Carod y Puigcerc¨®s mantienen un pulso por el control de las vicesecretar¨ªas

Parec¨ªa que estaba todo pactado, pero result¨® que no. Josep Llu¨ªs Carod y Joan Puigcerc¨®s, los dirigentes que aspiran a los dos m¨¢ximos cargos de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el 24? congreso del partido, que hoy se inicia en Lleida, no lograron ponerse de acuerdo ayer acerca de qui¨¦n debe ocupar las dos vicesecretar¨ªas generales previstas en el nuevo organigrama. Carod quer¨ªa situar en una de ellas a una persona de su entorno tarraconense, la escritora Margarida Aritzeta, y Puigcerc¨®s promov¨ªa a la diputada Carme Capdevila, de Girona.

El fracaso de las negociaciones llevadas a cabo en los ¨²ltimos d¨ªas por Carod y Puigcerc¨®s ha convertido la decisi¨®n final en un significativo pulso entre los dos. A ¨²ltima hora de ayer fue convocada una reuni¨®n del comit¨¦ ejecutivo del partido para antes del inicio del 24? congreso, en un ¨²ltimo intento de evitar que se presenten varias candidaturas.

Este desacuerdo de ¨²ltima hora ha venido a aclarar que la introducci¨®n de la bicefalia en ERC no es tan pac¨ªfica como aparentaba. A la consideraci¨®n de los 2.015 militantes inscritos en el congreso se somete una propuesta de modificaci¨®n de la estructura directiva del partido que, entre otras cosas, instaura la figura de un presidente con algunas funciones ejecutivas y de un secretario general con funciones organizativas, y establece la creaci¨®n de dos vicesecretar¨ªas, una de coordinaci¨®n interna y otra de acci¨®n pol¨ªtica. Estos cuatro cargos son los ¨²nicos que ser¨¢n elegidos por el congreso si, como es de esperar, prospera la modificaci¨®n propuesta.

A la presidencia opta s¨®lo Josep Llu¨ªs Carod. A la secretar¨ªa general, ¨²nicamente Joan Puigcerc¨®s. Para la vicesecretar¨ªa de coordinaci¨®n interna, Puigcerc¨®s propone a uno de sus m¨¢s cercanos colaboradores, Josep Vall, a lo que Carod no se opone. Para la otra vicesecretar¨ªa, Carod apuesta por Margarida Aritzeta, pero Puigcerc¨®s por Carme Capdevila.

Ayer no hubo acuerdo sobre este asunto y se traslad¨® la discusi¨®n a una ¨²ltima reuni¨®n del comit¨¦ ejecutivo que se celebrar¨¢ inmediatamente antes de la apertura del congreso en el pabell¨®n ferial de los Camps Elisis de Lleida.

La pretensi¨®n inicial de los dirigentes republicanos era celebrar un congreso sin problemas, que proyectara con nitidez una imagen de unidad y confirmara la conversi¨®n del partido en fuerza de gobierno. La pugna por estas dos vicesecretar¨ªas ha puesto inesperadamente en evidencia, sin embargo, que la bicefalia Carod-Puigcerc¨®s es menos pac¨ªfica de lo que parece y esconde una pugna por el control del partido. Hasta ahora se daba por supuesto que Carod aceptaba que Puigcerc¨®s controlara efectivamente el aparato del partido y se conformaba con dejar claro cada vez que ven¨ªa a cuento que la bicefalia est¨¢ formada por el "n¨²mero uno" del partido, ¨¦l, y por un "n¨²mero dos", Puigcerc¨®s.

Para reforzar la imagen de partido pacificado y unido, la direcci¨®n ha llevado a cabo en las ¨²ltimas semanas una intensa negociaci¨®n para integrar en las dos ponencias que se someten a la aprobaci¨®n del congreso el m¨¢ximo n¨²mero posible de las enmiendas presentadas por los militantes. De las 180 presentadas a la ponencia de estrategia pol¨ªtica, anoche quedaban vivas cinco.

Esta ponencia propone avalar la opci¨®n tomada por ERC al apostar por la mayor¨ªa de izquierdas a la hora de formar gobierno en Catalu?a despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas de 2003. Una de las transacciones realizadas en el debate de estas enmiendas, que se ha realizado bajo la responsabilidad del diputado Josep Huguet, ha sido efectuar una evaluaci¨®n del cumplimiento del Pacto del Tinell, firmado con el PSC e Iniciativa Verds para formar el Gobierno tripartito presidido por el socialista Pasqual Maragall.

En el debate precongresual de la ponencia de organizaci¨®n se han integrado tambi¨¦n muchas enmiendas. Pero pese a los esfuerzos del diputado Xavier Vendrell, que ha actuado de ponente, algunos militantes han mantenido enmiendas que proponen conservar el car¨¢cter asambleario de los congresos del partido. Eso significa que en el congreso habr¨¢ debate sobre este asunto, aunque la direcci¨®n del partido da por seguro que prosperar¨¢ la propuesta de que el siguiente congreso se celebre por el sistema de delegados.

Entre las contrapartidas ofrecidas para que los militantes acepten el sistema de delegados destaca que, en ese caso, la elecci¨®n del presidente y el secretario general se llevar¨ªa a cabo mediante sufragio universal directo y secreto de todos los afiliados.