La transformaci¨®n del C¨ªclope
Lento y torpe en sus or¨ªgenes, el central griego Dellas ha experimentado una mejor¨ªa espectacular
El C¨ªclope Dellas complet¨® su metamorfosis en la noche del jueves. El gigante torpe y lento de sus or¨ªgenes se convirti¨® en el estadio Drag?o en un defensa fino y elegante que coron¨® su cuento de hadas con un gol de plata en el minuto 116 de la semifinal ante la Rep¨²blica Checa (1-0). "Ha sido el gol del pueblo griego", se apresur¨® a decir con voz suave y pausada Traianos Dellas desde sus imponentes 1,96 metros y sus 95 kilos.
"Es mi primer gol con la selecci¨®n y espero marcar otro en la final", dice el h¨¦roe heleno
El C¨ªclope Dellas complet¨® su metamorfosis en la noche del jueves. El gigante torpe y lento de sus or¨ªgenes se convirti¨® en el estadio Drag?o en un defensa fino y elegante que coron¨® su cuento de hadas con un gol de plata en el minuto 116 de la semifinal ante la Rep¨²blica Checa (1-0). "Ha sido el gol del pueblo griego", se apresur¨® a decir con voz suave y pausada Traianos Dellas desde sus imponentes 1,96 metros y sus 95 kilos. "S¨ª, es mi primer gol con la selecci¨®n, y espero marcar otro en la final ante Portugal", sonri¨® mientras se ensanchaba su nariz aguile?a y su brazo izquierdo sujetaba con firmeza el alargado trofeo que lo acreditaba como el mejor jugador de la semifinal. "Es el Coloso de Rodas", dijo de ¨¦l su entrenador, Otto Rehhagel, en alusi¨®n a la estatua de esta isla griega que fue considerada una de las siete maravillas de la Antig¨¹edad. Result¨® inevitable: la noche se llen¨® de mitolog¨ªa, siendo como era Grecia la finalista y teniendo en cuenta sus nulos antecedentes futbol¨ªsticos.
As¨ª que ah¨ª estaba Dellas, de 28 a?os, con sus enormes pies que sobresal¨ªan de las chanclas, bien plantados en el suelo, disfrutando de la gloria con la m¨¢xima serenidad. "Rehhagel primero es un amigo y despu¨¦s es el entrenador", afirm¨® antes de explicar el momento sublime de su gol de cabeza. "Fui a rematar al primer palo porque sab¨ªa c¨®mo centraba Tsartas. Lo conozco bien del AEK de Atenas".
Detr¨¢s de sus formas pantagru¨¦licas, hay un esp¨ªritu gentil y delicado, amante de Roma y de la cultura italiana. Le encanta pasear por la ciudad eterna y frecuentar un bar del Trast¨¦vere donde se re¨²ne con los amigos para tocar el piano y para cantar. El central griego habl¨® el jueves en italiano, viviendo momentos de complicidad con los periodistas que siguen habitualmente al Roma, su club del ¨²ltimo curso. Y no precisamente un gran curso. S¨®lo jug¨® ocho partidos, uno de ellos muy bueno ante el Parma, lo que no le sirvi¨® para ganarse la confianza del t¨¦cnico, Fabio Capello. ?Y qu¨¦ opina de la marcha de Capello al Juventus? De nuevo la sonrisa como mejor respuesta. Lo cierto es que Dellas sucumbi¨® a la competencia de Chivu y del ya madridista Samuel, su gran amigo en el cuadro romano, prueba de que Dellas separa la rivalidad de la amistad. "Prefiero ser una buena persona a un buen futbolista", confes¨®.
El central heleno se precia de ser un hombre tranquilo y de palabra. La que le dio al Roma cuando estaba en el Perugia en 2001 y quedaba libre al final de ese ejercicio. Entonces el presidente del Perugia, Luciano Gaucci, lleg¨® a un acuerdo para traspasarlo al Juventus. Pero ¨¦l se neg¨®, con todo lo que eso supone en Italia: que alguien le diga no a la poderosa Juve. De modo que Gaucci, un directivo que ha llegado a poseer tres clubes de distintas categor¨ªas, lo castig¨® sin compasi¨®n. El bueno de Dellas se pas¨® ocho meses entren¨¢ndose en solitario, alejado del resto del equipo. Ocho meses esperando que acabase la temporada para cumplir su sue?o de jugar en el Roma.
Nunca le faltaron a Dellas ni el esp¨ªritu n¨®mada ni las ganas de aprender. No se lo pens¨® cuando, estando en el Aris de Sal¨®nica, el club donde se cri¨®, le lleg¨® una propuesta del Sheffield United en 1997, que pag¨® por ¨¦l tres millones de euros. Ten¨ªa 21 a?os y una carrera por delante. Se trataba de probar en la Segunda Divisi¨®n inglesa y no se le iban a caer los anillos: ya hab¨ªa pasado antes por la Tercera griega cuando estuvo cedido en el Panserraikos. Dos temporadas en el fragoroso f¨²tbol ingl¨¦s le vinieron bien para curtirse. Entretanto, disput¨® la final del Europeo sub 21 que Grecia perdi¨® ante Espa?a en 1998. Le cost¨® tres a?os m¨¢s debutar con la selecci¨®n absoluta, ante Croacia, en abril de 2001.Para entonces ya hab¨ªa regresado a Grecia, al AEK de Atenas. Y como si no quisiera estar m¨¢s de dos a?os en un sitio, volvi¨® a marcharse y esta vez el destino ya ser¨ªa la Primera Divisi¨®n italiana: el Perugia.
Sus a?os en Italia coinciden con una espectacular evoluci¨®n en su juego a pesar de que, entre el Perugia y el Roma, s¨®lo ha disputado 16 partidos de Liga. Dellas lleg¨® a Portugal con apenas 15 internacionalidades y el cartel de un defensa discreto sin nada a destacar. Pero lo abandonar¨¢ metido en todas las alineaciones del campeonato y en compa?¨ªa de Carvalho como la mejor pareja de centrales. Si Carvalho representa el central r¨¢pido y expeditivo por excelencia, Dellas ser¨¢ el tipo tranquilo que barre el ¨¢rea con seguridad y lanza a sus compa?eros con grandes desplazamientos del bal¨®n. "Este triunfo servir¨¢ tambi¨¦n para impulsar nuestros Juegos Ol¨ªmpicos, que van a ser los mejores de la historia", proclama Dellas, consciente de haber dejado de ser un c¨ªclope para convertirse en un dios griego.
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