Estuco rosa y al fondo del jard¨ªn, un gran lienzo de yeso
Al vest¨ªbulo del Museo Thyssen-Bornemisza se llega tras atravesar un jard¨ªn de magnolios y hortensias blancas. Al vest¨ªbulo del nuevo edificio se llega en ascensor o desde la cafeter¨ªa, formada por una b¨®veda con l¨¢mina de c¨¦sped. El arquitecto Francesc Pla, del equipo que ha proyectado el nuevo edificio, donde figuran tambi¨¦n Manuel Baquero, Robert Brufau, Josep Bohigas e I?aki Baquero, destaca la diferencia de recorrido con la colecci¨®n hist¨®rica, en el edificio rehabilitado por el arquitecto Rafael Moneo. La colecci¨®n de la baronesa comienza en la segunda planta, con un amplio vest¨ªbulo y la luz natural que sale de las alargadas hendiduras en la fachada y se cuela en las salas, y contin¨²a, tras bajar una escalera que descubre huecos y quiebros, por la planta primera.
"Para nosotros la idea de continuidad es m¨²ltiple, con el protagonismo de las colecciones fundidas, por sus cualidades, cronolog¨ªas, artistas y gustos", declara Francesc Pla. Se?ala que el visitante percibe esa continuidad por encima de las distintas arquitecturas, lo que permite transitar de un edificio a otro con la misma atm¨®sfera, colores y materiales. Las paredes de estuco rosa y pavimentos de travertino identifican todas las salas, pero el arquitecto se?ala "transformaciones sutiles" en el conjunto, como el modo de iluminaci¨®n, con una "luz brumosa" que recuerda las grandes pinacotecas.
"La arquitectura permite hacer un recorrido distinto, ameno, diverso, con visitas al exterior y al antiguo vest¨ªbulo de una de las dos casas que se han incorporado al proyecto", dice Pla. Tambi¨¦n se?ala aspectos del mundo palaciego, como la sala en forma de capilla, el grueso de los muros, un "espacio que pod¨ªa estar pintado", el silencio, las luces.
La vuelta a un claustro
El edificio, seg¨²n el arquitecto, tiene otras novedades espaciales y tecnol¨®gicas, que se convierte en un fragmento de arquitectura contempor¨¢nea. Entre ellas destaca la entrada a la colecci¨®n de la baronesa desde el jard¨ªn y el tratamiento de la fachada en relaci¨®n con la zona verde que se extiende desde el paseo del Prado a la zona de la cafeter¨ªa con sus terrazas, convertida en lugar de permanencia y comienzo de la visita. "La fachada ha sido un gran reto, pensada a escala de edificio p¨²blico, planteada como un gran tel¨®n de fondo, el fondo de un gran jard¨ªn. Es un fondo geom¨¦trico, con las ventanas, y eso explica que sea una fachada a medida, que estructura las salas, en una composici¨®n volum¨¦trica y silueta que marcan las dos etapas del palacio de Villahermosa. El gran lienzo de yeso es como un vaciado, un esqueleto vestido. Baquero suele decir que damos la vuelta a un claustro".
El nuevo edificio ha costado 38 millones de euros, de los que 22 se dedicaron a la compra de los dos inmuebles adyacentes al palacio de Villahermosa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.