Bryant salva a los Lakers

La mitolog¨ªa individual y colectiva se alimenta en tiempo de playoffs. Bryant y los Lakers lo saben a la perfecci¨®n. Sali¨® el bal¨®n de las manos de Kobe y en el acierto de su trayectoria viajaba el futuro de su equipo. La final se encontraba en un terreno impensable. Si sorprendente fue el triunfo de Detroit en el primer partido, menos imaginable resultaba que cuando se esperaba una respuesta convincente de los favoritos en el segundo acto, ¨¦ste se encontrase con los Pistons tres puntos arriba (86-89) a dos segundos para su conclusi¨®n. El 0-2, alucinaci¨®n s¨®lo posible en las mentes de apostadores suicidas, era pr¨¢cticamente una realidad. Detroit hab¨ªa vuelto a ser superior y en condiciones normales deb¨ªa haber bastado. Pero enfrente estaban los reyes del milagro. A su lista de momentos m¨¢gicos recientes (remontada de 16 puntos en el ¨²ltimo cuarto del s¨¦ptimo partido ante Portland, canasta de Horry en el ¨²ltimo segundo ante Sacramento para evitar el 1-3, o la cercana de Fisher, ante los Spurs, siempre anticipos de un nuevo anillo) hay que a?adir otra. Porque como no pod¨ªa ser de otra forma trat¨¢ndose de Jackson, Bryant y los Lakers, la pelota vol¨® de forma majestuosa para besar la red. Los Pistons, que lo ve¨ªan y no se lo cre¨ªan, no se recuperaron del mazazo y Bryant, cual tibur¨®n que se excita al olor de la sangre, se tir¨® a la yugular de sus rivales en la pr¨®rroga, pas¨¢ndoles por encima mientras todav¨ªa andaban pregunt¨¢ndose qu¨¦ hab¨ªan hecho para merecer aquello.

Algo de culpa llevaban, ya que sus decisiones en la ¨²ltima jugada permitieron a Bryant tener la posibilidad de empatar el partido. ?Por qu¨¦ no le hicieron falta a O'Neal, un p¨¦simo tirador de libres, cuando recibi¨® el bal¨®n? ?Por qu¨¦ no hicieron falta a Kobe en cuanto cogi¨® la pelota? Larry Brown dijo despu¨¦s del encuentro que hab¨ªa ordenado cometer la personal sobre Shaq. De ser cierto, sus jugadores no le obedecieron y pagaron de sobra su error.

El empate en la serie aten¨²a lo que pudo ser una noche tr¨¢gica para los Lakers. Su partido fue nuevamente deficiente y las actuaciones de Malone -est¨¢ otra vez lesionado- y sobre todo Payton resultaron tan decepcionantes que de haberse producido una nueva derrota habr¨ªa tra¨ªdo mucha cola. C¨®mo lo estar¨ªa haciendo Payton, que fue sentado al final del tercer cuarto y ya no volvi¨® a la cancha. Mentalmente fuera de juego, fue nuevamente superado de cabo a rabo por Billups, que esta vez se larg¨® hasta los 27 puntos. Para m¨¢s inri, el ¨²nico momento en el que pareci¨® que los Lakers pod¨ªan romper el partido (56-45, mitad del tercer cuarto) fue protagonista negativo en la recuperaci¨®n de los Pistons. En lo positivo surgi¨® el hijo del m¨ªtico Bill Walton, un rookie con rasgos inteligentes y que result¨® la ¨²nica ayuda de relieve que encontraron Bryant y O'Neal. La serie viaja ahora a Detroit con la sensaci¨®n de que la canasta de Bryant va a suponer el punto de inflexi¨®n emocional de una final en la que a los Lakers les ha costado entrar dos partidos menos dos segundos. Esta madrugada, m¨¢s.