El visado europeo irrita a los musulmanes

La introducci¨®n en los visados de fotograf¨ªas que permitan una identificaci¨®n m¨¢s precisa del titular del pasaporte corre el riesgo de provocar un nuevo choque cultural entre Occidente y los pa¨ªses musulmanes. La primera escaramuza acaba de desarrollarse en Marruecos la semana pasada.

Hace ya algo m¨¢s de dos a?os, el llamado grupo Schengen, compuesto por Estados de la Uni¨®n Europea que acordaron profundizar su cooperaci¨®n en materia de control de fronteras, decidi¨® implantar paulatinamente un nuevo modelo de visado para los pa¨ªses del Tercer Mundo. La fotograf¨ªa incorporada a ese documento ser¨ªa de mejor calidad, "para garantizar que ¨¦ste quede protegido contra un uso fraudulento", seg¨²n el Ministerio de Asuntos Exteriores franc¨¦s.

Hasta ahora, las mujeres pod¨ªan retratarse con hiyab (velo isl¨¢mico), en las fotograf¨ªas de los visados, pero su rostro no deb¨ªa aparecer tapado. A partir de ahora podr¨¢n conservar el famoso pa?uelo, que les cubre la cabeza, pero ¨¦ste deber¨¢ dejar aparecer el color del pelo y al menos los l¨®bulos de las orejas, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas.

Francia, el pa¨ªs europeo que m¨¢s visados expide a los marroqu¨ªes, ha iniciado esta primavera, en su consulado de Marraquech (Marruecos), una experiencia piloto de introducci¨®n del nuevo visado. Espa?a, que tambi¨¦n pertenece al grupo de Schengen, seguir¨¢ sus pasos, pero ning¨²n consulado espa?ol en Marruecos conoce todav¨ªa los plazos en los que lo deber¨¢ aplicar, seg¨²n fuentes consulares.

La reacci¨®n de indignaci¨®n a la iniciativa francesa no se ha hecho esperar en Marruecos. "Francia priva a las marroqu¨ªes del visado a causa del velo", titulaba la semana pasada, en portada, At Tajdid, el ¨®rgano de los islamistas moderados y legales del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD).

Buscar una f¨®rmula

Tercera fuerza parlamentaria del pa¨ªs, el PJD ha llevado el asunto a la C¨¢mara baja. Una de sus primeras espadas, Mustaf¨¢ Ramid, ha instado al ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, a que convenza a las autoridades francesas de que den marcha atr¨¢s. "Podemos comprender de que existen m¨®viles de seguridad, y damos nuestro acuerdo a las medidas preventivas, pero no a que ¨¦stas se apliquen violentando las convicciones de los dem¨¢s", declar¨® Ramid en el Parlamento. Francia, concluy¨®, debe buscar una f¨®rmula que "respete la especificidad moral y religiosa" de Marruecos.

Al debate se sum¨® un diputado de un peque?o partido, la Uni¨®n Constitucional, que se quej¨® de que a su mujer, enferma, le haya sigo denegado a causa de la foto, en el consulado franc¨¦s de Marraquech, el codiciado documento que pidi¨® para someterse en Francia a un tratamiento m¨¦dico.

Fuera del recinto parlamentario, los islamistas condenan con m¨¢s virulencia la medida francesa. Su enfado es m¨¢s profundo porque, seg¨²n informaciones que afirman haber recabado, Francia no exige, por ahora, esas fotograf¨ªas en sus consulados de Ir¨¢n o de Arabia Saud¨ª.