Catalu?a se abre al exterior, pero 'suspende' en inversi¨®n extranjera

La industria catalana ha dejado atr¨¢s el sopor que hace dos a?os la manten¨ªa confinada en Espa?a y en 2003 dispar¨® sus inversiones en el extranjero (2.832,2 millones de euros). El salto de gigante, nada menos que del 73,4%, las volvi¨® a situar en niveles similares a los registrados en 2001. Pero mientras Catalu?a vuelve a alardear de esfuerzo inversor en el exterior en materia industrial, ve palidecer de forma preocupante su atractivo entre los inversores extranjeros. El a?o pasado, la inversi¨®n industrial for¨¢nea continu¨® cayendo, con un descenso del 6%, aunque a un ritmo inferior al de 2002 (40%), seg¨²n los datos de Trabajo e Industria.

Luces y sombras para la inversi¨®n. Catalu?a invirti¨® en el sector industrial extranjero 2.832,2 millones de euros en 2003, el 16,4% de todo lo que ese mismo a?o invirti¨® Espa?a m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. Al mismo tiempo, s¨®lo capt¨® 490,4 millones de euros en inversiones realizadas por empresas industriales de otros pa¨ªses, el 21% de lo que capt¨® toda Espa?a.

En opini¨®n de Mar¨ªa Teresa Costa, secretaria de Industria y Energ¨ªa de la Generalitat, el hecho de que las inversiones que se hacen fuera del pa¨ªs sean mayores que las que se atraen del exterior es "un signo de desarrollo econ¨®mico".

?Por qu¨¦? En principio, porque el desarrollo de un pa¨ªs "se asocia a la p¨¦rdida de importancia de activos como la mano de obra barata y los recursos naturales, mientras ganan peso otro tipo de activos, como la tecnolog¨ªa, la mano de obra cualificada y la mejora de las capacidades organizativas internas, que son la base de la expansi¨®n internacional de un pa¨ªs", seg¨²n subraya el Informe anual sobre la industria en Catalu?a en 2003.

La comunidad catalana ha dado un vuelco: de su posici¨®n de receptor neto de inversi¨®n directa extranjera ha pasado a ser remitente neto de inversi¨®n industrial al extranjero. "La industria catalana est¨¢ abriendo mercado y las empresas se convierten en peque?as o grandes multinacionales", afirma Costa.

Modelo americano

"Estamos de alg¨²n modo ante la reproducci¨®n del modelo de Estados Unidos o de Alemania", reflexiona al respecto Robert Tornabell, profesor del departamento de Control y Direcci¨®n Financiera de ESADE, refiri¨¦ndose a dos pa¨ªses que reciben menos inversi¨®n for¨¢nea porque resultan caros, pero cuya industria invierte mucho en el exterior, en pa¨ªses de costes m¨¢s baratos. "Es positivo para este pa¨ªs que las empresas catalanas busquen en el exterior plataformas de manufactura en lugares m¨¢s competitivos por costes", corrobora Jordi Gual, director del departamento de Econom¨ªa de IESE.

Pero Catalu?a no es Estados Unidos. Tornabell alerta de algunas diferencias fundamentales. A pesar de la existencia en esta comunidad de centros universitarios de prestigio, como la Universidad Polit¨¦cnica y las escuelas de negocios, no hay "tantos Stanfords o Harvards", las grandes escuelas americanas.

Y Catalu?a no s¨®lo pierde atractivo inversor porque ya no puede competir en costes, sino tambi¨¦n por un problema de ineficiencia en materia log¨ªstica y de infraestructuras. "Los puertos de Rotterdam, Marsella y Hamburgo son municipales y trabajan d¨ªa y noche, mientras que los nuestros paran de noche. Ponemos en marcha parques log¨ªsticos de 30 o 50 hect¨¢reas, cuando en Zaragoza han apostado por uno de 1.000 hect¨¢reas. Todo eso hace que el inversor se lo piense dos veces", advierte Tornabell.

Deslocalizaciones

Nadie discute las bondades de invertir fuera. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha insistido en pedir ambici¨®n a las empresas catalanas para que ganen tama?o y se internacionalicen, e incluso para que deslocalicen la parte de los procesos productivos de menor valor a?adido.Tambi¨¦n el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol se pronunci¨® la semana pasada en Sitges a favor de que el Gobierno catal¨¢n impulse la deslocalizaci¨®n de la parte del proceso productivo de las empresas catalanas que suponga menor valor a?adido.

La gran pregunta es la p¨¦rdida de atractivo inversor para las empresas de fuera. La secretaria de Industria y Energ¨ªa subray¨® el hecho de que el 6% de descenso en la inversi¨®n indistrial for¨¢nea en 2003 fue inferior a la bajada del 40% del a?o anterior.

"Generosidad" para CiU

"Pero el problema es que ese 6% no es f¨¢cilmente reversible, y tiene que ver con las deslocalizaciones que hemos sufrido en Catalu?a", subraya el diputado de CiU y ex consejero de Industria Antoni Fern¨¢ndez Teixid¨®, quien pide al actual Gobierno "un poco de generosidad intelectual" para con los esfuerzos del Ejecutivo anterior.

"Si la empresa catalana aument¨® el 73,4% su inversi¨®n en el exterior, ser¨¢ que nuestra pol¨ªtica para internacionalizar la industria catalana fue exitosa, contra lo que dec¨ªan los socialistas cuando estaban en la oposici¨®n", a?ade Fern¨¢ndez Teixid¨®.

El vuelco de receptor a remitente de inversi¨®n industrial que ha dado Catalu?a todav¨ªa es m¨¢s acentuado si, en lugar de poner la lupa exclusivamente sobre la inversi¨®n de car¨¢cter industrial, se considera el conjunto de la inversi¨®n extranjera. La que fluy¨® de Catalu?a hacia el extranjero (3.642,9 millones de euros) s¨®lo aument¨® el 3,9% en 2003. Pero la extranjera en Catalu?a (1.444,1 millones), la mayor¨ªa procedente de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea de 15 Estados, se hundi¨® el 61,4%, ya que el volumen de capital extranjero fue menor en los sectores de transportes y comunicaciones, banca y seguros, y actividades inmobiliarias.

Sin embargo, los expertos piden que se interprete con suma prudencia y que se relativice esta ca¨ªda tan profunda del 61,4%. Las oscilaciones pueden ser muy fuertes de un periodo a otro, ya que el solo hecho de que una sociedad extranjera entre a participar en el capital de un holding con sede en Barcelona puede dispararlas, con independencia de lo que el grupo invierta.

La industria "se reactiva"

La evoluci¨®n de los flujos inversores es s¨®lo uno de los m¨²ltiples aspectos que aborda el informe presentado ayer por Mar¨ªa Teresa Costa, quien, aunque con cautela, considera que "ya se detecta un cambio de tendencia, se ven signos de reactivaci¨®n industrial, como la evoluci¨®n de las exportaciones, de la confianza empresarial y de la inversi¨®n".

Las exportaciones catalanas crecieron el 4% en 2003 (se hab¨ªan reducido el 0,3% en 2002), pero la tasa de cobertura empeor¨®, ya que las importaciones aumentaron el 5,4%. El clima industrial, oscilante, avanz¨® 5,5 puntos porcentuales respecto a 2002 en el ¨²ltimo trimestre de 2003. En cuanto a la inversi¨®n, el cambio de signo parece claro en lo que va de 2004.

La inversi¨®n industrial aument¨® el 0,8% durante el a?o pasado. Pese a que este ritmo de crecimiento es irrisorio si se compara con los niveles de crecimiento superiores al 10% que se registraron entre los a?os 1995 y 2000, supone un vuelco respecto al crecimiento negativo de 2001 y 2002 (-0,9% y -2%, respectivamente). La evoluci¨®n en 2004 permite augurar que una s¨®lida recuperaci¨®n para este a?o, del 4%.

Pese a estas se?ales positivas, el producto interior bruto (PIB) industrial de Catalu?a, que representa lo que la industria aporta a la econom¨ªa catalana, sin ser negativo, cada vez crece menos. La ca¨ªda del ritmo de crecimiento ha sido constante desde 1997. Si entonces era superior al 5%, a?o a a?o ha ido descendiendo, hasta el pobre 0,5% registrado en 2003. Este t¨ªmido avance de la riqueza industrial es ocho d¨¦cimas inferior al que arroja el conjunto de Espa?a.