Normand¨ªa
Segu¨ª en directo por televisi¨®n la conmemoraci¨®n del 60 aniversario del desembarco aliado en las playas de Normand¨ªa con la emoci¨®n que cualquier dem¨®crata europeo pudiera sentir ante unos hechos que contribuyeron decisivamente a acelerar el fin de la II Guerra Mundial, y con ella del nazismo.
Normand¨ªa obedece a esa dimensi¨®n de las celebraciones que no se averg¨¹enzan de la guerra en la medida que rememoran hechos en guerras justas (por cierto, Michael Walser habl¨® en ingl¨¦s de Terrorism and Just War, en la UIMP de Valencia el pasado lunes). All¨ª, a diferencia de la celebraci¨®n que organiz¨® Mitterrand hace diez a?os, estuvieron ahora incluso el Presidente ruso y el Canciller alem¨¢n, fruto de una compleja justificaci¨®n, c¨ªnica para el caso de los rusos (en los a?os de r¨¦gimen comunista nunca fueron invitados a estos fastos aliados, y poco de lo que se celebraba ten¨ªa que ver con la realidad comunista), y un poco consecuencia del proverbial oportunismo de la derecha francesa, que confunde el eje franco-alem¨¢n de ahora con la obligada presencia de la RFA en un acto donde su canciller no pudo ni debi¨® sentirse c¨®modo, ni imprescindible, aunque en su crep¨²sculo pol¨ªtico se apunta a un bombardeo.
21 jefes de Estado o de Gobierno se reunieron pues en Arromanches para asistir a lo que se ha llamado la reconciliaci¨®n de la vieja Europa (la de Francia, para ser exactos) con los EEUU despu¨¦s de las diferencias mantenidas a prop¨®sito de la Guerra de Irak y para darle, de paso, el espaldarazo a una nueva resoluci¨®n del Consejo de Seguridad sobre Irak, que deja, de nuevo, y sin duda, en una situaci¨®n de pasmo al Gobierno de Espa?a.
Que nuestro Gobierno lleve poco tiempo en el poder, que el PSOE se encontrase de pronto con una victoria para la que no ten¨ªa hechos los deberes, no empece para que los actos de Normand¨ªa dejen al descubierto que tampoco en las apresuradas visitas que Zapatero hizo a Chirac y Schr?eder, se interesase para que el 6 de junio no se cometiese otra desconsideraci¨®n hacia los soldados espa?oles que tomaron parte en la batalla de Normand¨ªa; pues, en efecto, varios d¨ªas despu¨¦s del 6 desembarcaron en las playas, formando parte de la Spanish Company Nomber One organizada por el Ej¨¦rcito brit¨¢nico con soldados espa?oles procedentes del exilio republicano, y de la Segunda Divisi¨®n Blindada bajo mando del Gobierno provisional franc¨¦s de De Gaulle y dirigida por el general Leclerc, que ser¨ªa, precisamente la que poco despu¨¦s entrar¨ªa en Par¨ªs (agosto de 1944), y en cuyo primer tanque estaba al mando el teniente republicano Amado Granell (valenciano, de Borriana), que ostenta la gloria de ser el primer soldado aliado que pis¨® el Par¨ªs liberado.
Si Rodr¨ªguez Zapatero tuviese cabal idea del valor de los verdaderos gestos que han de acompa?ar a los dem¨®cratas europeos de hoy, si su Ministro de Exteriores no andase enfrascado en hacernos creer que la nueva resoluci¨®n del CS le debe lo mejor a la posici¨®n de Espa?a, o que gracias a la retirada de nuestros soldados de Irak Bush y Chirac se han puesto de acuerdo, en los actos conmemorativos del D¨ªa D se hubiese honrado tambi¨¦n y de modo expl¨ªcito a los numerosos espa?oles que combatieron bajo banderas extranjeras por la libertad de Francia y de Europa, sin conseguir que la victoria alcanzase a su propio pa¨ªs.
Ahora entiendo de verdad el eslogan electoral del PSOE en estas europeas: andan bastante lejos de Europa.
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