James Frey describe el lado m¨¢s oscuro de la adicci¨®n a las drogas en 'En mil pedazos'
"Los libros que dan una visi¨®n rom¨¢ntica de las toxicoman¨ªas son una mierda", dice el escritor
La biograf¨ªa del cantante de rock Jim Morrison le impact¨® cuando era ni?o profundamente a James Frey, el autor de En mil pedazos (Taurus), un libro sobre la toxicoman¨ªa en el que relata con violencia y sumo detalle, recurriendo a la primera persona, c¨®mo super¨® su adicci¨®n. "Quer¨ªa drogas, emborracharme y hacer poes¨ªa para ser como ¨¦l. Y me convert¨ª en un alcoh¨®lico y un drogadicto", cuenta. Frey volvi¨® a leer el mismo libro sobre la vida de Morrison hace cuatro a?os y ahora lo ve todo de una manera muy diferente: "Pienso que su vida era pat¨¦tica, vergonzante y triste".
Frey naci¨® en Cleveland (Ohio) en 1969. La cr¨ªtica estadounidense le prest¨® atenci¨®n a partir de una agresiva entrevista publicada en The Observer neoyorquino, con la que se empez¨® a ganarse fama de chico malo. El escritor no se cort¨® al cargar contra otros autores de su generaci¨®n, como Jonathan Safran, David Foster Wallace o Dave Eggers, y en decir que pretende ser el mejor escritor entre los de su edad. Despu¨¦s matiz¨® sus opiniones comentando que fueron sacadas de contexto.
En mil pedazos, su primera obra, parece m¨¢s un gui¨®n de cine de su etapa como productor que un relato literario. De hecho se est¨¢ preparando para saltar a la gran pantalla. El primer contacto de Frey con la toxicoman¨ªa se produjo a los siete a?os de edad, haciendo buchitos de alcohol a escondidas. A los 10 ya se emborrach¨®, a los 13 empez¨® a fumar porros y a los 15 prob¨® la coca¨ªna, el ¨¢cido y los cristales de metanfetaminas. "He le¨ªdo cosas de drogadictos y pensaba que era gente muy cool", dice. En su casa, James Frey tiene dos dibujos de Picasso y uno de Matisse, una acuarela de Henry Miller y fotograf¨ªas de Nan Goldin y Andreas Gursky. Dice que le "encanta" gastar todo lo que puede permitirse en arte. Como autor se ha inspirado en Baudelaire, C¨¦line, Hemingway, Kerouac, Bukowski y Bret Easton Ellis. La versi¨®n cinematogr¨¢fica de En mil pedazos la producen Brad Grey, John Welles y Brad Pitt, pero no sabe qui¨¦n interpretar¨¢ su papel.
"Los drogadictos y alcoh¨®licos que conozco dicen que se volvieron adictos porque no eran capaces de soportar el sentimiento de rabia, pena o de confusi¨®n que ten¨ªan dentro", explica. "Es mi caso y el del 99% de todos los drogadictos que he conocido. Sentimos esas cosas, no podemos lidiar con ellas y tomamos drogas. El problema llega cuando pasan los efectos y esos sentimientos regresan con m¨¢s fuerza, y entonces necesitas consumir m¨¢s. Es entonces cuando te das cuenta de que es imposible escapar y que si no cambias la droga te va a matar".
James Frey dice que esa cruda realidad "nunca la cuentan los libros" e insiste en que los relatos que dan una visi¨®n rom¨¢ntica y glamourosa de las drogas "son una mierda". En mil pedazos rompe violentamente con esos clich¨¦s, hasta el punto de que el pol¨¦mico director de cine independiente Gus van Sant dice que su obra es "horriblemente honesta" al tratar la realidad que rodea a los toxic¨®manos. El novelista Bret Easton Ellis advierte de que el libro de Frey har¨¢ "re¨ªr y llorar al lector".
El relato consigue que el lector piense en los drogadictos como personas con problemas reales y no como v¨ªctimas que necesitan ayuda. Frey insiste en que su primer libro -ya prepara el siguiente, Mi amigo Leonard, tambi¨¦n en primera persona- debe verse como una "obra literaria" y no como un documento sociol¨®gico. "No pretende ser una terapia para salir de la droga", explica.
Babelia
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