'Perqu¨¨ ning¨² ens pare'

La historia reciente de nuestro pa¨ªs ha demostrado que la Comunidad Valenciana, cuando le dejan, sabe aprovechar las oportunidades para crecer y prosperar. Durante los ¨²ltimos ocho a?os, la Comunidad Valenciana ha recortado las distancias con las regiones m¨¢s desarrolladas de Europa, y ha tenido ¨ªndices de crecimiento envidiables.

Los socialistas han intentado frenar ese crecimiento en sucesivas ocasiones. El Parlamento Europeo es testigo de lo que digo. Lo intentaron cuando quisieron retrasar las perspectivas financieras aprobadas en Berl¨ªn, a sabiendas de que eso hubiese supuesto que la Comunidad Valenciana dejase de ser Objetivo Uno y por tanto dejase de percibir buena parte del dinero que ha llegado de Europa en estos a?os. Lo intentaron tambi¨¦n cuando pidieron a la Comisi¨®n que negase los fondos solicitados para la puesta en marcha del Plan Hidrol¨®gico Nacional. Y cuando denunciaron las ayudas recibidas por Terra M¨ªtica. Todos esos intentos fueron fallidos y la Comunidad Valenciana, igual que el conjunto de Espa?a, sigui¨® recortando distancias con las regiones m¨¢s ricas de Europa.

Ahora hay un nuevo escenario. Y los intentos de frenar ese crecimiento por parte de los socialistas resultan m¨¢s amenazadores desde el pasado 14 de marzo. Recordemos que uno de los primeros compromisos de Maragall, hombre clave para garantizar la estabilidad del Gobierno de Zapatero, fue que ni una gota de agua del Ebro ir¨ªa hacia el sur, lo que resulta sintom¨¢tico m¨¢xime cuando ¨¦l est¨¢ defendiendo los trasvases dentro de Catalu?a. Poco despu¨¦s, Zapatero se olvidaba de comprometerse con la Copa del Am¨¦rica en su discurso de investidura. Luego vinieron las demoras en el proyecto del AVE Madrid-Valencia, el anuncio de la derogaci¨®n del Plan Hidrol¨®gico Nacional, etc.

Esta semana, el presidente de Arag¨®n, el socialista Marcelino Iglesias, justificaba su negativa al trasvase del Ebro diciendo que la Comunidad Valenciana hab¨ªa crecido demasiado y que ya eran muchos los aragoneses que hab¨ªan emigrado nuestra Comunidad.

Tiene raz¨®n el presidente aragon¨¦s: en la Comunidad Valenciana se han creado 60.000 nuevas empresas y 600.000 nuevos puestos de trabajo en los ¨²ltimos ocho a?os. Lo que no se entiende es que Arag¨®n, en vez de adaptar el modelo valenciano a su regi¨®n, prefiera frenar nuestro crecimiento.

Pero ahora el tema de debate es qu¨¦ puede pasar en Europa durante los pr¨®ximos cinco a?os. A mi modo de ver hay dos modelos: uno el del Grupo Popular Europeo, basado en el equilibrio presupuestario, la estabilidad de precios y en la creaci¨®n de empleo como ¨²nica v¨ªa para financiar el Estado del Bienestar. Y otro, el del Grupo Socialdem¨®crata que propone hacer la vista gorda al equilibrio presupuestario, lo que provoca aumento de precios que han de corregirse con incrementos en los tipos de inter¨¦s, y se entra as¨ª en una din¨¢mica que acaba poniendo el peligro el Estado del Bienestar.

El modelo Popular es el que ha funcionado bien en la Comunidad Valenciana, y en el conjunto de Espa?a. Tanto es as¨ª que desde 1996, nuestro pa¨ªs ha recortado 8,5 puntos porcentuales las diferencias de renta que nos separaban de los pa¨ªses m¨¢s ricos de Europa; la tasa media de creaci¨®n de empleo en Espa?a ha sido del 2,69% frente al 1,4% de la zona Euro. En 2002, Espa?a cre¨® el 51% de todo el empleo creado en la Uni¨®n, y la Seguridad Social ha conseguido la cifra r¨¦cord de afiliaci¨®n de 16,6 millones, lo que ha permitido constituir un fondo de reserva para una Seguridad Social que heredamos en quiebra.

Espa?a hoy es la octava potencia econ¨®mica del mundo y ahora tiene que afrontar los retos que el futuro de Europa plantea. Por ejemplo, el de aprobar y ratificar la Constituci¨®n, sin la cual la Europa de los 25 no funcionar¨¢ bien. Pero Espa?a debe mantener la capacidad de decisi¨®n que alcanz¨® en Niza, porque eso va a ser vital a la hora de negociar asuntos puntuales como las ayudas a nuestros cultivos o la financiaci¨®n de nuestras infraestructuras. Renunciar a esas cuotas de poder a cambio de nada, como pretende el actual gobierno socialista, parece m¨¢s una rendici¨®n que un talante dialogante.

Adem¨¢s, Europa tiene que poner en marcha una pol¨ªtica com¨²n de emigraci¨®n dirigida a integrar plenamente a los inmigrante legales y luchar contra la inmigraci¨®n ilegal.

Otro reto importante es el de cumplir el principio fundamental de la suficiencia financiera. Porque no se puede tener m¨¢s Europa con menos presupuesto. Y no es justo que paguemos todos la incapacidad de algunos para sanear a tiempo sus econom¨ªas.

En el terreno econ¨®mico, Europa tiene que ser m¨¢s competitiva para alcanzar el pleno empleo en el 2010. Y para eso hay que apostar por pol¨ªticas de natalidad y de conciliaci¨®n de la vida laboral y familiar. Hay que dar m¨¢s oportunidades a los j¨®venes, a las mujeres y a los mayores de 55 a?os. Hay que invertir m¨¢s, especialmente en nuevas tecnolog¨ªas. Hay que hacer un esfuerzo mayor en educaci¨®n y formaci¨®n para aumentar la productividad del trabajo. Y hay que mantener el equilibrio presupuestario para liberar los recursos que necesitamos para crecer m¨¢s deprisa.

Todo esto permitir¨¢ preservar un modelo del bienestar que combina, en dosis iguales, la eficiencia en el mercado y el principio de compensaci¨®n social.

Y, por supuesto, hay que afrontar unidos la guerra sin fronteras que es el terrorismo internacional.

Todo ello con el objetivo final de convertir a la Uni¨®n en un factor de paz y prosperidad a nivel mundial.

En cuanto a la Comunidad Valenciana, creo que es importante que siga avanzando hasta convertirse en una regi¨®n puntera en Europa. Por eso, el Partido Popular ha puesto por escrito un compromiso europeo con Valencia. Nos hemos comprometido a solucionar el problema del agua. A conseguir fondos europeos para invertir en Investigaci¨®n y Desarrollo. A impedir que se siga privilegiando a la agricultura continental respecto a la mediterr¨¢nea. Nos hemos comprometido con los j¨®venes, los discapacitados, las mujeres, el medio ambiente, la industria, las pymes, la lengua,etc.

En definitiva, lo que se decide el domingo es c¨®mo queremos que sea Europa en los pr¨®ximos a?os. Yo apuesto por el equilibrio presupuestario, la estabilidad de precios, los tipos de inter¨¦s bajos y la creaci¨®n del empleo como v¨ªa para garantizar la financiaci¨®n de las pol¨ªticas sociales. Apuesto porque Espa?a tenga peso pol¨ªtico en Europa para que pueda defender sus intereses. Apuesto, en definitiva, por un proyecto realizable de bienestar y de progreso. Y creo que frente a esta postura tan s¨®lo hay sonrisas y simpat¨ªa en las formas; y promesas irrealizables en el fondo.

Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, candidato del PP al Parlamento Europeo.