"La gran tarea del intelectual es describir la realidad"

"Se utilizan met¨¢foras para describir la realidad, y esto es muy peligroso. La gran tarea del intelectual es describir la realidad", afirma Jos¨¦ Mar¨ªa Ridao (Madrid, 1961). Y eso es lo que hace en Weimar entre nosotros (Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores), un libro que re¨²ne conferencias, intervenciones en debates o art¨ªculos, escritos despu¨¦s del 11-M y reelaborados a partir del an¨¢lisis de los hechos. Aunque va mucho m¨¢s all¨¢, pues se remonta a las leyes universales y humanitarias de 1947, a la creaci¨®n del Estado de Israel, a la revoluci¨®n conservadora o a c¨®mo la expresi¨®n "ataque terrorista", utilizada el 11 de septiembre de 2001, se convirti¨® al d¨ªa siguiente en "guerra". Con el objetivo de eliminar "met¨¢foras, mitos y t¨¦rminos no adecuados o ambivalentes", que disfrazan la realidad.

"La cultura de la tradici¨®n lleva al oscurantismo y al determinismo"

Ridao es licenciado en Filolog¨ªa ?rabe y en Derecho. Ingres¨® en la carrera diplom¨¢tica en 1987 y la dej¨® en 2000 "por la incomodidad de ciertas pol¨ªticas" que iba aplicando el Gobierno del PP.

Pregunta. ?Se persigue a los trabajadores ilegales o a la contrataci¨®n ilegal?

Respuesta. La primera opci¨®n comporta m¨¢s polic¨ªas, m¨¢s controles, m¨¢s fronteras. La segunda significa inspectores de trabajo, control de contratos de trabajo. La primera significa un Estado militar; la segunda, la defensa de un Estado de derecho.

P. Torturas en Irak...

R. Decimos que han perjudicado la imagen de EE UU. No decimos que han vulnerado la legalidad internacional, las Convenciones de Ginebra. No decimos que es un crimen de guerra.

P. ?Seguridad o libertad?

R. El concepto de seguridad no tiene nada que ver con el de hace 10 o 15 a?os, cuando los ministerios de Guerra se transformaron en ministerios de Defensa. Hoy lo abarca todo, desde un tir¨®n de bolso al arsenal nuclear en determinado pa¨ªs. Un incendio puede ser cuesti¨®n de seguridad. Lo mismo que los libros que se leen en una biblioteca. M¨¢s seguridad y menos libertad. En vez de darnos tranquilidad, los gobiernos son portavoces del terror.

P. Algunos expertos sostienen que el islam tiene pendiente una reforma.

R. Cuando se dice eso, se muestra desconocimiento no ya del islam, sino de la propia reforma occidental. La tolerancia no es hija de la reforma, sino de la fragmentaci¨®n cristiana y del inicio de las guerras de religi¨®n. De la tolerancia surgi¨® la iniciativa pol¨ªtica de llevar los credos religiosos a la esfera privada.

P. Pa¨ªses pobres, pa¨ªses ricos.

R. Ah¨ª entra de nuevo el binomio seguridad-libertad. Hace algunos a?os se consider¨® que ayudar al desarrollo de los pa¨ªses pobres contribu¨ªa a una mayor seguridad en los pa¨ªses ricos. Se olvid¨® el concepto m¨¢s importante: justicia.

P. ?Es el multiculturalismo otra met¨¢fora?

R. Estamos viendo opciones diferentes del significado del t¨¦rmino cultura. Una opone cultura a ignorancia. Otra opone una cultura a otra cultura y a otra cultura, y as¨ª indefinidamente. El primer gran desaf¨ªo intelectual es definir el canon por el que uno es culto o ignorante. Es culto quien lee a Shakespeare, Cervantes o Voltaire..., y ?por qu¨¦ no a Ibn Jald¨²n? La ampliaci¨®n del canon es un debate apasionante.

P. ?Qu¨¦ pasa cuando una cultura se opone a otra?

R. Estamos hablando de tradici¨®n. De si tal cultura es compatible o no con la otra. La tradici¨®n lleva al oscurantismo y marca un nuevo determinismo. En el siglo XIX se dec¨ªa que el comportamiento de las personas estaba determinado por el clima y la geograf¨ªa. Hoy, esa cultura entendida como tradici¨®n significa que un musulm¨¢n, ya sea agn¨®stico o ateo, est¨¢ determinado por su cultura.

P. Dice que hay poes¨ªa bajo los burka de las mujeres afganas.

R. Hay una antolog¨ªa de breves estrofas de poes¨ªa popular que las mujeres past¨²n elaboraban, recitaban y transmit¨ªan en su clandestinidad. Lo que demuestra que la rebeli¨®n es posible. Son derrotadas por la fuerzas, pero no se les quita la raz¨®n.

P. Triste consuelo.

R. Es una muestra de resistencia. La distinci¨®n entre raz¨®n y fuerza puede provocar cambios.

P. ?A qui¨¦n representa el terrorismo islamista?

R. A nadie. Es algo que se han arrogado. La mayor¨ªa de ¨¢rabes y musulmanes no reclaman esa venganza que en su nombre dicen ejercer los terroristas. Reclaman que se les apliquen las normas de la ley internacional, que se les proteja, no que se les bombardee.