"Si juegas mal, pierdes"

La puerta del vestuario del estadio de Alvalade desped¨ªa jugadores impactados, tan golpeados por algo inexplicable que sal¨ªan como si nada. El portero griego, Antonios Nikopolidis, se fue al autob¨²s con un bolso deportivo al hombro y una gorra que le tapaba las canas de mortal. Lentamente y sin demostrar ninguna emoci¨®n. Detr¨¢s sali¨® Desailly, con paso arrogante y sonrisa burlona. Luego Zidane, con los ojos inyectados en sangre, vidriosos, diciendo sus verdades como pu?os con voz ronroneante. "Es triste pero normal", dijo el diez de Francia, sin parecer abrumado; "si no jugamos bien es normal que perdamos. Lo que nos ha ocurrido no me sorprende. El f¨²tbol es as¨ª: si juegas mal, pierdes".

"Nunca encontramos nuestro juego, el juego que este equipo, con estos jugadores, puede hacer", prosigui¨® Zidane. "Como hemos jugado hoy es normal quedar eliminados, nos lo merecemos. Si hicimos algo en alg¨²n momento del partido fue cuando Grecia nos meti¨® el gol. Con un gol en contra s¨ª jugamos, pero ya era muy tarde. Si este equipo se te adelanta, es muy dif¨ªcil. Se defienden muy bien y lo sab¨ªamos. Pero hemos fallado en todo".

La marcha de Deschamps y Blanc silenci¨® las dos voces con m¨¢s autoridad en el equipo que gan¨® la Copa del Mundo en 1998. Y del silencio en el decepcionante Mundial de 2002 se pas¨® al ruido de la Eurocopa de 2004. Hasta ayer, cuando la parlanchina Francia, la selecci¨®n donde todo el mundo opinaba, se qued¨® muda. "No dijimos nada", dijo el centrocampista de origen portugu¨¦s Pires; "entramos al vestuario y nadie dijo nada. No hubo palabras".

"No estamos cansados", se explic¨® Pires; "no es un problema de cansancio porque llevemos muchos partidos con nuestros clubes; es s¨®lo que hemos jugado mal y que Grecia nos ha hecho el partido que quer¨ªa. La gente ya sabe c¨®mo jugamos desde hace mucho y no hemos estado al nivel. De hecho, desde el 2000 esta selecci¨®n no ha estado a la altura de lo que se esperaba".

La Eurocopa se revela d¨ªa tras d¨ªa como una trampa de la que no pueden salir airosas las grandes potencias. Primero Espa?a, despu¨¦s Alemania, Italia, Inglaterra, y ayer, Francia. Ayer, en Lisboa, cay¨® la ¨²ltima selecci¨®n que representaba una gran Liga profesional europea. Como si el f¨²tbol castigase el supuesto profesionalismo y premiase la supuesta pobreza de recursos. Tal vez ayer, en Alvalade, se repiti¨® la vieja historia del f¨²tbol, un deporte sagrado en la medida en que no admite nada artificioso. Tal vez, la ¨²ltima frase de Pires fue reveladora del estado mental en que se encuentran los superprofesionales del f¨²tbol europeo: "No estamos cansados pero necesitamos unas vacaciones".

Estragados de una competici¨®n que no cesa y de una industria que los absorbe para depositarlos en pleno verano en algo parecido a un hipermercado de patrocinadores, anunciantes, tr¨¢mites burocr¨¢ticos y contratos en espera, los grandes jugadores necesitan muchas ganas de competir, mucho amor al arte, para seguir haciendo m¨¢s de lo mismo.

"Hoy es un d¨ªa hist¨®rico para Grecia", dijo muy excitado el autor del sombrero a Lizarazu que dio lugar al centro y al gol griego. Zagorakis estaba exultante: "Hemos jugado muy bien y merecimos ganar. Este equipo ha hecho hoy una gran proeza".

"Habr¨ªa preferido perder contra un equipo bueno", dijo Makelele, sin darse cuenta de que Grecia hab¨ªa sido mejor que Francia. "Ellos han tenido s¨®lo dos ocasiones al contragolpe y han hecho una, nosotros hemos tenido muchas pero no las hemos sabido concretar. Tendr¨ªamos que haber salido a ganar el partido, y no simplemente a jugar bien".

El autor del tanto griego, el mejor jugador del encuentro, Angelos Charisteas, reivindic¨® a su equipo, criticado a los largo del torneo por su parquedad atacante: "Hemos demostrado que la suerte no ha tenido nada que ver con el campeonato que estamos realizando". El ariete del Werder Bremen fue m¨¢s all¨¢ y apostill¨®: "Ahora todo es posible". Tambi¨¦n revel¨® que su t¨¦cnico, Otto Rehhagel, les hab¨ªa dicho en el vestuario que los que ten¨ªan que estar "estresados" eran los franceses y que ellos no ten¨ªan "nada que perder".

Para Santini, el t¨¦cnico franc¨¦s, la clave fue que su equipo condujo "mucho la pelota" y "fall¨® pases muy f¨¢ciles". "Siempre estuvimos un paso por detr¨¢s de Grecia", reconoci¨®. Rehhagel, a pesar de la alegr¨ªa lanz¨® un peque?o reproche a los suyos: "La victoria es una gran noticia, pero hubo momento en los que especulamos con el resultado".