"Viva Camilo Sesto"
La hinchada espa?ola toma la capital portuguesa pero acaba llorando en la grada del Alvalade
"?Viva Camilo Sesto!". Este grito extra?o sali¨® como una r¨¢faga de un coche que circulaba a toda velocidad con las ventanillas bajadas por la avenida Liberdade de Lisboa, ayer por la ma?ana. La afici¨®n espa?ola es abigarrada donde las haya, pero sobre todo es festiva y cantarina. Con ciertas dosis de infantilismo, es cierto. Por ejemplo, si pasan por su lado tres hinchas despistados de Croacia, entonces empiezan todos a cantar vivas a Suker, ex delantero croata y del Real Madrid, y a Ana Obreg¨®n, su ex novia.
Al menos lo fue hasta que concluy¨® el encuentro y aparecieron las l¨¢grimas. Ra¨²l llam¨® a sus compa?eros para que se depidieran de la grada espa?ola, que respondi¨® con silencio al gesto. Antes, los seguidores espa?oles se concentraron en la plaza Pedro IV y en la Rua Augusta dispuestos a pasar un buen rato. Y a mezclarse con los seguidores portugueses, no tan metidos en ambiente a esas horas de la ma?ana. Pero siempre de buen talante, por una y por otra parte. Son dos hinchadas especialmente alejadas de la violencia. Es casi imposible encontrar entre ellas alguno de esos especimenes temibles de aquellos que siguen a otras selecciones, dispuestos a pegarse a las primeras de cambio.
La noche anterior, miles de espa?oles ya tomaron la ciudad lisboeta y se filtraron por todos sus barrios, ti?¨¦ndolos de un rojo muy vivo, el color de sus camisetas. Hubo calles estrechas del Barrio Alto totalmente taponadas por espa?oles, que trasegaban cerveza en grandes cantidades en los locales t¨ªpicos de esa zona de la ciudad, una mezcla de establecimientos para turistas y de la oferta m¨¢s vanguardista. De hecho, la concentraci¨®n de seguidores espa?oles cerr¨® al tr¨¢fico la popular plaza del Rossio. Tambi¨¦n los establecimeintos m¨¢s t¨ªpicos de la capital portuguesa, como la pasteler¨ªa A suissa, se colapsaron. Los cibercaf¨¦s y las tiendas telef¨®nicas con acceso a Internet registraron llenos hist¨®ricos. "La gente quiere mandar mensajes a sus amigos. Los correos electr¨®nicos que se han mandado esta ma?ana han sido infinitos. Estamos saturados", confes¨® un dependiente de uno de estos establecimientos. El negocio de estos comercios subi¨® un 60% con respecto a una jornada normal.
Hubo mayor¨ªa de hombres entre los cerca de 10.000 hinchas espa?oles desplazados a Lisboa. Y mayor¨ªa de j¨®venes. Muchos grupos de chicos j¨®venes que no se cortaban en piropear a gritos a las mujeres que pasaban por all¨ª. Si eran portuguesas, mejor. Tambi¨¦n presenci¨® el encuentro el Ministro de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos o el juez Baltasar Garz¨®n.
El estadio Alvalade XXI presenta un colorido muy intenso. Ambas hinchadas compart¨ªan el rojo, que era predominante, matizado por el verde portugu¨¦s y el amarillo espa?ol. El "A por ellos" tan extendido en la Liga espa?ola ha llegado tambi¨¦n a la hinchada de la selecci¨®n. Ayer fue el grito m¨¢s coreado antes del comienzo del encuentro. Al que respondieron los portugueses con otra frase distinta pero con el mismo significado: "Nos los comemos".
De hecho, en los alrededores del estadio Alvalade XXI, se o¨ªa m¨¢s a los aficionados espa?oles que a los portugueses. "Para el visitante siempre es m¨¢s f¨¢cil montar la fiesta. Adem¨¢s nosotros somos m¨¢s reservados de car¨¢cter", aseguraba un hincha luso. Sin embargo, una vez en las gradas, los gritos de ¨¢nimo de los portugueses consiguieron acallar los c¨¢nticos de los espa?oles.
En Madrid, mientras tanto, la plaza de toros de las Ventas se quedaba vac¨ªa al tercer novillo poco antes de empezarar el choque. El SAMUR, adem¨¢s, advirti¨® que las llamadas a su servicio se redujeron en m¨¢s de un 50% con respecto a un domingo cualquiera, especialmente las debidas a intoxicaciones et¨ªlicas. Todo el mundo estaba seguro en su casa viendo el partido y las calles vac¨ªas.
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