Desaparecidos y resucitados
Francia se vio lastrada por el bajo rendimiento de Zidane y Henry, que sin embargo fueron quienes le dieron la victoria
Andaban desaparecidos los m¨¢s ilustres, Zidane y Henry, los jugadores de m¨¢s alcurnia futbol¨ªstica de cuantos hab¨ªa sobre el c¨¦sped. Pero ambos, en un minuto, pusieron el partido del rev¨¦s. Una falta al borde del ¨¢rea le vali¨® a Zidane para firmar el empate. Un suspiro despu¨¦s, Henry encontr¨® el hueco que se le hab¨ªa negado en todo el choque y James le arroll¨®. Fue penalti. Enrachado como estaba, Zidane se fue a por el bal¨®n y marc¨®. Hasta entonces, el partido s¨®lo encumbraba a la que se antojaba d¨¦bil defensa inglesa y a uno de los futbolistas de moda en el f¨²tbol brit¨¢nico, Lampard. Pero Zidane decidi¨® un partido en el que las comparaciones entre los jugadores de ambos equipos favorec¨ªan a Inglaterra.
Beckham dio el pase del gol ingl¨¦s, pero recuper¨® el papel de villano al fallar un penalti
- Zidane-Scholes. Durante muchos minutos, Zidane volvi¨® a ofrecerse en su versi¨®n m¨¢s gris, como ha venido haciendo en los ¨²ltimos tiempos en el Madrid. Se top¨® con Gerrard y Lampard en todas sus arrancadas. Y se estrell¨®. Vieira se adelant¨® en la segunda parte y le ech¨® una mano en la zona de tres cuartos. Lo intent¨® de todas las maneras posibles, pero se mostr¨® lento. Dispar¨® sin ¨¦xito hasta en cuatro ocasiones. Llevaba Zidane tiempo sin probar suerte en el lanzamiento de faltas. La presencia en el Madrid de Beckham, Roberto Carlos y Figo, y quiz¨¢ su timidez, se lo imped¨ªan. Ayer prob¨® suerte, y sali¨® a hombros del partido y como m¨¢ximo goleador del torneo. En el equipo nacional, Scholes se ve obligado a actuar m¨¢s retrasado que en el Manchester. As¨ª que, liviano como es, pierde la capacidad de sorprender, que es su mejor arma. Ayer s¨®lo dej¨® un par de detalles sin trascendencia y acab¨® sustituido.
- Henry-Owen. Comenz¨® Henry huyendo del costado izquierdo, donde juega en su selecci¨®n mientras Trezeguet ocupa la punta del ataque. La primera noticia que se tuvo de ¨¦l lleg¨® en el minuto 45, cuando se invent¨® una chilena que se fue alta. Luego se ech¨® a la izquierda y all¨ª tuvo m¨¢s presencia, aunque jam¨¢s so?¨® Gary Neville con tener una noche m¨¢s tranquila frente a uno de los mejores futbolistas del mundo. Sin embargo, cuando el partido tocaba a su fin, Henry se disfraz¨® de ¨¦l mismo y caz¨® aquel bal¨®n en el v¨¦rtice derecho del ¨¢rea, se fue como una flecha, James le arroll¨® y el penalti le dio a Francia un triunfo con pinta de imposible. De Owen se puede decir que estuvo. Nada m¨¢s.
- Pires-Beckham. Amenaz¨® Pires con algo grande en el arranque del choque, y parec¨ªa que le pod¨ªa hacer un roto a Andy Cole. Pero se diluy¨® el franc¨¦s, del que apenas se recuerda ninguna acci¨®n de m¨¦rito. Beckham recuper¨® su posici¨®n en la zona derecha, que abandon¨® en el Madrid, pero nada digno de menci¨®n hizo hasta que en aquella falta sac¨® el guante, colg¨® el bal¨®n en el ¨¢rea, y Lampard vol¨® para poner por delante a Inglaterra. En la segunda mitad, recuper¨® el papel de villano que ejerce de vez en cuando en su selecci¨®n. Se encarg¨® de lanzar el penalti cometido por Silvestre sobre Rooney, pero Barthez le rechaz¨® el disparo.
- Makelele-Gerrard. Nadie le pide al franc¨¦s que gobierne el juego de su equipo, pero s¨ª que tape al rival, robe balones, se anticipe y huya de los l¨ªos. O sea, todo lo que no hizo ayer. En las arrancadas de Gerrard encontr¨® Inglaterra una v¨ªa de escape. Y a¨²n le dio tiempo a imponerse siempre a Zidane. El paso adelante que dio Francia en el ¨²ltimo tramo del partido, y lo a gusto que estaba Inglaterra con el moment¨¢neo triunfo m¨ªnimo, le cortaron las alas.
- Vieira-Lampard. La descomunal presencia de Vieira qued¨® ensombrecida en el centro del campo durante muchos minutos. En la segunda parte se asom¨® al ataque en varias ocasiones, pero le perdi¨® la precipitaci¨®n. A¨²n as¨ª, se bast¨® para ir empujando a Inglaterra hacia su propia ¨¢rea. Lampard, el mejor jugador ingl¨¦s de la Premier, sigue iluminado. Adem¨¢s de dirigir desde el eje, se asom¨® una vez al ¨¢rea rival... y marc¨®.
- Trezeguet-Rooney. Con una velocidad endiablada, se escap¨® Rooney de Thuram para ser objeto de penalti por parte de Silvestre. Se sobr¨® para darle trabajo a la defensa francesa, basculando de un lado a otro, incansable, pesad¨ªsimo para Thuram y compa?¨ªa. Trezeguet logr¨® cabecear un bal¨®n al cuarto de hora, que se fue alto, y permaneci¨® all¨ª, inm¨®vil en demasiadas ocasiones, esperando quiz¨¢ que sus compa?eros le colocaran alg¨²n que otro bal¨®n. Esperando sigue.
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