Europa de pasmo
Europa ha pasado de la abstracci¨®n a la abstenci¨®n, de la utop¨ªa a la apat¨ªa, del pensamiento al desaliento, de la ocurrencia a la indiferencia, de la idea a la pelea. Europa ha abdicado en las botas de Zidane y en la voluptuosidad que empaquetan los c¨¢lidos vientos del sur, mientras bostezan las urnas y unos candidatos echan sus cuentas: el Europarlamento es un retiro de cinco estrellas -o de 25, seg¨²n- y bien pensionado, como para tirar de tarjeta de cr¨¦dito, sin apuros. Qui¨¦n se lo iba a decir a las m¨¢s racionales y fr¨¢giles criaturas de este espacio que sufrieron persecuciones, tormentos, c¨¢rceles y destierros, por decir que el planeta describ¨ªa elipses alrededor del sol, o por gritarle a un h¨¦roe ep¨®nimo y esbelto que no ensombreciera su gloria de fil¨®sofo, con la chatarra de tanto deg¨¹ello, o por advertir que ?frica ya terminaba en los Urales, o por escribir libertad en las paredes, y dejarse el pellejo en una intemperie de plomo o bajo el paradero desconocido de una cuneta, o por escapar del horno, chimenea arriba, para ponerle humanidad, recuerdos y ternura a una atm¨®sfera resuelta en humo y cal viva. Qui¨¦n se lo iba a decir, m¨¢s que el capital y la industria, a cuantos contemplaron este espacio convertido de pronto en subterr¨¢neos de carb¨®n y acer¨ªas, cuando en Roma alumbraba otro principio, y el mercado muy poco com¨²n no era de frutas y verduras, de artesan¨ªa, tejidos y aves de corral, sino de valores burs¨¢tiles y organizaciones atl¨¢nticas. Con el tiempo, la econom¨ªa hizo de este espacio su espacio, y dej¨® a los ciudadanos al raso. Luego, los poderosos quisieron encandilarlos con la par¨¢bola de la democracia, pero se olvidaron de su pr¨¢ctica y de los dem¨®cratas. De modo que, cuando ahora han citado a las urnas para conceder privilegios, m¨¢s de la mitad del vecindario ha preferido el prodigio de Zidane y los playas de sur. Los poderosos est¨¢n preocupados: son insolventes e incapaces de solemnidad. As¨ª es que lo que se tenga que repartir en Bruselas que se reparta a los ciudadanos. Ellos s¨ª saben bien qu¨¦ hacer: una Europa sin pasmos ni posmas.
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