Pasarela 'de Calatrava'
La interpretaci¨®n que el se?or Javier Bolinaga hace en su carta del pasado 31 mayo sobre una valoraci¨®n m¨ªa de las pasarelas recientes sobre la R¨ªa es incorrecta y tendenciosa. Utiliza el conocido y err¨®neo procedimiento de descontextualizar p¨¢rrafos para intentar rebatir un argumento. Yo no s¨®lo aprecio mi ciudad, sino que la defiendo, en lo que es defendible, y critico lo que es repudiable. Para su conocimiento le recuerdo que la pasarela de Uribitarte fue una iniciativa c¨ªvica personal, demostrable, cuando el 17 de noviembre de 1988, conmemorando un aniversario urban¨ªsticamente importante para la villa, present¨¦ en el Ayuntamiento un escrito solicitando la construcci¨®n de una pasarela en este lugar acompa?ado de 1.356 firmas. En dicho escrito se alababa e insinuaba incluso la conveniencia de que su autor fuese Calatrava, cuya obra conoc¨ªa lo suficiente como para referirlo. Al d¨ªa de hoy, en la pasarela hay 74 piezas m¨¢s de cristal trituradas, cuyos restos dispersados hacen incomodo el paso. Cuando se repongan ser¨¢n m¨¢s de 300 las rotas desde su inauguraci¨®n, de un total de 560 que consta el resbaladizo, sucio y casi opaco tablero.
Es imprescindible recordar algunas afirmaciones que son b¨¢sicas en la concepci¨®n de estas infraestructuras. "Un puente no debe concebirse sin tener en cuenta el lugar que lo acoge. Un puente nunca es un objeto aislado sino el soporte de un camino. Es un tema de integraci¨®n urbana de un ¨¢mbito mucho m¨¢s general que la soluci¨®n concreta del puente". (Javier Rui-Wamba, ingeniero de Caminos, gernikatarra). Los puentes de la R¨ªa de Bilbao son el cruce de una memoria sobre el cauce de la historia, y hay que respetar ambas. Este puente no es de Bilbao, servir¨ªa para cualquier lugar del mundo con un cauce de 72 metros de luz. Es de Calatrava y quiz¨¢ por eso as¨ª lo denomina la poblaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.