"Hemos notado algunas mejoras en el trato a los presos iraqu¨ªes"
El suizo Jakob Kellenberger preside desde el a?o 2000 el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR), cuyo principal cometido es ejercer de "guardi¨¢n" del derecho internacional humanitario. Se trata de la ¨²nica organizaci¨®n independiente de su clase con permiso para visitar a presos. El a?o pasado inspeccion¨® c¨¢rceles iraqu¨ªes y ya observ¨® torturas y abusos. El CICR elabor¨® un informe -seg¨²n sus estatutos, de car¨¢cter confidiencial- y lo envi¨® a las autoridades de EE UU y el Reino Unido el pasado enero. Cuatro meses despu¨¦s, el informe se filtr¨® a la prensa y la opini¨®n p¨²blica internacional clam¨® contra los abusos. De inmediato aparecieron las fotograf¨ªas y las im¨¢genes que corroboraron las torturas.
"La de Sud¨¢n es la situaci¨®n de penuria m¨¢s grave que existe en el mundo actualmente"
Pregunta. ?Qu¨¦ opina de la filtraci¨®n del informe del CICR?
Respuesta. El a?o pasado visitamos a medio mill¨®n de presos en 80 pa¨ªses y los informes sobre estas visitas son confidenciales. Es una de las condiciones para que el CICR tenga acceso a las prisiones. Pero lo importante es que con los gobiernos implicados se utiliza siempre un lenguaje muy claro, y esto queda reflejado en los informes. Se critica con mucha claridad todo lo que no es aceptable. Para nosotros, sin embargo, no es nada positivo que los informes confidenciales salgan a la luz p¨²blica porque luego pueden provocar dificultades en otros contextos.
P. Despu¨¦s de entregar los informes a los gobiernos, en el caso de Irak, ?han notado alguna mejora?
R. Esto es esencial. S¨®lo visitamos a los presos si lo podemos hacer con regularidad y hablar sin testigos. Cuando se hacen recomendaciones, se realiza otra visita para verificar si ¨¦stas se han tenido en cuenta. Luchamos para que se hagan mejoras paso a paso. Por ello insistimos en repetir las visitas. No se arregla todo de una vez.
P. Pero ?han notado mejoras en las condiciones de esos presos?
R. En las visitas que realizamos el pasado enero observamos algunas mejoras con relaci¨®n a lo que vimos en octubre pasado. No le puedo decir m¨¢s.
P. ?Le parece bien que la prensa haya mostrado las fotograf¨ªas de las torturas?
R. Las fotograf¨ªas fueron un gran choque para la opini¨®n p¨²blica y no nos gusta que salgan, porque nosotros queremos visitar a los presos en todo el mundo y si se sabe que no hay confidencialidad es muy dif¨ªcil hacerlo. Pero quiero a?adir que, en el caso de Irak, el CICR ha obtenido mejoras por su m¨¦todo de di¨¢logo confidencial. Es importante decirlo, porque ser¨ªa un error pensar que los m¨¦todos del CICR no funcionan.
P. ?El conflicto de Sud¨¢n es la situaci¨®n m¨¢s grave de la actualidad?
R. El CICR es desde hace tiempo uno de los principales actores del Sud¨¢n y ya hace meses que dijimos que se trata de la situaci¨®n de penuria m¨¢s grave que hay en la actualidad.
P. Han surgido voces que reclaman una intervenci¨®n urgente de las Naciones Unidas en ese pa¨ªs.
R. ?Qu¨¦ tipo de acci¨®n? ?Preventiva? Eso se deber¨ªa haber hecho antes.
P. Entonces, ?cree usted que habr¨ªa que reforzar el papel de la ONU en los conflictos?
R. Cuando pienso en las posibilidades que tiene hoy la comunidad internacional, todos los instrumentos de la globalizaci¨®n que puede usar -buena comunicaci¨®n, informaci¨®n, transportes muy r¨¢pidos...-, creo que podr¨ªa hacerse m¨¢s en lo preventivo.
P. ?Cu¨¢l es el principal obst¨¢culo con que se encuentra el CICR a la hora de realizar su labor?
R. El ataque a la poblaci¨®n civil es la violaci¨®n m¨¢s grave y frecuente del derecho internacional humanitario. Para mejorarlo, los Estados que han ratificado los instrumentos del derecho internacional humanitario deber¨ªan respetarlos y, adem¨¢s, asegurarse de que otros pa¨ªses tambi¨¦n los respetan.
P. ?Ha percibido el CICR que tras el 11-S se han recortado los derechos b¨¢sicos de las personas?
R. Nuestra principal preocupaci¨®n es que en el campo del derecho internacional humanitario se ha hecho un gran esfuerzo para encontrar un equilibrio entre los intereses leg¨ªtimos de seguridad de los Estados y la protecci¨®n de la dignidad y la vida humana. La llamada lucha contra el terrorismo no puede servir de pretexto para cambiar este equilibrio.
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