Fado final
Me r¨ªo tristemente al pensar que este art¨ªculo lo esboc¨¦ el s¨¢bado, un d¨ªa antes del nuevo fracaso de la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol. En lo ¨²nico que err¨¦ fue en el modo, pues pensaba en un penalti injusto, en el ¨²ltimo cuarto de hora del partido, con la UEFA muy preocupada por la eliminaci¨®n del cuadro local. Imagin¨¦ un ¨¢rbitro obediente y una ca¨ªda teatral de Figo, dudosamente causada por ese defensa modest¨ªsimo llamado Ra¨²l Bravo. Y vuelvo a lo que escrib¨ª el s¨¢bado, aunque en realidad estoy escribiendo esto desde que era ni?o, que ya son cuarenta a?os de furia y de vac¨ªo. Vuelvo al s¨¢bado, a sus anticipadas jeremiadas. A sus temores en v¨ªspera de ser cumplidos. Ratificados ahora, en este lunes radiante de frustraci¨®n. Y hay que decir que todo tiene un l¨ªmite, y que aunque el f¨²tbol es un asunto muy secundario, las decepciones, el p¨¢nico, la incompetencia, y el ser de los malos (que ¨¦se es el problema) acaban por aburrir. Uno se hast¨ªa de perder, y la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol ha agotado todos los estadios de la nader¨ªa en todos los estadios de Occidente. Se termin¨® esto, hay que buscar soluciones. Porque cuarenta a?os de hambruna s¨®lo abonan otros cuarenta a?os de lo mismo. Y porque, aunque venga un ¨¦xito (no s¨¦ cu¨¢ndo) estar¨¢ tan lastrado de ruina previa que parecer¨¢ una limosna. O un rid¨ªculo desahogo. Y es por ah¨ª donde empiezo a estar de acuerdo, en parte, con Pasqual Maragall. De acuerdo con las selecciones auton¨®micas, pero a cambio de que representen a todo el estado. Abogo porque sea Catalu?a la que inicie la ronda. Hagan los catalanes su selecci¨®n (y eso que los mimbres se antojan humildes), juegue en nombre de Espa?a por ah¨ª, y todos detr¨¢s de ella. Luego ser¨¢ el turno de los vascos y seguro que lo hacen mejor que los que sucumbieron en el campo de Alvalade. De momento, y mientras eso llega, me paso a Portugal. A fin de cuentas me siento tan ib¨¦rico como espa?ol, tan tinerfe?o como de las Azores (sin foto). Y, por eso, en realidad, tambi¨¦n gan¨¦ el domingo: soy de Cristiano Ronaldo. ?A por ellos, hermanos atl¨¢nticos! Con Fernando Pessoa y Lobo Antunes.
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