El Gobierno unifica el ¨¢rea de Comunicaci¨®n, que dirigir¨¢ Mar¨ªn, y acaba con la pugna entre PSC y ERC

El esquema de contrapesos entre el PSC y ERC, o lo que es lo mismo, entre Pasqual Maragall y Josep Llu¨ªs Carod, puesto en pie desde el nacimiento del Gobierno actual para controlar el ¨¢rea de Comunicaci¨®n de la Generalitat es ya una historia del pasado. El conseller en cap, Josep Bargall¨®, anunci¨® ayer que las cuatro direcciones generales que se ocupan de esta funci¨®n depender¨¢n de la Secretar¨ªa de Comunicaci¨®n, cuyo titular es Enric Mar¨ªn. Deja de haber, pues, un director general dependiente del portavoz, Joaquim Nadal; uno de Bargall¨®, y otro del presidente Maragall.

El control del ¨¢rea de Comunicaci¨®n de la Generalitat fue objeto de la m¨¢s ¨¢spera disputa entre el PSC y ERC a la hora de negociar la formaci¨®n del Gobierno. La soluci¨®n adoptada entonces, hace s¨®lo medio a?o, reflejaba la desconfianza y la rivalidad entre los dos partidos, y en particular entre sus respectivos l¨ªderes, que ten¨ªan ya un ojo puesto en las siguientes elecciones auton¨®micas. La Secretar¨ªa de Comunicaci¨®n del Gobierno catal¨¢n qued¨® en manos de Carod, que coloc¨® en ella a un hombre de su confianza pol¨ªtica, Miquel Sellar¨¨s. Pero Maragall se qued¨® con la Direcci¨®n General de Difusi¨®n, en la que nombr¨® a uno de los fontaneros del PSC en manteria de prensa y comunicaci¨®n, Jordi Mercader. Y adem¨¢s el portavoz del Gobierno pas¨® a ser un socialista, Joaquim Nadal, que sumaba esta responsabilidad a la de consejero de Pol¨ªtica Territorial, y contaba con su propio aparato de prensa.

La gesti¨®n de Sellar¨¨s fue muy pronto considerada un fracaso, ya antes de que tuviera que hacer frente a la acusaci¨®n de ser autor de un informe sobre los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos y privados en el que se defend¨ªa una pol¨ªtica de control e intervencionismo. Las dimisiones de Carod, primero, y de Sellar¨¨s despu¨¦s han permitido al actual conseller en cap, Josep Bargall¨®, "racionalizar" la estructura comunicativa del Gobierno, en un momento en el que ¨¦ste ha avanzado en su cohesi¨®n y el fantasma de la rivalidad entre Maragall y Carod se ha desplazado fuera del Ejecutivo.

En una comparecencia ante la correspondiente comisi¨®n del Parlament, Bargall¨® explic¨® el nuevo organigrama. Del secretario de Comunicaci¨®n, Enric Mar¨ªn, depender¨¢n cuatro direcciones generales: la de Medios, Industrias y Tecnolog¨ªas Audiovisuales, cuyo titular ser¨¢ Santiago Ramentol; la de Difusi¨®n Corporativa, cuyo titular ser¨¢ Jordi Mercader; la de Oficina de Prensa del Gobierno, todav¨ªa sin titular; y la de Planificaci¨®n Estrat¨¦gica, de la que ser¨¢ titular Jordi Fortuny, que hasta ahora era director de la Oficina de Prensa.

Bargall¨® insisti¨® en su comparecencia en que la pol¨ªtica del Gobierno catal¨¢n consistir¨¢ en "fortalecer los medios p¨²blicos y no intervenir en los privados". Explic¨® que pretende lograr que a fin de a?o se hayan aprobado una ley del audiovisual de Catalu?a que ordene el sector, de la que dijo que tiene ya un borrador, y una nueva ley de la Corporaci¨®n Catalana de Radio y Televisi¨®n (CCRTV) que modernice su gesti¨®n y garantice su independencia del Gobierno.

Tambi¨¦n anunci¨® que, visto el "fracaso" del vigente contrato programa entre la Generalitat y la CCRTV, el Gobierno ha decidido elaborar uno nuevo para 2005. El actual, dijo, no ha servido para reducir la enorme deuda de la CCRTV y, en cambio, preve¨ªa una disminuci¨®n de las aportaciones de la Generalitat a su presupuesto. Si estas reducciones se llevaran a cabo, afirm¨®, se dejar¨ªa a TV-3 en muy mala situaci¨®n para competir por el liderazgo.

El diputado de CiU Felip Puig afe¨® al Gobierno que haya tenido que afrontar una cuarta reestructuraci¨®n en seis meses y afirm¨® que eso es prueba de su debilidad y del constante juego de equilibrios entre los tres partidos que lo componen. No obstante, se declar¨® dispuesto a llegar a acuerdos en la elaboraci¨®n de las leyes del audiovisual y de la CCRTV.

Para responder a las cr¨ªticas de que no ha habido cambio en el ¨¢rea de Comunicaci¨®n respecto a la etapa de CiU, Bargall¨® puso un ejemplo. El ¨²ltimo Gobierno de CiU desvi¨® 54 millones de euros del Departamento de Ense?anza y 17 millones del de Universidades al de Presidencia para dedicarlos a publicidad y propaganda.