Ronaldo le hace un roto a Bravo
El joven extremo portugu¨¦s, que puede convertirse en un digno sucesor de Figo, desbord¨® una y otra vez por el flanco izquierdo de la defensa espa?ola
La estrategia de O Sargentao tuvo una l¨®gica incuestionable. Luiz Felipe Scolari, el seleccionador de Portugal, no precis¨® ser Arist¨®teles para dise?ar un plan. Estudi¨® la formaci¨®n espa?ola y detect¨® lo que es vox populi en toda la Pen¨ªnsula. Primera premisa: Espa?a no tiene laterales. Luego rebusc¨® entre sus especialistas y encontr¨® dos hombres perfectos para la misi¨®n. Segunda premisa: Figo y su sucesor Cristiano Ronaldo, son dos extremos de ¨¦poca. Conclusi¨®n de Scolari: puso a Cristiano contra Bravo y a Figo contra Puyol a librar duelos en los carriles. Y puso a Deco y a Maniche a apoyarlos. Y Espa?a sufri¨® como hac¨ªa tiempo que no sufr¨ªa.
Los jugadores portugueses debieron encenderse cuando parte del p¨²blico espa?ol pit¨® su himno nacional. Blandiendo banderas y gritando a todo pulm¨®n, aquella multitud de amarillo y rojo se present¨® en las calles de Lisboa como en el estadio Alvalade: con cierto esp¨ªritu invasor, reivindicativo frente a una poblaci¨®n bastante menos alborotadora que progresivamente fue calentando el ambiente con un clamor, que era como un zumbido: "?Puuuur-tuuu-gggaaaaaaaalllll!".
A Cristiano le gustan los desaf¨ªos, as¨ª que vio al poderoso defensa espa?ol y se entusiasm¨®
El arranque del partido fue una batalla por la intimidaci¨®n de la que depender¨ªa buena parte del duelo total. Espa?a perdi¨® ese combate en los flancos. Sobre todo, en el flanco de Ra¨²l Bravo. El defensa del Madrid fue desbordado unas seis veces. Ronaldo no tuvo piedad. Y roto el cerco, los portugueses se colaron en el recinto espa?ol en tropel. Cundi¨® el p¨¢nico y hubo toque de retirada. Cuando Espa?a volvi¨® al partido lo hizo lentamente, con mucho cuidado, medio acobardada.
Bravo, ya se sabe, va sobrado de potencia y de velocidad. Ronaldo no es un jumento; se propulsa con las piernas arqueadas, la musculatura isquiotibial hipertrofiada y el tronco largo. Parece de goma y va con la pelota atada al pie. Y le gustan los desaf¨ªos, as¨ª que vio al poderoso Bravo y se entusiasm¨®. El defensa espa?ol lo esperaba con toda su musculatura. N¨²mero uno en las pruebas f¨ªsicas del Madrid por encima de talentos del fondo y la velocidad como Beckham y Roberto Carlos, Bravo no s¨®lo no se arredr¨®. Se creci¨®. De hecho, Bravo se siente un gran jugador. El duelo, de entrada, estaba servido en la banda derecha portuguesa, la izquierda espa?ola.
La pasi¨®n que pusieron ambos en la refriega fue emotiva y dio una de las jugadas m¨¢s curiosas del partido. Deco lanz¨® a Ronaldo en velocidad y el portugu¨¦s se fue detr¨¢s del bal¨®n como un tiro. Le sigui¨® Bravo, que a r¨¢pido no le gana nadie, y en 20 metros le sac¨® cinco. Le gan¨®. Pero lleg¨® tan r¨¢pido a la pelota que pas¨® de largo y se sali¨® del campo. El bal¨®n qued¨® libre y Ronaldo se lo llev¨®, propiciando una de las muchas ocasiones de Portugal: centr¨® para Miguel y Casillas par¨® el tiro.
El costado de Bravo no tard¨® en convertirse en una puerta abierta a todo tipo de incursiones. Por all¨ª entr¨® Ronaldo, con amagues y ca?os, luego entr¨® Deco, y luego Figo, que se cambi¨® de banda para probar la miel del ¨¦xito. El extremo madridista actu¨® por los dos costados y, si as¨ª lo decide despu¨¦s de esta Eurocopa, podr¨¢ marcharse con la convicci¨®n de que deja sucesi¨®n. El Ronaldo portugu¨¦s es un digno heredero.
Como Figo, Ronaldo es un producto de la cantera del Sporting. Debut¨® en Primera con 17 a?os. El a?o pasado, aconsejado por Queiroz, ex t¨¦cnico del Madrid, el Manchester se llev¨® al jugador despu¨¦s de comprobar su val¨ªa en el partido que sirvi¨® al Sporting para inaugurar el nuevo estadio Jos¨¦ Alvalade. Por lo que demostr¨® ayer, Ronaldo es un jugador algo intermitente pero completo y valiente. Posee un recorrido espectacular que lo mismo le sit¨²a robando balones en campo portugu¨¦s que pisando el ¨¢rea contraria.
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