El nuevo Bilbao en un solo d¨ªa
Nueve ideas envolventes para aprovechar las 24 horas en la ciudad
A los habitantes del nuevo Bilbao hace tiempo que dejaron de sorprenderles los turistas, los tranv¨ªas ecol¨®gicos y la arquitectura contempor¨¢nea. Seis a?os de efecto Guggenheim han servido para que los 400.000 bilba¨ªnos observen ya con encantada naturalidad el resucitado entorno. Y el rostro de la ciudad sigue cambiando. El fichaje de la reciente Premio Priztker de arquitectura Zaha Hadid (que dise?ar¨¢ la pen¨ªnsula de Zorrozaurre y remodelar¨¢ el barrio de Olabeaga) sirve de ejemplo de una transformaci¨®n urbana que ha tenido aciertos plenos, como el propio Guggenheim de Frank Gehry o el metro proyectado por Norman Foster. El arte asalta las calles; la peatonalizaci¨®n crece; los hoteles se levantan en lonjas insospechadas, y dos rascacielos, dise?ados por el japon¨¦s Arata Isozaki, piden pista junto al Nervi¨®n.
9.00 Un paseo por la orilla.
Hace una d¨¦cada, caminar por la margen izquierda de la r¨ªa hac¨ªa evocar un paisaje posindustrial. Los edificios color carb¨®n, las v¨ªas del tren y los contenedores ocupaban una zona privilegiada de la ciudad. El muelle de Abandoibarra es hoy paradigma del resurgir. All¨ª se levanta el Guggenheim y el palacio Euskalduna, alrededor de los cuales ha surgido un paseo jalonado de esculturas y recorrido por el tranv¨ªa. El paseo puede empezar en la monumental Variante ovoide de la desocupaci¨®n de la esfera, de Jorge Oteiza, la primera de una galer¨ªa de esculturas al aire libre. Entre ellas destaca Mam¨¢, una de las ara?as de Louise Bourgeois, que con sus varios metros de altura atemoriza a algunos ni?os, y Begirari IV, de Eduardo Chillida.
10.00 Desayuno.
El brunch aterriza t¨ªmidamente en Bilbao. Entre la oferta, a¨²n escasa, destaca el del Mir¨® Hotel (Alameda Mazarredo, 77; domingos hasta las 15.00, 20 euros), que trasciende el cl¨¢sico buf¨¦. M¨¢s tradicionales son los desayunos del Toledo (Gran V¨ªa), a trav¨¦s de cuyas ventanas se contempla el parque de Do?a Casilda.
11.00 De compras.
En Bilbao, las tiendas se dise?an y abastecen con refinamiento. De ropa, se puede encontrar casi todo. El clasicismo del estilo bilba¨ªno (Smith & Smith; Telesforo Aranzadi, 2) va cediendo en la calle ante el empuje de los nuevos dise?adores. Dolce Vita (Elcano, 15), Mica (Loter¨ªa, 2), Tarte (Ib¨¢?ez de Bilbao, 11) son, entre otras, art¨ªfices del cambio. Exquisita decoraci¨®n en Mosel (Gran V¨ªa, 53), un cl¨¢sico, y Mobilarte (Ib¨¢?ez de Bilbao, 10).
13.00 De pinchos.
La alta cocina sobre una rebanada de pan es uno de los atractivos
de Bilbao. Las zonas de bares son variadas. El ambiente m¨¢s formal se concentra en el barrio de Indautxu. Las parejas j¨®venes con ni?os prefieren los pinchos creativos del Huevo Frito (Garc¨ªa Rivero, 1) o el Globo (Diputaci¨®n, 8). M¨¢s aut¨¦nticos resultan los bares del casco viejo, donde adem¨¢s se puede intuir el Bilbao pret¨¦rito. Barras repletas esperan en V¨ªctor Montes (plaza Nueva, 8) o en Gatz (Santa Mar¨ªa, 10).
15.00 Chulet¨®n.
Los pinchos pueden sustituir a la comida o servir de preludio a un buen
chulet¨®n, excepci¨®n culinaria de la capital vizca¨ªna con la que no pudo ni el s¨ªndrome de las vacas locas. Las carnes de Casa Rufo (Hurtado de Am¨¦zaga, 5), tambi¨¦n tienda de ultramarinos, y La Gabarra (Botica Vieja, 18), una sidrer¨ªa situada cerca del palacio de congresos Euskalduna, son dos buenas opciones.
17.00 Al monte.
Casi hasta la cima del Artxanda, peque?o monte por cuyas laderas trepa la ciudad, lleva un peque?o funicular construido en 1915. Una vez arriba, se entiende por qu¨¦ Bilbao es un botxo. La ciudad se halla literalmente encajonada entre monta?as que hacen imposible su expansi¨®n. Desde este lugar de encuentro familiar se ve el emblem¨¢tico arco sobre el estadio de San Mam¨¦s y se obtiene una nueva perspectiva de la genialidad de Frank Gehry en el Guggenheim. Artxanda es un lugar para descansar en alguna de las terrazas y merenderos de restaurantes, como el Txakoli Sim¨®n.
19.00 Ciudad de museos.
Uno de los ¨²ltimos en llegar ha sido el Museo Mar¨ªtimo de la R¨ªa (muelle de Ram¨®n de la Sota, 1), un tributo al esp¨ªritu marinero de la villa. La retrospectiva que el Museo Guggenheim (avenida de Abandoibarra, 2) dedica hasta octubre al arte pop de James Rosenquist es una buena excusa para volver a admirar por dentro y por fuera el prodigio arquitect¨®nico. El Museo de Bellas Artes (plaza del Museo, 2), redescubierto gracias al empuje del Guggenheim, merece una visita pausada. Las propuestas m¨¢s j¨®venes recalan en la Fundaci¨®n Bilbaoarte (Urazurrutia, 32).
21.00 A mesa puesta.
Bilbao tiene fama de buen comer. De ah¨ª que sea frecuente escuchar a turistas extranjeros pelearse con la fon¨¦tica del euskera para preguntar c¨®mo llegar al Gorrotxa (alameda de Urquijo, 30) o el Zortziko (alameda de Mazarredo, 17), dos de las cocinas de mayor reputaci¨®n en la ciudad. M¨¢s atrevidas son las propuestas de autor del Yandiola (Campo Volant¨ªn, 15) y Arbolaga?a, en el ¨²ltimo piso del Museo de Bellas Artes.
24.00 Insomnes.
La noche bilba¨ªna es concentrada y diversa. A primera hora, el Nasch (Sim¨®n Bol¨ªvar, 11), pub de dise?o con m¨²sica house y exposiciones de arte y fotograf¨ªa. El Bullitt (Dos de Mayo, 3) -con la mejor oferta musical de la ciudad, centrada en la m¨²sica negra- y El Patio de Mi Casa (Cosme Etxebarrieta, 13) -bar divertido de ambiente electro-. M¨¢s tarde, el Arrebato (muelle de Marzana, 4), un club de tendencias que organiza originales fiestas todos los jueves. Para el infatigable, hay cada vez m¨¢s afters. Dos ejemplos: El Balc¨®n de la Lola (Bail¨¦n, 10) y Conjunto Vac¨ªo (muelle de la Merced, 4).
GU?A PR?CTICA
Dormir
- Gran Hotel Domine Bilbao
(944 25 33 00). Alameda de Mazarredo, 61. Precios, a partir de 90 euros. La habitaci¨®n doble con vistas al Museo Guggenheim, 150 euros.
- Mir¨® Hotel (946 61 18 80;
www.mirohotelbilbao.com). Alameda de Mazarredo, 77. Precios, de 125 a 250 euros. La habitaci¨®n doble, de 155 a 165, dependiendo de las vistas.
Informaci¨®n
- Oficina de turismo de Bilbao
(944 79 57 60).
- www.bilbao.net.
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