James Baker dimite como enviado de Naciones Unidas para el S¨¢hara

James Baker, representante especial del secretario general de la ONU para el S¨¢hara Occidental, dimiti¨® la semana pasada mediante una carta enviada a Kofi Annan, seg¨²n revel¨® ayer el diario ¨¢rabe editado en Londres As Shark el Ausat y confirmaron fuentes diplom¨¢ticas. Con su renuncia, Baker contribuye a complicar la soluci¨®n a un conflicto que el presidente espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, conf¨ªa en resolver en cuatro meses.

Naciones Unidas no ha dado a conocer las razones de la decisi¨®n de Baker, pero fuentes diplom¨¢ticas se?alan que el presidente George W. Bush le ha pedido que se vuelque de lleno en su campa?a electoral para la reelecci¨®n. Baker ya hab¨ªa sido encargado por Bush de renegociar con los acreedores la deuda externa de Irak.

A sus 74 a?os, Baker es uno de los pol¨ªticos republicanos con m¨¢s prestigio. Fue subsecretario de Comercio con el presidente Gerald Ford y pas¨® despu¨¦s a jefe de gabinete de Ronald Reagan, que le nombr¨® m¨¢s tarde secretario del Tesoro. Con George Bush padre se hizo cargo de la Secretar¨ªa de Estado y, tras la guerra del Golfo de 1991, puso en marcha la conferencia de paz de Madrid sobre Oriente Pr¨®ximo.

En pol¨ªtica interior desempe?¨® un papel clave en la elecci¨®n, en 2002, de George W. Bush, cuando particip¨® en el control del pol¨¦mico recuento de papeletas en varias circunscripciones del Estado de Florida.

Pese a su prestigio y al apoyo de la Administraci¨®n republicana, Baker no ha logrado grandes avances en el S¨¢hara en sus siete a?os de mandato. Intent¨® primero seguir adelante con el llamado Plan de Paz, que preve¨ªa establecer un censo para llevar a cabo un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, y puso despu¨¦s sobre el tapete su propia propuesta, que s¨®lo inclu¨ªa una consulta no vinculante.

A principios de 2003 formul¨® el llamado Plan Baker, que consiste en elegir a una autoridad auton¨®mica para el S¨¢hara antes de organizar, al cabo de un periodo m¨¢ximo de cinco a?os, un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, pero con un censo te¨®ricamente favorable a Marruecos. Aun as¨ª, Rabat descart¨® esta soluci¨®n que, en cambio, Argelia y el Polisario aceptaron.

Hace 11 meses el Consejo de Seguridad apoy¨® por unanimidad este ¨²ltimo proyecto, pero, a pesar de que insta a las partes en conflicto a colaborar en su puesta en pr¨¢ctica, Marruecos no ha dado ning¨²n paso en esta direcci¨®n. Algunos de sus dirigentes y buena parte de la prensa marroqu¨ª arremetieron con vehemencia el a?o pasado contra Baker, e incluso contra Annan. De ah¨ª que "la renuncia del representante vaya a ser acogida con regocijo en Rabat", seg¨²n vaticinan fuentes diplom¨¢ticas.

La dimisi¨®n supone, en cambio, un peque?o rev¨¦s para la diplomacia espa?ola que, bajo la batuta de Miguel ?ngel Moratinos, quer¨ªa dar un aceler¨®n a la b¨²squeda de una soluci¨®n y estaba dispuesta a jugar un papel activo en ello. Con ese prop¨®sito un miembro del Gobierno, el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino Le¨®n, viaj¨®, por primera vez, la semana pasada, a los campamentos de refugiados de Tinduf (suroeste de Argelia) para reunirse con Mohamed Abdelaziz, el l¨ªder del Frente Polisario.

Si una personalidad del calibre de Baker, y que contaba con el pleno respaldo de la Casa Blanca, no ha logrado dejar encarrilada una soluci¨®n para el S¨¢hara, es poco probable que la persona que le suceda consiga ir m¨¢s lejos.