La desventura rusa de Catanha
El ex jugador del Celta juzga un error su marcha al Krilia, en el que es suplente y s¨®lo lleva un gol
Henrique da Silva Catanha, de 32 a?os, no disimula su arrepentimiento por la aventura rusa. El que fuera delantero del Celta no ve el d¨ªa en que ponga de nuevo los pies en Vigo para no moverse de Espa?a, aunque en marzo firmase por el equipo ruso de la Primera Divisi¨®n Krilia Sovetov, de Samara. hasta julio de 2006. El equipo es quinto en la tabla con 19 puntos en 13 partidos, pero la "gaviota", como se apod¨® al delantero hispano-brasile?o por imitar el vuelo de esa ave despu¨¦s de cada gol, ya no bate las alas. No juega ni marca.
Catanha esper¨® impaciente el ¨²ltimo s¨¢bado de mayo. Su equipo jug¨® la final de la Copa de Rusia. Para el delantero, lo de menos era el nombre del rival: "Solo s¨¦ que es de Segunda Divisi¨®n". Lo que le interesaba era el par¨®n posterior en la Liga rusa y que iba a aprovechar para viajar a Vigo. Su equipo fue humillado por un Segunda, el Terek de Grozny, de Chechenia, que se llev¨® el t¨ªtulo por 1-0. El viaje previsto acab¨® en Alemania, donde se concentr¨® el equipo, y Catanha no pudo abrazar a su mujer y a sus dos hijos, de nueve y siete a?os, que quedaron en Vigo.
Catanha lleg¨® hace cuatro meses a Samara con el cartel de goleador. Jug¨® como titular el primer partido y marc¨® de penalti, el ¨²nico gol que lleva. "Al segundo partido mi v¨ª en el banquillo y s¨®lo juego algunos minutos de vez en cuando", cuenta el futbolista, "atleta de Cristo", la religi¨®n de buen n¨²mero de jugadores brasile?os.
Catanha reconoce que su situaci¨®n no puede ser m¨¢s complicada. Recalca que en Samara "el invierno s¨ª es de verdad". El idioma es otro inconveniente. En la ciudad s¨®lo hay un int¨¦rprete de espa?ol y otro de portugu¨¦s. "M¨¢s de una vez he ido a un restaurante", cont¨®, "y les tengo que llamar si quiero comer". Ese problema llega hasta los entrenamientos: "Estoy m¨¢s atento al int¨¦rprete que al entrenador".
La supervivencia se vuelve m¨¢s acuciante d¨ªa a d¨ªa si adem¨¢s pasan meses sin ver un rublo. Y eso que el club es propiedad de German Tkachenko, un magnate del acero y un buen amigo de su compatriota Roman Abramovich, el multimillonario amo del Chelsea ingl¨¦s. "La situaci¨®n econ¨®mica del club no pueder peor. Hace unos d¨ªas me pagaron unos 150.000 euros, la mitad de lo que me deben, pero hay jugadores que llevan meses sin ver un rublo".
"Es la primera vez en mi vida que me arrepiento de una decisi¨®n", confes¨® Catanha. "Habl¨¦ con Mostovoi ante de venir a Samara", pero la realidad es muy diferente de lo que me cont¨®". Catanha admite que su situaci¨®n no se puede alargar m¨¢s. Ha puesto en antecedentes a su representante, I?aki Espiz¨²a, al que ha advertido de que se vuelve a Espa?a si sigue as¨ª. Est¨¢ dispuesto a regresar al Celta si le llaman y a jugar en Segunda. "El dinero es cuesti¨®n de hablarlo. Es una categor¨ªa que conozco, ya que jugu¨¦ en el Legan¨¦s, en el Salamanca y en el M¨¢laga".
El retorno no ser¨ªa f¨¢cil. Catanha lleg¨® al Celta hace tres temporadas con el cartel del fichaje m¨¢s caro de la historia del club: 15 millones de euros y una de las cuatro fichas m¨¢s elevadas de la plantilla. La primera campa?a (2001-02) marc¨® 17 tantos y visti¨® la camiseta de la selecci¨®n con Jos¨¦ Antonio Camacho. Pero la racha goleadora se fue apagando y en la temporada 2002-03 marc¨® un s¨®lo gol. La puntilla lleg¨® en la campa?a que acaba de finalizar con Miguel ?ngel Lotina en el banquillo del Celta. Cay¨® en desgracia para el t¨¦cnico, que no cont¨® con ¨¦l, los aficionados llegaron a mofarse del delantero en los entrenamientos con el cruel grito de "?Catanha, bota de oro!" y el jugador se decidi¨® por el f¨²tbol ruso.
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