"Se debe exigir m¨¢s lealtad a cambio de transferencias"
Jos¨¦ ?lvarez Junco (Viella, Lleida, 1942) catedr¨¢tico de Historia del Pensamiento y los Movimientos Pol¨ªticos y Sociales de la Complutense, acaba de ser nombrado director del Centro de Estudios Pol¨ªticos y Constitucionales. Aunque especialista en los avatares pol¨ªticos del siglo XIX espa?ol, el profesor ?lvarez Junco es un colaborador habitual de prensa que analiza con el mismo rigor la realidad conteompor¨¢nea. Estos d¨ªas ha participado en el X Simposio del Instituto de Historia Social Valent¨ªn de Foronda, sobre Identidades territoriales y construcci¨®n nacional.
Pregunta. No ha pasado una semana de su firma y el catedr¨¢tico Francisco Rubio Llorente ya ha comentado que la Constituci¨®n europea no es tal, sino un tratado.
Nuestra organizaci¨®n actual es pr¨¢cticamente federal. Como referencia hablar¨ªa de Canad¨¢
Respuesta. No soy un experto constitucionalista como el profesor Rubio Llorente, pero s¨ª, me parece que, formalmente, no estamos ante una constituci¨®n.
P. Da la impresi¨®n, sin embargo, que al hilo de la Constituci¨®n europea se han agitado las aguas nacionalistas en Espa?a.
R. No estoy seguro de que esta Constituci¨®n haya intensificado los nacionalismos; m¨¢s bien creo que la construcci¨®n europea puede aliviar esas tensiones. Este nuevo ordenamiento quita poder al Estado cl¨¢sico hacia arriba, y al mismo tiempo resta atractivo a la creaci¨®n de estados nuevos, ya que no s¨®lo desaparecen las referencias estatales cl¨¢sicas (moneda y fronteras) sino que hasta se habla de un ej¨¦rcito europeo. Es m¨¢s, me parece que las peticiones de nacionalistas vascos o catalanes est¨¢n ligadas s¨®lo a la ubicaci¨®n de sus autonom¨ªas en el Estado espa?ol.
P. ?Ve compatible el plan Ibarretxe con la Constituci¨®n?
R. Me da la impresi¨®n de que en el plan Ibarrretxe hay un planteamiento general de la soberan¨ªa del pueblo vasco que no es compatible con la soberan¨ªa nacional.
P. El anterior Gobierno lleg¨® a impulsar cambios legislativos muy duros con el fin de evitar que se llegar¨¢ a debatir este plan. ?Qu¨¦ le parecen?
R. Creo que el nuevo Gobierno presidido por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero no s¨®lo tiene otro talante, sino que va a derogar algunas leyes que aprob¨® Aznar a ¨²ltima hora, de dudoso car¨¢cter democr¨¢tico.
P. ?Puede llevar la defensa de la unidad de Espa?a a forzar los l¨ªmites de la democracia?
R. Es posible que en determinadas zonas de Espa?a hubiese ocurrido eso, que se considerase que la democracia era una manera de mantener la unidad nacional por encima de la voluntad popular. Pero tambi¨¦n hay que tener en cuenta que la unidad de Espa?a no es una f¨®rmula fija. Hay pa¨ªses del mundo, por ejemplo Estados Unidos, formados por estados que tienen no s¨®lo distinta fiscalidad, sino tambi¨¦n diferentes normas de circulaci¨®n, y nadie duda a qu¨¦ pa¨ªs pertenecen. Lo que ocurre es que en Espa?a durante el siglo XIX y parte del XX ha imperado el modelo jacobino, centralista, de inspiraci¨®n francesa, y cuesta comprender el pa¨ªs desde otro punto de vista.
P. ?Cu¨¢l es su modelo de organizaci¨®n de Espa?a?
R. Yo hablo de una Espa?a compleja y plural, que tiene dos partes bien definidas: por un lado Espa?a; por otro, lo complejo y plural. No vayamos ahora a pluralizar y perdamos la primera parte.
P. Es decir, una suerte de federalismo.
R. S¨ª, que es, adem¨¢s, pr¨¢cticamente nuestra organizaci¨®n actual. Si tengo que citar alguna referencia hablar¨ªa de Canad¨¢, Suiza o, incluso, el Reino Unido, donde Escocia y Gales cuentan con un grand¨ªsimo nivel de personalidad regional y nadie vive con dramatismo que el Reino Unido se vaya a romper.
P. Ahora que se habla de revisar los estatutos, de ceder nuevas transferencias, tambi¨¦n hay quien recuerda que se podr¨ªan recuperar algunas competencias por el Gobierno central.
R. Yo no insistir¨ªa en ese aspecto. Encuentro muy dif¨ªcil que, despu¨¦s del complejo proceso de transferencias, se pueda volver atr¨¢s. S¨ª creo que se puede exigir una creciente lealtad a cambio de transferencias. Es como si se dijera: "Yo le doy a usted m¨¢s transferencias, pero usted tiene que decir que est¨¢ c¨®modo en esta nueva relaci¨®n con el Estado".
P. Tambi¨¦n los ayuntamientos solicitan m¨¢s competencias.
R. Esa es una asignatura pendiente. Si al principio de la democracia se hablaba de un reparto equitativo del poder al 33% para el gobierno central, autonom¨ªas y ayuntamientos, la realidad es que los porcentajes son 45%, 45% y 10%. Las administraciones locales han sido las grandes perdedoras del proceso democr¨¢tico. Eso s¨ª, para que obtuvieran ese poder, tendr¨ªa que haber una limpieza de los consistorios. Es el nivel de la administraci¨®n espa?ola donde hay una mayor falta de transparencia, de amiguismo. Si se puede hablar de corrupci¨®n en alg¨²n ¨¢mbito, hay que acudir a los ayuntamientos. As¨ª que antes de realizar cualquier cambio competencial, habr¨ªa que sanear esas instituciones y crear las medidas de control necesarias.
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