El nuevo proyecto de Constituci¨®n cumple las exigencias de Londres

A cinco d¨ªas de que los l¨ªderes europeos intenten cerrar en Bruselas la primera Constituci¨®n europea, la presidencia de la UE, Irlanda, difundi¨® ayer su ¨²ltima propuesta oficial sobre litigios pendientes y opt¨® por respetar las l¨ªneas rojas exigidas por Reino Unido para conservar el derecho al veto en ¨¢reas como fiscalidad, seguridad social, pol¨ªtica exterior o cooperaci¨®n judicial penal y por rechazar la petici¨®n del Vaticano y otros pa¨ªses (Italia y Polonia, entre ellos) de que el pre¨¢mbulo de la Carta Magna haga una referencia a la "herencia judeo-cristiana".

El reparto de poder, que es el contencioso m¨¢s complicado, queda pendiente de un pacto de los l¨ªderes el pr¨®ximo viernes. Son ¨¦stas las propuestas de Irlanda que ser¨¢n debatidas esta ma?ana en Luxemburgo por los ministros de Exteriores de los 25.

- No a la referencia al cristianismo. El proyecto se?ala que la Constituci¨®n se inspira en "las herencias culturales, religiosas y humanistas de Europa". Italia, Polonia, Portugal, Rumania, Letonia y Lituania quieren que se a?ada "y en la herencia cristiana" o "judeo-cristiana", mientras Francia y B¨¦lgica se oponen, por lo que Irlanda mantiene el texto del proyecto.

- Cooperaci¨®n penal. El proyecto dice que habr¨¢ unas leyes europeas aprobadas por mayor¨ªa cualificada para fijar normas m¨ªnimas comunes sobre el reconocimiento de sentencias y sobre la definici¨®n de las infracciones graves y sus sanciones. Para salvar la exigencia brit¨¢nica de mantener el derecho al veto, Irlanda propone que en ambos casos se incluya la siguiente cl¨¢usula, bautizada ya como "freno de emergencia": si, a la hora de votar, un Estado considera que una de esas leyes lesiona "los principios fundamentales de su sistema jur¨ªdico", se suspende la votaci¨®n y el caso debe resolverlo el Consejo Europeo (cumbre de l¨ªderes) en un plazo de cuatro meses. Si no hay acuerdo en un a?o, un grupo m¨ªnimo de un tercio de pa¨ªses podr¨¢ aplicar por su cuenta la ley.

- Pol¨ªtica exterior. Las decisiones se tomar¨¢n por unanimidad, pero el proyecto recoge alguna excepci¨®n que a Londres le disgusta. Por ejemplo, cuando se voten propuestas que haga el futuro ministro europeo de Exteriores. Irlanda propone ahora: la votaci¨®n se suspender¨¢ si un pa¨ªs pretende votar en contra "por intereses vitales".

- Fiscalidad. El proyecto prev¨¦ leyes, que deben ser aprobadas por unanimidad, para armonizar en Europa el impuesto sobre el volumen de negocio y otras tasas indirectas, pero el derecho al veto desaparecer¨¢ al votar normas sobre fraude fiscal y evasi¨®n fiscal "si no afectan a reg¨ªmenes fiscales de los Estados miembros", agrega ahora Irlanda para satisfacer a Londres.

- Seguridad Social. Habr¨¢ una ley, dice el proyecto, para garantizar los derechos y devengos de la Seguridad Social a trabajadores que residan en pa¨ªses diferentes al suyo. Tambi¨¦n en este caso Irlanda incluye el "freno de emergencia".

- Fiscal¨ªa europea. Su creaci¨®n est¨¢ prevista s¨®lo para combatir infracciones contra los intereses financieros de la UE, pero al Reino Unido no le gusta el precedente. Para tranquilizar a Londres, Irlanda propone que toda nueva competencia se decida por unanimidad.

- Veto en defensa. Toda decisi¨®n en defensa incluye el derecho al veto, pero el proyecto se?ala una compleja excepci¨®n: los pa¨ªses que formen una cooperaci¨®n estructurada podr¨¢n decidir por unanimidad que un tema concreto se resuelva por mayor¨ªa cualificada. Esta excepci¨®n, dice Irlanda ahora para tranquilizar a Londres, "no se aplicar¨¢ a decisiones con repercusiones militares o en el ¨¢mbito de la defensa".

- Carta de Derechos. La Carta de Derechos Fundamentales de la UE quedar¨¢ incluida en la Constituci¨®n, pero Londres exige a?adir que su contenido no interferir¨¢ con su legislaci¨®n nacional. Irlanda propone tres alternativas para dejar constancia de ello.

- Fondos regionales. El proyecto se?ala que s¨®lo las pr¨®ximas perspectivas financieras para el periodo 2007-2013 seguir¨¢n siendo aprobadas por unanimidad, pero las dem¨¢s, por mayor¨ªa cualificada. Irlanda propone ahora que se mantenga siempre el derecho al veto, salvo que el Consejo Europeo decida lo contrario. En este caso, atiende una exigencia de Holanda.