Juicio r¨¢pido
Los hechos: el d¨ªa 16 de junio, al llegar a casa hacia las 17 horas, abro como siempre el buz¨®n y encuentro una citaci¨®n judicial para mi hijo. Le llamo y no le localizo. Cuando lleg¨® a casa, hacia las 22 horas, se la doy. Su sorpresa al abrirla fue que le citaban a un juicio de faltas al Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 17 de Barcelona el mismo d¨ªa 16 a las 17.34. Decidimos acudir a la ma?ana siguiente. Sorpresa a¨²n mayor al decirnos que el juicio ya se hab¨ªa celebrado y que hab¨ªa sido condenado "por falta de ofensa leve a la autoridad". Nos quejamos de c¨®mo se pod¨ªa celebrar un juicio sin que el acusado se enterase y, por tanto, sin posibilidad de defensa.
Nos contestaron que "los juicios r¨¢pidos son as¨ª" y que la otra parte (la guardia urbana) s¨ª se hab¨ªa presentado. Al insistir en que este hecho constitu¨ªa un caso flagrante de indefensi¨®n, nos dijeron que ellos cumpl¨ªan su misi¨®n (notificar la sentencia) y que pod¨ªamos recurrirla. Pero nosotros dijimos que no era con la sentencia con lo que no est¨¢bamos de acuerdo, sino con la celebraci¨®n del propio juicio.
Ellos repet¨ªan que cumpl¨ªan su misi¨®n y que ten¨ªan mucho trabajo: "?Cogen la sentencia o se la enviamos por correo?". Al insistir nosotros en los mismos t¨¦rminos, el agente judicial le dijo a otro: "Si insisten los metemos a los calabozos". ?sta ya nos pareci¨® una "raz¨®n" de peso para coger la sentencia y alejarnos de all¨ª.
Reflexi¨®n. Por una parte, sal¨ª con una profunda sensaci¨®n de des¨¢nimo: la "justicia" -me dije- no s¨®lo no ampara al ciudadano, sino que es un peligro para ¨¦l. Estos hechos me remontaban a antes de 1978. Adem¨¢s me hac¨ªan sentir como un imb¨¦cil: ?por qu¨¦ me esforzaba tanto yo en cumplir las leyes?
?Por qu¨¦ intento con tanto af¨¢n en mis clases de ESO que los alumnos crean en los derechos humanos y mantengan una actitud firme en su favor, si aqu¨ª las autoridades no respetan ni el derecho elemental de la defensa ante una acusaci¨®n? Como se puede imaginar, en los "hechos probados" de la sentencia hab¨ªa muchas exageraciones que distorsionan un simple caso de enfado por haberse llevado la gr¨²a el coche. Se dice que los juicios r¨¢pidos son para acelerar la justicia.
A ese ritmo es mejor que nos condenen directamente cuando alg¨²n agente se sienta ofendido y no gastemos tanto dinero en un personal que, como nos repet¨ªa el agente judicial, "no ten¨ªa por qu¨¦ aguantar nuestras quejas". Continuamos siendo "s¨²bditos" y no "ciudadanos".
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