recuperar -por ahora, sin ¨¦xito- las relaciones entre el Gobierno y Chalabi.
La acusaci¨®n general de que Chalabi hab¨ªa pasado datos a Ir¨¢n se formul¨® hace semanas. Poco despu¨¦s, el 20 de mayo, la polic¨ªa iraqu¨ª, en presencia de soldados norteamericanos, registr¨® la casa del que fue en su momento el hombre clave de Washington para el futuro de Irak; furioso, Chalabi declar¨® rotas sus relaciones con la Coalici¨®n. Ahora, las fuentes de los servicios de informaci¨®n, con el visto bueno de la Administraci¨®n de Bush, han se?alado que Chalabi descubri¨® a sus amigos iran¨ªes que EE UU "hab¨ªa roto el c¨®digo de comunicaciones secretas del espionaje iran¨ª, traicionando de esta forma una de las fuentes de informaci¨®n m¨¢s ¨²tiles sobre Ir¨¢n". La informaci¨®n fue adelantada por la CBS y corroborada por The New York Times, The Washington Post y Los Angeles Times, que la hab¨ªan retenido a petici¨®n del Gobierno para no alterar la investigaci¨®n. La petici¨®n fue anulada el martes, en vista de que iban a empezar las filtraciones.
En concreto, y seg¨²n los nuevos detalles, Chalabi dijo hace seis semanas al responsable en Bagdad del Ministerio de Informaci¨®n y Seguridad de Ir¨¢n que "EE UU estaba leyendo el tr¨¢fico de comunicaciones del servicio iran¨ª de espionaje, uno de los m¨¢s complejos de Oriente Pr¨®ximo". El jefe de esa red en Bagdad no crey¨® lo que Chalabi le contaba y envi¨® la informaci¨®n a Teher¨¢n usando los c¨®digos que supuestamente conoc¨ªa EE UU; por eso, seg¨²n las fuentes del espionaje estadounidense, se pudo saber que se hab¨ªa dado el chivatazo. En su mensaje se trasladaba la explicaci¨®n de Chalabi seg¨²n la cual "uno de ellos" en estado ebrio le habr¨ªa revelado la informaci¨®n. Poco despu¨¦s, dice The New York Times, los iran¨ªes quisieron poner a prueba al espionaje norteamericano y volvieron a usar el c¨®digo tradicional para dar cuenta de la existencia de un supuesto arsenal de armas en Irak; el mensaje fue interceptado, pero los estadounidenses vieron la jugada y no picaron. El FBI investiga las posibles responsabilidades de Chalabi. En el Congreso, ayer, la consejera de Seguridad, Condoleezza Rice, dijo a un grupo de senadores que la CIA abrir¨¢ tambi¨¦n una investigaci¨®n. "Van a mirar todos los aspectos para saber qui¨¦n es responsable y qu¨¦ implicaciones tiene", dijo el senador Mark Dayton.
La reacci¨®n en Teher¨¢n
Ayer, en Teher¨¢n, el secretario general del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Hassan Rohani, dijo que la acusaci¨®n "es b¨¢sicamente una mentira" y a?adi¨® que Ir¨¢n cambia con frecuencia sus c¨®digos y que no ha mantenido "una relaci¨®n especial o una actividad especial de espionaje" con Chalabi. Hace diez d¨ªas, en una entrevista con la NBC, Chalabi dijo que estaba dispuesto a ir al Congreso a explicar "las acusaciones que se me hacen y que vienen de la CIA", y a?adi¨®: "S¨ª, he tenido muchas reuniones con el Gobierno iran¨ª, pero no he pasado informaci¨®n secreta de EE UU porque soy aliado de los norteamericanos y no har¨ªa nada que les perjudicara".
Aparentemente, la idea que en ese momento ten¨ªa EE UU era muy diferente. Hasta tal punto el Gobierno ha cortado los lazos con ¨¦l, que el 23 de mayo un grupo de amigos suyos -capitaneados por Richard Perle, alma de los neoconservadores- fueron a la Casa Blanca para entrevistarse con Rice y protestar por lo que se considera, seg¨²n el Times, una "campa?a de difamaci¨®n" perpetrada por la CIA". Perle culp¨® a Paul Bremer, responsable de la Coalici¨®n, de haber dado la orden de registro de la mansi¨®n de Chalabi. Rice escuch¨® las protestas, pero no se comprometi¨® a nada. El c¨ªrculo de amigos de Chalabi en Washington -los que asumieron los argumentos de las armas de destrucci¨®n masiva- se ampl¨ªa a la Casa Blanca -el vicepresidente Cheney y su jefe de Gabinete, Libby- y al Pent¨¢gono, bajo el liderazgo del n¨²mero dos, Paul Wolfowitz.
Hasta mayo, Chalabi y su grupo, el Congreso Nacional Iraqu¨ª, recib¨ªan unos 340.000 d¨®lares mensuales del Departamento de Defensa, a cargo del fondo aprobado por el Congreso en 1998. La cantidad recibida entre marzo de 2000 y mayo de 2003 asciende a 33 millones de d¨®lares.
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