Medio Ambiente expedienta al Ayuntamiento de Balmaseda por un vertido de cloro que ha matado a miles de peces

El Departamento de Medio Ambiente ha abierto un expediente sancionador al Ayuntamiento de Balmaseda, gobernado por el PNV, por un vertido que caus¨® el jueves la muerte a miles de peces. El suceso fue originado, seg¨²n la investigaci¨®n realizada, por la entrada en el cauce del r¨ªo Cadagua del cloro de las piscinas municipales. Al parecer, se rompi¨® una conducci¨®n donde estaba el cloro y se verti¨® al r¨ªo vizca¨ªno, que es adem¨¢s uno de los m¨¢s contaminados de Euskadi.

El vertido -200 litros de cloro l¨ªquido- acab¨® con la totalidad de la fauna pisc¨ªcola en un tramo de 500 metros. Fuentes municipales se?alaron que tambi¨¦n resultaron afectadas aves que sol¨ªan acudir al r¨ªo.

Medio Ambiente asegur¨® ayer que la fuga del cloro qued¨® controlada la misma noche del jueves, pero los da?os ecol¨®gicos fueron calificados de "importantes". "Al ser bajo el caudal, se ha causado la mortandad de todos los peces", aseguraron fuentes del departamento.

T¨¦cnicos del Gobierno y de la Diputaci¨®n evaluaron ayer los da?os producidos, que deber¨¢n ser costeados por el Ayuntamiento como responsable de la piscina donde se produjo el incidente.

La ley vasca de Medio Ambiente establece, en el caso de vertidos a los r¨ªos, una horquilla de multas que pueden alcanzar los 600.000 euros si se tipifica como falta muy grave. Las leves no superan los 6.010 euros; las menos graves, entre 6.010 y 30.000 euros, y las graves, entre 30.000 y 300.506 euros. La calificaci¨®n de las infracciones depende de los da?os y no suelen considerarse graves si no existe reincidencia, por lo que en este caso lo l¨®gico es que sea leve o menos grave.

Adem¨¢s de esta multa, la normativa establece el pago de una cantidad equivalente al da?o ecol¨®gico producido, lo que significa asumir el coste de la repoblaci¨®n de peces en el Cadagua. Los ¨²ltimos datos oficiales del Gobierno se?alan que en 2002 se impusieron un total de 38 multas por vertidos ilegales, en todos los casos a empresas, que suelen ser los responsables habituales de estas agresiones ecol¨®gicas. Cuatro a?os antes, en 1998, s¨®lo se incoaron 12 multas.