Una luchadora con carisma

San Sebasti¨¢n

Mar¨ªa San Gil (San Sebasti¨¢n, 1965), primera mujer candidata a lehendakari, ha dado un paso decisivo en su carrera pol¨ªtica impulsada m¨¢s por la c¨²pula de su partido, que reconoce su gran carisma y val¨ªa, que por su propia ambici¨®n. La trayectoria de San Gil viene marcada en buena medida por circunstancias derivadas del terrorismo de ETA, que, afrontadas con el coraje que ha demostrado, le han ido empujando a donde ahora est¨¢, casi a su pesar. Ha debido superar su propia resistencia a asumir estos nuevos retos, cada vez m¨¢s exigentes.

Su designaci¨®n representa el triunfo del PP vasco frente a los aspirantes de fuera de Euskadi, b¨¢sicamente Loyola de Palacio, con quien mantiene una relaci¨®n cordial, pero distante. La edil donostiarra est¨¢ apoyada por quienes han soportado en Euskadi los a?os duros del combate contra ETA y ahora les toca afrontar otra dura etapa, una cierta traves¨ªa del desierto.

El asesinato de su jefe, Gregorio Ordo?ez, el 23 de enero de 1995, del que ella fue testigo, marc¨® el inicio de su plena dedicaci¨®n a la pol¨ªtica. Aquel a?o, esta licenciada en Filolog¨ªa B¨ªblica Triling¨¹e, que era la secretaria del Grupo Popular en el Ayuntamiento donostiarra, se neg¨® a encabezar la lista electoral -responsabilidad que asumi¨® Jaime Mayor- pero form¨® parte de ella, y result¨® elegida concejal. Desde entonces, el hoy eurodiputado ha sido uno de sus principales mentores, junto con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El ex presidente del Gobierno nunca disimul¨® su aprecio y estima por San Gil.

?sta encarn¨® la nueva resistencia civil, la lucha por las libertades denunciando el terrorismo y las amenazas de los radicales y simboliz¨® la rebeli¨®n de las v¨ªctimas contra el ostracismo social. Entr¨® en la ejecutiva nacional del PP y elabor¨® con Josep Piqu¨¦ la ponencia sobre patriotismo constitucional del pasado congreso popular. Presidenta del partido en Guip¨²zcoa, su tarea se centraba hasta ahora en San Sebasti¨¢n, donde fue teniente de alcalde (2000-2002) con Od¨®n Elorza, con el que polemiz¨® intensamente.