Refer¨¦ndum de consenso
Espa?a, tras el anuncio hecho ayer por Zapatero, se lanza hacia el segundo refer¨¦ndum consultivo de la democracia. Si el primero, en 1986, dividi¨® a la ciudadan¨ªa sobre la OTAN, esta vez hay un apoyo b¨¢sico pol¨ªtico a la nueva Constituci¨®n europea. Al Tratado Constitucional reci¨¦n aprobado en Bruselas se le aplica perfectamente la calificaci¨®n de "decisi¨®n pol¨ªtica de especial trascendencia" que, seg¨²n el art¨ªculo 92 de nuestra Carta Magna, justifica tal refer¨¦ndum consultivo. Es un texto, como los anteriores, que se aplica por encima de nuestra Constituci¨®n nacional. El momento es especialmente adecuado ante el cambio de modelo europeo, con la ampliaci¨®n y el desarrollo de un corpus pol¨ªtico de la UE que incluye la Carta de Derechos, y el impulso a la pol¨ªtica exterior, de seguridad y de defensa com¨²n, a la que se ha incorporado la lucha contra el terrorismo.
Zapatero ha prometido consultar a los dem¨¢s partidos sobre la fecha y la pregunta. No puede ser de otro modo pues tal convocatoria requiere un acuerdo del Congreso de los Diputados. Quiere, con raz¨®n, que sea lo antes posible, al considerar que Espa?a debe ponerse a la vanguardia de un movimiento de ratificaci¨®n que puede fracasar en m¨¢s de uno de los 25 pa¨ªses miembros. El mayor peligro, reconocido por el presidente del Gobierno, es que la participaci¨®n sea baja y reste legitimidad al Tratado Constitucional.
El Consejo de Estado va a examinar si la Constituci¨®n europea no obliga a alguna reforma de la espa?ola, pues m¨¢s all¨¢ del deseo de incorporar una referencia general a este texto, la integraci¨®n europea supone transferencias de soberan¨ªa y no meramente de competencias. Espa?a debe aprovechar tambi¨¦n la ocasi¨®n para resolver el encaje del Estado de las Autonom¨ªas en una Uni¨®n Europea de Estados y ciudadanos.
Puede que en vez de una campa?a informativa se repita lo que ayer ocurri¨® en el Congreso: la carga de Mariano Rajoy por lo que consider¨® una p¨¦rdida de peso institucional de Espa?a con esta Constituci¨®n, y por haber aceptado la doble mayor¨ªa "a cambio de nada", cuando en realidad ya Aznar baraj¨® esta f¨®rmula en su d¨ªa. El de ayer es el mismo discurso que el PP mantuvo en el debate previo al cierre de la Constituci¨®n, sin percatarse de que Niza ya no estaba sobre la mesa de negociaci¨®n, y un no a cambiar Niza equival¨ªa a un no a Europa. Seg¨²n dijo el propio Rajoy, la Constituci¨®n es una realidad (aunque a¨²n no hay texto consolidado, lo que llev¨® a algunas confusiones) y el plazo para la protesta ha caducado. Hubo acuerdo entre PP y PSOE -extendido a otros partidos- en la Convenci¨®n preparatoria de la Constituci¨®n: un Gobierno empez¨® a negociarla y otro la ha cerrado. La consulta debe celebrarse bajo este consenso; no para una nueva divisi¨®n.
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