De la jaima a la piscina
3.000 ni?os de los campos de refugiados del S¨¢hara pasar¨¢n el verano en Andaluc¨ªa con familias de acogida
Lo ¨²nico que Salek sabe escribir en espa?ol es su nombre. Pero lo hace en sentido contrario, como en su lengua, el ¨¢rabe. Salek se despidi¨® de su madre en la puerta de su jaima el domingo y, despu¨¦s de un largo viaje en cami¨®n y avi¨®n, lleg¨® ayer al chal¨¦ con piscina que Francisco y Paqui tienen a las afueras de Granada. Lo hizo como un rey mago. En su min¨²scula mochila no tra¨ªa ropa, ni productos de aseo. S¨®lo una preciosa manta para sus anfitriones y otros regalos para la familia que le acogi¨® el pasado verano.
Salek forma parte de la expedici¨®n de ni?os refugiados de la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD) que cada a?o llegan a Espa?a desde los campos de refugiados de El Aai¨²n, Esmara, Dajla y Auserd para pasar unas Vacaciones en Paz, un programa organizado por la Asociaci¨®n de Amigos del Pueblo Saharaui (AAPS) que tiene m¨¢s de 20 a?os de historia. Este a?o a Granada han llegado 306, m¨¢s de 3.000 a toda Andaluc¨ªa.
Francisco y Paqui miran embelesados como sus hijos Pablo y Mar¨ªa, juegan en la piscina de su chal¨¦ con su hu¨¦sped saharaui como si se conocieran de toda la vida. Mientras, cuentan como surgi¨® la idea de acoger a Salek. "Fuimos a ver Amar Peligrosamente, la pel¨ªcula protagonizada por Angelina Jolie. Los ni?os salieron muy impresionados del cine al ver el drama en el que viven los refugiados y por eso pensamos que ser¨ªa una buena idea", explica Francisco. A su mujer le sorprende el buen comportamiento del cr¨ªo. "Escucha todo lo que le decimos y es muy ordenado. Esta ma?ana ha recogido y limpiado sus platos despu¨¦s del desayuno", asegura Paqui.
Esta actitud de respeto es general entre los ni?os saharauis, seg¨²n Antonio Vera, responsable de la AAPS en Granada. "Conservan valores que en Espa?a tuvimos los ni?os de generaciones anteriores y que ahora se han perdido, como la idea de familia amplia y el respeto a los mayores. Adem¨¢s lo absorben todo y aprenden constantemente. Todo eso genera una proximidad muy fuerte y unos lazos muy estrechos con las familias que los acogen, a las que, a veces llenan sus carencias afectivas", afirma.
V¨ªnculos tan fuertes que cuando termina el verano son dif¨ªciles de romper. Varios participantes en el proyecto preguntan cada a?o por la posibilidad de quedarse con los ni?os despu¨¦s de su estancia, a pesar de que la organizaci¨®n les explica durante su selecci¨®n que tienen padres y familias enteras que les cuidan y les esperan cuando empieza septiembre. "Hasta los propios ni?os tienen ganas de volver", explica Mar¨ªa del Carmen, una de las voluntarias de la asociaci¨®n que se encarga de distribuirlos entre sus familias de acogida.
Farrah, que no aparenta los 10 a?os que dice tener, certifica esa buena relaci¨®n. Tras sus gafas azules que aumentan desmesuradamente sus ojos negros, cuenta entre pucheros como este a?o le cost¨® m¨¢s despedirse de su madre, que le dio "much¨ªsimos besos" cuando le dijo adi¨®s en el campamento de Auserd. Pero la sonrisa vuelve a su cara cuando le recuerdan lo bien que lo pas¨® en Huelva el verano pasado. La playa, la piscina y los coches de choque, fue lo que m¨¢s le gust¨®.
Como Farrah, son muchos los que vuelven a Espa?a verano tras verano. Ahmed repetir¨¢ este a?o con Mar¨ªa y Gerardo, el matrimonio con cuatro hijos de Guadahortuna (Granada) con el que lo pas¨® en grande en julio y agosto de 2003. Lo ¨²nico que no le gusta de Espa?a son los perros. "Es algo muy extendido entre estos ni?os porque en el S¨¢hara atacan en jaur¨ªas", dice Mar¨ªa del Carmen.
Playa, piscina y feria no ser¨¢n las ¨²nicas ocupaciones de estos ni?os durante sus vacaciones en Espa?a. Su estancia se aprovechar¨¢ para pasar los controles m¨¦dicos a los que no tienen acceso en su pa¨ªs. Los piojos y los par¨¢sitos intestinales son las enfermedades que m¨¢s se prodigan. El oculista, el otorrino, el dentista y el pediatra los dejar¨¢n en perfecto estado para empezar el curso que viene. "Todos esos cuidados y la buena alimentaci¨®n que reciben durante el verano hacen que algunos se vuelvan al S¨¢hara con un palmo m¨¢s de altura", asegura Antonio Vera.
Pero los beneficios de esta aventura no se limitar¨¢n a lo sanitario. "Espero que con este viaje, Salek sepa que en este mundo hay cosas buenas para que en su d¨ªa, cuando crezca, pueda luchar para que lleguen a su tierra", dice Francisco desde el jard¨ªn de su chal¨¦. "A nuestros hijos tambi¨¦n les aportar¨¢ mucho porque durante el verano aprender¨¢n a valorar m¨¢s lo que tienen".
Salek sale de la piscina, se seca con su toalla y lanza un bal¨®n a los pies de Pablo. El verano no ha hecho m¨¢s que empezar.
Vacaciones con mensaje
Vacaciones en Paz trae a Espa?a este a?o a 10.000 ni?os saharahuis de los cuales alrededor de 3.000 se quedar¨¢n en Andaluc¨ªa. La Federaci¨®n Andaluza de Asociaciones Solidarias con el S¨¢hara los ha repartido entre las ocho provincias andaluzas con el doble objetivo de que "puedan salir de los campamentos de refugiados para disfrutar de la forma de vida espa?ola" y "enviar un mensaje a la comunidad internacional sobre la situaci¨®n del pueblo saharaui", dijo a Efe su presidente, Francisco Guerrero.
Los ni?os, entre los que este a?o se encuentran algunos discapacitados, hicieron un penoso viaje en cami¨®n o autob¨²s desde los campamentos de refugiados hasta la ciudad argelina de Tinduf, en la frontera con el S¨¢hara Occidental. Desde all¨ª un avi¨®n los traslad¨® hasta Sevilla y M¨¢laga v¨ªa Or¨¢n.
En esta edici¨®n, 1.000 menores ser¨¢n acogidos por familias sevillanas, 600 ir¨¢n a C¨¢diz, 305 a Granada, 210 a Ja¨¦n, 200 a M¨¢laga y Huelva y 160 a C¨®rdoba.
El plazo para acoger ni?os durante este verano ya ha expirado. Para pr¨®ximas ediciones basta enviar una solicitud a la Asociaci¨®n de Amigos del Pueblo Saharaui. Un trabajador social certificar¨¢ que cada familia cumple las condiciones para la acogida de estos hu¨¦spedes, teniendo en cuenta la edad de los padres, de sus hijos y su situaci¨®n econ¨®mica. Las familias anfitrionas tienen la obligaci¨®n de no salir de Espa?a durante el verano.
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