Los m¨¢s buscados
Hay cuatro clases de informes: los informes inocuos, los informes clasificados, los informes fantasmas y los informes con patas. Los informes inocuos pertenecen a la clase documental m¨¢s inofensiva: son mansos, sumisos, domesticados, no huyen de las comisiones investigadoras sino que se dejan acariciar en las reuniones, llanos en su mont¨®n, sin nada que a?adir, f¨¢ciles de encontrar.
Los informes clasificados, por el contrario, son los misteriosos del papel, pueden ir disfrazados u ocultos en carpeta negra, acostumbran a arrastrase por debajo de las mesas entre los pies de los reunidos, rozando sus tobillos, les gusta la oscuridad de los archivos secretos que son sus cubiles, tienen como caracter¨ªstica la virtud de poner en peligro la seguridad del Estado si son sacados a la luz, y tambi¨¦n cumplen el papel de pretextos, aunque ello no es inherente a su naturaleza. Si usted se encuentra con un informe clasificado, tenga en cuenta que ¨¦stos son t¨ªmidos, pero que su mordedura puede estar envenenada, as¨ª que lo m¨¢s aconsejable es contener la respiraci¨®n, quedarse inm¨®vil o bien pasar de largo con disimulo, antes de que el informe clasificado se percate de su presencia.
Los informes fantasmas forman parte de una categor¨ªa parecida a los anteriormente descritos pero viven en un ¨¢mbito m¨¢s cercano a la leyenda, nunca han sido vistos por el ojo humano aunque se habla mucho de ellos, y comparten con los anteriores la virtud de manipular el inconsciente colectivo con una suerte de sinuosidad que los hace temibles a pesar de su inexistencia, ponzo?osos en base a su virtualidad, reales porque han sido nombrados. Aunque su ataque no est¨¢ definido con rigor por los naturalistas, se recomienda tomarse en serio su poca seriedad, de un talante desinformador altamente instructivo y destructivo, valga la paradoja.
Por ¨²ltimo, la relaci¨®n de especies de informes que contempla la actualidad se refiere a los informes con patas, aquellos informes corredores y dif¨ªciles de atrapar, quiz¨¢s los m¨¢s perseguidos en el ecosistema de los documentos, capaces de camuflarse y mimetizarse magistralmente, huidizos pero imprescindibles. Pocos mortales presumen de adornar su sal¨®n o despacho con un trofeo de ¨¦stas caracter¨ªsticas, ya que, encerrando todas las cualidades de las razas documentales anteriores, son capaces de neutralizar partidos pol¨ªticos, personalidades e ideolog¨ªas, y por ¨¦sta raz¨®n (sinti¨¦ndose tan solicitados) han desarrollado miembros que les permiten alcanzar velocidades inconcebibles para ponerse a salvo, y desaparecer en la selva de mentiras que es su entorno salvaje natural.
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