El Prado vuelve a su pasado para afrontar los retos de su modernizaci¨®n
Un curso analiza la situaci¨®n y los problemas del gran museo ante su inminente ampliaci¨®n
"El Prado gana su futuro siendo consciente de su contemporaneidad. Un museo no es una tumba, sino un legado biol¨®gico activo", se?al¨® ayer Francisco Calvo Serraller en la conferencia inaugural del curso de verano El pasado desde el futuro. Hacia el nuevo Museo del Prado, que se dicta hasta el 1 de julio en la prestigiosa pinacoteca. Organizado por la Universidad Complutense y la Fundaci¨®n Amigos del Museo del Prado, el programa revisa los desaf¨ªos que impone al museo su inminente ampliaci¨®n, definida ayer por Eduardo Serra, presidente del patronato del museo, como "una apuesta por la libertad".
"Hemos cultivado esa cosa extra?a que se llama belleza y tenemos que conservarla", resumi¨® Francisco Calvo Serraller, director del curso, en su conferencia inaugural, El Museo del Prado, una creaci¨®n contempor¨¢nea, al hablar del esp¨ªritu de ese museo hist¨®rico y p¨²blico, inaugurado en 1819. "Somos portadores de la memoria y el futuro es la expectativa de ver si seremos capaces de transportar lo mejor que hemos recibido", dijo el catedr¨¢tico, quien destac¨® que el Prado est¨¢ "a s¨®lo 15 a?os de celebrar su bicentenario".
El acto inaugural, al que asistieron 160 alumnos inscritos, fue, adem¨¢s, un anticipo de balances y despedidas. "Hemos tratado durante muchos a?os de que esta casa se libere de sus cors¨¦s y ataduras, porque el Prado se merece la mayor libertad posible para cumplir sus fines", se?al¨® ayer al tomar la palabra Eduardo Serra, en la que dijo ser¨¢ su "¨²ltima aparici¨®n p¨²blica" como presidente del Patronato del Museo del Prado.
Serra, que defini¨® sus cuatro a?os frente al patronato como "un reto apasionante" y la modernizaci¨®n del Prado como "una aspiraci¨®n lejana en el tiempo", dejar¨¢ sus funciones el pr¨®ximo 15 de julio, fecha de la reuni¨®n del patronato en la que pondr¨¢ su cargo a disposici¨®n del organismo. Hasta entonces, se?al¨®, prefiere no hacer declaraciones. Ayer, no obstante, afirm¨® que la principal pinacoteca espa?ola necesitaba "como el aire" modernizarse con la ampliaci¨®n de sus instalaciones y con el reciente cambio de estatuto, que la ha dotado de "un nuevo modelo jur¨ªdico". Durante su gesti¨®n, iniciada el 8 de junio de 2000, Serra encauz¨® la ampliaci¨®n del Prado, cuyo elemento m¨¢s significativo es el edificio proyectado por el arquitecto Rafael Moneo. La terminaci¨®n de las obras, prevista para fines de este a?o, permitir¨ªa que las nuevas salas comenzaran a ocuparse en 2005. El Prado duplicar¨¢ su superficie, pasando de 28.000 metros cuadrados a 56.000.
Las ansias de modernizaci¨®n estaban ayer en el aire. "Ten¨ªamos planes de ampliaci¨®n de nuestros cursos de verano y hemos comenzado por el mejor sitio", afirm¨® Carlos Berzosa Alonso-Mart¨ªnez, rector de la Universidad Complutense, al destacar la importancia de que este curso se dicte en una sala del propio museo ("la Sala Vel¨¢zquez, adem¨¢s"), algo que diversifica las sedes usadas hasta hoy por la Complutense. La 17? edici¨®n de los cursos de verano de la Complutense se inaugur¨® ayer en su sede de El Escorial con una lecci¨®n de Jos¨¦ Luis Sampedro sobre La globalizaci¨®n entre dos mundos. Antes, el escritor y economista afirm¨® que la Constituci¨®n europea le parece bien, pero critic¨® que Europa "deje pasar salvajadas como la de Oriente Medio". O que se abstenga en asuntos internacionales. As¨ª, dijo Sampedro, no es de extra?ar que la poblaci¨®n deje de votar en las elecciones europeas, "porque est¨¢ decepcionada de los l¨ªderes europeos", informa Mar¨ªa Jos¨¦ D¨ªaz de Tuesta.
El programa de El pasado desde el futuro. Hacia el nuevo Museo del Prado, que ha sido patrocinado adem¨¢s por Caja Madrid, consta de cuatro d¨ªas de reflexiones y ponencias para evaluar "la situaci¨®n actual y los retos que afronta la instituci¨®n".
Pocos museos en el mundo pueden alardear de la antig¨¹edad del Prado, abierto en 1819, siguiendo el nuevo modelo de museo p¨²blico creado por la Revoluci¨®n Francesa. A lo largo de su historia, tres han sido los modelos de direcci¨®n, record¨® Calvo Serraller: una primera etapa, hasta el a?o 1838, de directores arist¨®cratas; una segunda, de directores artistas que se extendi¨® hasta 1960 ("Picasso lo dirigi¨® entre 1936 y 1939"), y la actual, "en la cual los responsables son historiadores del arte o cient¨ªficos". Hacia el futuro, sostuvo el catedr¨¢tico, el desaf¨ªo es lograr "la s¨ªntesis de lo mejor de ellos.". En todo caso, destac¨®, "una exquisita sensibilidad" es requisito indispensable para el director, que "debe tener algo de artista".
En representaci¨®n de la Fundaci¨®n Amigos del Museo del Prado, creada en 1980, su vicepresidente, ?scar Fanjul, resumi¨® el esp¨ªritu de la instituci¨®n en esta nueva etapa: "Abrirnos a un horizonte ya pr¨®ximo, asumiendo los retos del nuevo Prado, para hacer de ¨¦l un museo mejor y acercar sus fondos a cada vez m¨¢s gente".
Por la tarde, el director del Prado, Miguel Zugaza, distingui¨® en su ponencia, Hacia el nuevo Prado, entre los desaf¨ªos que asumen los museos hist¨®ricos y los de arte contempor¨¢neo. "Es esencial se?alar la importancia de la colecci¨®n en un museo hist¨®rico. La misi¨®n del Prado es conservar ese valios¨ªsimo patrimonio y darle la mayor visibilidad posible. Esto no sucede en un museo como el Reina Sof¨ªa, que es adem¨¢s un centro de creaci¨®n".
El curso continuar¨¢ hoy con ponentes internacionales, entre los que destacan Neil MacGregor, director del British Museum, y Henri Loyerette, director presidente del Louvre.
Turismo cultural masivo
El "consumo masivo de los museos" es un fen¨®meno relativamente joven. "Cuando nuestros profesores nos mandaban al Prado a ver arte en directo, el museo estaba siempre vac¨ªo y era com¨²n encontrar dormido al celador de la tercera planta, que correspond¨ªa al barroco italiano", record¨® ayer en su conferencia Francisco Calvo Serraller.
Esta sensaci¨®n de museo para pocos era moneda corriente en toda Europa, pero cambi¨® con la bonanza. El desarrollo econ¨®mico producido desde los a?os sesenta trajo m¨¢s sed de formaci¨®n y deriv¨® en un "turismo cultural masificado". El "aluvi¨®n" de visitantes explica los proyectos de ampliaci¨®n y modernizaci¨®n que han encarado, s¨®lo en Madrid, el Museo Thyssen-Bornemisza, el Centro de Arte Reina Sof¨ªa y el Museo del Prado.
La media del Prado est¨¢ hoy en torno de los dos millones de visitantes anuales y "con la ampliaci¨®n quiz¨¢ pueda acoger al doble", afirm¨® Calvo Serraller. El Prado, seg¨²n el catedr¨¢tico, se retras¨® "considerablemente" en asumir la modernizaci¨®n. Una opini¨®n que comparti¨® el director del museo, Miguel Zugaza ("la National Gallery de Washington lo hizo a fines de los sesenta").
Calvo Serraller defendi¨®, para terminar, la clasificaci¨®n de los museos de arte en dos clases: los arqueol¨®gicos, donde el valor esencial es la antig¨¹edad, y los hist¨®ricos, como el Prado, donde "lo que importa es la belleza".
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