La guerra de los cielos
Estados Unidos y Europa est¨¢n a punto de enzarzarse en una nueva guerra comercial, esta vez, por el aire. La falta de acuerdo en las negociaciones para alcanzar un acuerdo de cielos abiertos, que permita al transporte a¨¦reo seguir los mismos pasos de internacionalizaci¨®n que otras industrias, ha puesto de manifiesto, de nuevo, el proteccionismo que practica Washington, que no est¨¢ dispuesto a permitir que ninguna l¨ªnea a¨¦rea europea pueda hacerse con la mayor¨ªa de ninguna compa?¨ªa americana -s¨®lo permite la participaci¨®n del 49% en el capital- ni abrir su mercado interior a la competencia europea. Bajo estas premisas, los ministros de Transportes de la UE se han negado a firmar un acuerdo que no contaba, en estas circunstancias, con el apoyo de las compa?¨ªas.
El Tribunal de Justicia de la UE ha condenado el sistema de acuerdos bilaterales entre algunos pa¨ªses de Europa y EE UU que rige la relaci¨®n entre las compa?¨ªas a ambos lados del Atl¨¢ntico por entender que es, adem¨¢s de anticuado, poco equilibrado. S¨®lo 15 pa¨ªses tienen esos acuerdos, frente a 10, entre ellos Espa?a, que no cuentan con ellos. Permiten que las compa?¨ªas estadounidenses se muevan a sus anchas por las ciudades europeas, mientras el interior de EE UU sigue cerrado.
Ocho meses de negociaciones fracasadas no dan lugar a mucha esperanza, y menos cuanto m¨¢s se acercan las elecciones de noviembre en EE UU. A modo de aviso, la comisaria de Transportes, Loyola de Palacio, ha manifestado que si la situaci¨®n no se reequilibra sobre la base de un acuerdo, se har¨ªa mediante la congelaci¨®n de los derechos de acceso de las compa?¨ªas americanas al mercado interior europeo. Una postura de fuerza -frente a EE UU, algunos pa¨ªses europeos y las compa?¨ªas afectadas- sobre la que falta por conocer la opini¨®n de los pa¨ªses que se vieran concernidos, pero que, al menos, compensar¨ªa las reglas de juego. Es un contrasentido cerrar la puerta a la competencia a un sector que no levanta cabeza por sus ineficiencias, y por impactos exteriores como el terrorismo, la guerra, la neumon¨ªa asi¨¢tica y, ahora, el precio del petr¨®leo, y que es uno de los pilares b¨¢sicos para el desarrollo de un mundo m¨¢s abierto y global.
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