De la apoteosis a la angustia

Oxigenado por su arduo y azaroso primer triunfo en la serie, el Barcelona se lanz¨® a tumba abierta hacia la consecuci¨®n del segundo por la v¨ªa m¨¢s contundente. Deseaba una victoria disuasoria, que le permitiera viajar a Madrid con una autoridad moral superior incluso al de por s¨ª aplastante 2-0. Por momentos logr¨® lo que parec¨ªa imposible, que el entusiasta y homog¨¦neo Estudiantes estuviera a punto de desmoronarse. Lo bord¨® el Barcelona y se plant¨® en el ¨²ltimo cuarto con 16 puntos de ventaja. Una losa definitiva para cualquiera, menos para Estudiantes, que, a pesar de que Felipe Reyes estaba fuera de foco y Loncar con un ataque de nervios, no se arrug¨®, embisti¨® lo que no est¨¢ en los escritos y roz¨® el triunfo. A punto estuvo de darle la vuelta al calcet¨ªn, porque no arroj¨® la toalla y porque el Barcelona se dedic¨®, con el m¨¢s puro estilo catenaccio, a administrar su ventaja. Se sali¨® con la suya y estableci¨® un 2-0 que jam¨¢s nadie ha logrado remontar en la serie final.

El Barcelona sali¨® dispuesto a corregir los defectos que acus¨® en el primer partido: se esmer¨® en el rebote, seleccion¨® acertadamente el tiro exterior, corri¨® cuando pudo y llev¨® la iniciativa t¨¢ctica. Pesic le encomend¨® a Navarro una labor defensiva primordial, frenar a Brewer y encasquillar de esta manera el juego de Estudiantes. Pr¨¢cticamente en las dos primeras embestidas del base estadounidense se produjeron dos faltas de Navarro. Pero el Barcelona nadaba a favor de corriente. Ilievski hizo emul¨® a su a?orado antecesor, Jasikevicius. El base macedonio anot¨® y dirigi¨® con una soltura poco vista desde que aterriz¨® en el Palau.

Estudiantes, sin embargo, no acababa de encontrarse a gusto. Felipe Reyes no tomaba la distancia adecuada para superar a Due?as y cuando Azofra tom¨® el relevo de Brewer al tim¨®n del equipo, De la Fuente le fren¨® con un marcaje sobresaliente. Pesic, adem¨¢s, oblig¨® a Pepu Hern¨¢ndez a improvisar soluciones defensivas porque durante muchos minutos utiliz¨® a s¨®lo un p¨ªvot, Femerling, acompa?ado de cuatro bajos, con Bodiroga eligiendo el poste bajo o posiciones exteriores. Estuvo letal el Barcelona en los triples y Estudiantes se mantuvo con vida gracias a Jim¨¦nez, Patterson y las penetraciones de Loncar y Jasen.

El Bar?a abri¨® hueco y llev¨® la iniciativa (19-9 y 34-24) y Estudiantes sud¨® tinta para no perder comba. Entr¨® en el ¨²ltimo cuarto con 16 puntos de desventaja, todo un mundo. Pero se aplic¨® en defensa, esta vez individual, y con un entusiasmo que habla de la autoconfianza y fe ciega que tienen sus jugadores lleg¨® empatar a 73 puntos. El Bar?a s¨®lo anot¨® una canasta en juego en ese ¨²ltimo tramo que perdi¨® por 16-26. Los 14 puntos restantes los anot¨® desde la l¨ªnea de tiros libres. En esa situaci¨®n, volvi¨® a decidir un error de Iturbe y la maestr¨ªa de Bodiroga.