La cadena de mando
El Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha procedido al relevo de la c¨²pula militar en el Consejo de Ministros del pasado viernes. Es algo habitual que sucede incluso cuando permanece inalterable el color del poder pol¨ªtico como pudo observarse durante la anterior etapa socialista de Felipe Gonz¨¢lez y a mitad de camino de los ocho a?os de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Los cambios en la cadena de mando estuvieron precedidos de las reuniones preceptivas de los Consejos Superiores del Ej¨¦rcito de Tierra y del Ej¨¦rcito del Aire, convocados para esa misma ma?ana antes de iniciarse la sesi¨®n del Gabinete en La Moncloa. Hasta aqu¨ª el procedimiento parece inatacable pero tal vez en esta ocasi¨®n convenga entrar m¨¢s en detalle.
La primera cuesti¨®n a se?alar es que el momento elegido, su simultaneidad con la llegada a Madrid de los informes oficiales procedentes de Turqu¨ªa referentes a la identificaci¨®n tan precipitada como err¨®nea de los militares v¨ªctimas del accidente ocurrido en Trabzon el 26 de mayo de 2003 al Yakolev 42, te?¨ªa de manera inevitable la decisi¨®n del relevo y la convert¨ªa para el p¨²blico de a pie en consecuencia directa de la exigencia de responsabilidades a los cesados. Pero se impone reconocer que en este asunto los Cuarteles Generales fueron tenidos al margen y que toda la gesti¨®n estuvo a cargo del departamento de Defensa y muy personalmente del ministro Federico Trillo y del secretario general de Pol¨ªtica de Defensa Javier Jim¨¦nez Ugarte.
Por ejemplo, el informe del teniente coronel Marino, fechado el 28 de abril de 2003, un mes antes del accidente, para el CISET (Centro de Informaci¨®n y Seguridad del Ej¨¦rcito de Tierra), que ayer public¨® el diario EL PA?S, deja clara la advertencia formulada sobre los altos riesgos que se corr¨ªan al transportar personal en aviones de carga fletados en pa¨ªses de la antigua URSS. As¨ª las cosas seguimos sin saber por qu¨¦ Federico Trillo hizo o¨ªdos sordos a los informes de Inteligencia del Ej¨¦rcito y por qu¨¦ su contenido se sustrajo al conocimiento del Congreso de los Diputados pese a las reclamaciones de la oposici¨®n socialista de entonces.
Quienes como periodistas seguimos aquellos d¨ªas en directo las comparecencias del titular del Departamento ante la Comisi¨®n de Defensa del Congreso de los Diputados guardamos memoria -y ah¨ª est¨¢n los Diarios de Sesiones que no nos dejar¨¢n mentir- de c¨®mo el ministro negaba primero la existencia de informes militares y s¨®lo reconoc¨ªa con posterioridad alguno tras intentar invalidarlo como si se tratara de un compendio de narraciones insustanciales ajenas a la seriedad del servicio de armas, donde ya se sabe que toda incomodidad tiene su asiento sin que den lugar a reclamaciones. Enseguida, las responsabilidades de lo sucedido se adjudicaron al maestro armero, en este caso a una agencia de la OTAN. Y en la defensa del proceder adoptado a prop¨®sito de la contrataci¨®n de aviones para el transporte de nuestros efectivos se adujeron toda clase de medias verdades.
Parec¨ªa como si s¨®lo los aparatos Yakolev 42 fueran capaces de tomar tierra en el aeropuerto de Kabul y adem¨¢s se presentaba al pa¨ªs donde hab¨ªan sido fletados, Ucrania, como el mejor conceptuado por las organizaciones aeron¨¢uticas internacionales. El hecho de que los aparatos hubieran pasado las inspecciones de aquel pa¨ªs se aduc¨ªa as¨ª en el Congreso como la prueba irrefutable de su perfecto estado, cuando luego hemos visto que ni siquiera funcionaban las cajas negras de cuyo contenido s¨®lo accesible a los descodificadores rusos nada hemos podido saber. A todos estos desatinos debe a?adirse el de la precipitaci¨®n insolvente del proceso de identificaci¨®n de las v¨ªctimas supeditada al plazo pol¨ªtico fijado para celebrar los solemnes funerales en el aeropuerto de Torrej¨®n de Ardoz.
Llegados aqu¨ª conviene interrogarse si debe prevalecer el reiterado compromiso de solidaridad que Jos¨¦ Bono viene ofreciendo a su predecesor en el ministerio mientras que de la fecha elegida para los relevos en la c¨²pula militar puede desprenderse un ambiente que culpabilice a los destituidos. La obediencia de los militares es ya un proceder irreversible tras tantas d¨¦cadas de sublevaciones como marcan la historia de Espa?a pero quienes mandan, sabiendo que van a ser obedecidos con toda exactitud, deben hacerlo de manera tanto m¨¢s cuidadosa. Mientras, convendr¨ªa aclarar qu¨¦ significado tienen los aplausos tributados al general Luis Alejandre Sintes al resignar el mando de la Jefatura de Estado Mayor del Ej¨¦rcito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.