Fracasa un golpe de Estado en Congo contra el presidente Kabila
El presidente de la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo (RDC), Joseph Kabila, asegur¨® ayer a la naci¨®n que las instituciones del pa¨ªs siguen intactas tras el breve intento de golpe de Estado que tuvo lugar en la madrugada de ayer viernes. Sin embargo, reconoci¨® que el l¨ªder de la asonada, el mayor Eric Lengue, tras ser detenido, logr¨® darse a la fuga. "Las instituciones de la rep¨²blica siguen en su sitio, el propio presidente est¨¢ en su sitio", dijo Kabila ante las c¨¢maras de la televisi¨®n estatal, vestido de uniforme militar de faena.
"La poblaci¨®n debe mantener la tranquilidad y dedicarse a sus trabajos", dijo, pero tambi¨¦n "prepararse para resistir, porque no vamos a permitir que nadie d¨¦ un golpe de Estado ni descarrile el proceso de paz", prosigui¨®.
Kabila inform¨® de que "una docena" de golpistas han sido detenidos y que las fuerzas armadas estaban buscando al mayor Lengue, comandante de la unidad de comandos de la guardia presidencial, "con el fin de detenerlo lo antes posible".
Lengue entr¨® en la sede de la radio estatal hacia las 2.30 de la madrugada del viernes (una hora m¨¢s en la Espa?a peninsular) para afirmar que iba a hacerse cargo del Ejecutivo, ya que el actual Gobierno de transici¨®n, formado hace un a?o y en el cual est¨¢n integrados representantes de la antigua oposici¨®n pol¨ªtica y de varias formaciones ex rebeldes, "no est¨¢ funcionando". El presidente a?adi¨® que no permitir¨ªa a nadie "hacer descarrilar el proceso de transici¨®n", que debe conducir a unas elecciones en junio de 2005.
Por su parte, el ministro de Informaci¨®n congole?o, Vital Kamerhe, declar¨® que los autores del golpe de Estado frustrado intentaban llegar a la sede de la ONU para demandar asilo pol¨ªtico.
En cumplimiento de los acuerdos para poner fin a la sangrienta guerra civil que estall¨® en 1998, Kabila fue obligado hace un a?o a formar un Gobierno en que el poder est¨¢ repartido entre sus leales, los ex rebeldes de varias regiones y facciones y la antigua oposici¨®n pol¨ªtica.
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